No es la primera vez que asisto a una presentación de un libro de Amelia Noguera, por lo que ya sé de antemano que va a ser entretenida. En este caso la presentación tuvo lugar en la Librería Le, una librería que se encuentra en el Paseo de la Castellana madrileña y en la que tienen lugar numerosas presentaciones de libros y en la que ha había estado para otra presentación.
En
esta ocasión, Amelia vino arropada por el equipo editorial en pleno
de Suma de Letras. De hecho
fue Pablo Álvarez,
director de Suma de Letras el que realizó la presentación de Amelia
Noguera y el que mantuvo con ella (y eso no era lo
previsto), un interesante debate sobre el papel
de los editores en el mundo de hoy y sobre la no siempre
fácil conciliación de las demandas de los editores, los escritores
y los lectores.
No
es la primera vez que escucho hablar a Pablo Álvarez, como siempre
tan enamorado de su profesión, tan sosegado y correcto al hablar,
pues en los encuentros que he tenido con Virginia Gasull (pincha AQUÍ)y
Holden Centeno (pincha AQUÍ)él
fue el encargado de presentarlos.
Lo
curioso del caso es que lo que en principio era la presentación de
un libro, se convirtió en una conversación editor/escritora sobre
qué debe hacer un escritor a la hora
de elegir su nuevo proyecto literario: ¿Dejarse llevar
por los gustos de sus lectores? ¿Escribir sobre lo que le apetece
cambiando permanentemente de género? ¿Seguir la senda marcada por
aquella novela que le hizo conectar con sus lectores?
Comenzó
en su presentación Pablo diciendo que La
pintora de estrellas supone el arranque con una autora que
conocieron a través de las redes sociales. Algo que por otra parte
no es novedad en Suma de Letras, porque es el mismo caso de Virginia
Gasull o de Elisabet
Benavent (todo un éxito
de ventas)
Dijo
Pablo que les gustó La pintora de estrellas y Amelia Noguera porque
pensaron que había una gran autora por su prosa, por su estilo
intimista a pesar de tratarse de una novela que podría encuadrarse
en el género histórico.
Aunque
La pintora de estrellas no es exactamente una novela histórica
porque aborda pasado y presente desde un lado intimista, no tanto
desde los hechos. Todo ello envuelto en un tono muy sincero y con un
protagonista masculino (Diego) que ha gustado mucho.
Volviendo
al debate del papel del editor, resultó muy interesante el que nos
contaran de primerísima mano, cuáles son las dificultades que se
encuentran los editores a la hora de “vender” su producto a la
librerías y a los diferentes puntos de venta. Porque por mucho que
todos digamos repudiarlas, ciertas etiquetas son necesarias. Y así,
tras machacar y machacar por ejemplo con el mensaje de que un autor
es novedoso, original y una maravilla en el creciente mercado de la
novela negra, éste va y se descuelga con una distopía. Es un claro
ejemplo tomado de la realidad con César
Pérez Gellida y su último libro publicado Khimera.
Porque vete ahora a ver cómo les vendes este nuevo libro que nada
tiene que ver con la novela negra. (Y pese a todo, la editorial ha
apostado por él y ahí está publicado, aunque para su tranquilidad,
el próximo tendrá como protagonista al inspector Sancho de las
novelas anteriores)
El
caso de Amelia Noguera
tampoco es sencillo, porque si bien los que hemos leído sus novelas
sabemos que todas comparten una serie de características comunes,
cada una de ellas pertenece a un género diferente, algo que la hace
muy difícilmente etiquetable y por tanto, difícil de vender para el
editor.
Un
autor, además de escribir, quiere ser leído. ¿Qué debe hacer
pues, escribir sobre lo que le de la gana, o doblegarse a lo que los
lectores esperan de él? Porque una cosa es un autor consagrado con
un público lector fiel y numeroso como es el caso de Rosa
Montero que en un momento dado se ha descolgado con una
novela de ciencia ficción, un género minoritario: Lágrimas
en la lluvia (ejemplo puesto por Pablo)
Como
veis, las disyuntivas a las que se enfrenta un autor a la hora de
escribir, no siempre son sencillas.
Volviendo
a la presentación, tras este debate inicial, siguió con el diálogo
entre Carmen, Bibliotecaria de Arroyomolinos (el pueblo donde vive
Amelia) y Amelia acerca de La pintora de estrellas, con una serie de
preguntas que Carmen le realizaba a Amelia, a veces como una
auténtica ametralladora con tres preguntas en una sola.
Comenzó
con la cuestión de ¿cómo llegó a La pintora de estrellas? El
origen está en un relato sobre Diego (el abuelo) que se basa en el
padre de una amiga. Por otra parte está el maltrato (de alguien muy
cercano). Y además a Amelia le encanta el arte. Ahí estaban todos
los ingredientes de la novela.
Cuando
tras varios años vio que era capaz de acabar una novela (Escrita en
tu nombre), se animó, tomó el relato de Diego e hizo La
pintora de estrellas.
Como
la historia iba a tener como trasfondo el maltrato, qué mejor que
llevarlo al horror nazi, pero fuera de lo acostumbrado que es hablar
sobre los judíos. La investigación la llevó a conocer el expolio
de arte nazi, algo que con la película Monument
mens se puso luego de moda.
Amelia
defiende que más que una novela histórica, es una novela con
trasfondo histórico.
También
se habló, algo que los que hemos leído las novelas de Amelia
tenemos muy claro, de que escribe
novelas de personajes. Para Amelia el género de la novela
debe servir al tema. De ahí la ambientación histórica, porque más
que del maltrato, se habla de la dominación.
Afirmaba
también Carmen que el compromiso
social está en todas sus historias. Están porque Amelia
cree que la literatura puede cambiar el mundo, porque la literatura
llega a los corazones. Aunque intenta no adoctrinar al lector. Se
reconoce muy crítica, pero no puede contarlo todo, por lo que a la
hora de escribir se modera.
Le
preguntó Carmen a Amelia cómo
invitaría a leer La
pintora de estrellas:
Porque es una
novela en la que se encuentra mucho de cómo somos y cómo vivimos
las relaciones.
Pregunta inevitable la de si tiene pensada toda la historia antes de escribirla. Nos dijo Amelia que primero crea un esquema bastante aproximado que luego desarrolla, aunque son inevitables algunas variaciones como que aparezcan personajes no previstos como un par de nazis que no estaban en el esquema inicial, o como contaba en la presentación de La marca de la luna,(ver AQUÍ) matar a un personaje a mitad de la novela.
Se
contaron más cosas, pero hasta aquí llega esta crónica de un
encuentro muy interesante. Aunque más interesante será que leas Lapintora de estrellas.
De nuevo, gracias por tu generosidad, Pedro. A mí también me gustó mucho veros en la presentación. Aunque, por cierto, ¡nos fuimos sin foto juntos! ;) Un beso.
ResponderEliminarQué suerte la tuya poder asistir a esta presentación! Yo tengo pendiente de leer este libro y espero hacerlo en breve. A muchísima gente ha gustado así que tendré que catarlo.
ResponderEliminarUn beso.
Me apetece mucho leerlo, muchas gracias por la crónica!
ResponderEliminarUn beso!
Me quedé con unas ganas tremendas de ir. Besos.
ResponderEliminarCuriosa esa charla sobre el editor a la hora de vender las novelas. Tuvo que estar muy bien esta presentación. Gracias por compartir un poco de esos momentos.
ResponderEliminarBesotes!!!
Tengo tantas ganas de estrenarme con ella... Una crónica muy interesante por todo lo que nos resumes de ella. Mil besos y gracias por traerla!
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