Héroes por sorpresa
Título:
La sombra del águila
Autor:
Arturo Pérez-Reverte
Editorial:
Grupo Santillana
Encuadernación:
Tapa dura
Páginas:
154
PVP:
No puede menos que llamarme la atención la biografía que de Arturo Pérez-Reverte nos presenta la editorial en la solapa interior:
Fue reportero de guerra durante veintiún años y es autor, entre otras novelas de El húsar, El maestro de esgrima, La tabla de Flandes, El Club Dúmas, Territorio Comanche, La piel del tambor, La carta esférica, La Reina del Sur, El pintor de batallas, Un día de cólera, El asedio y El tango de la Guardia Vieja y de la ya legendaria serie histórica Las aventuras del capitán Alatriste. Es miembro de la Real Academia Española.
Frente a biografías de otros autores en las que como te descuides te cuentan hasta los premios que ganó en el colegio, no puede menos que resultar chocante las breves pinceladas con la que despachan el amplísimo currículum de Arturo Pérez-Reverte, porque solo se mencionan algunas de sus novelas y no se nombra ningún premio.
Hombres buenos es su última novela publicada.
Hombres buenos es su última novela publicada.
Seguramente no haga falta. Si no conoces a Arturo Pérez-Reverte, tienen página y páginas en Google para informarte.
ARGUMENTO
Año
1812, campaña de Rusia
Estaba
allí, de pie sobre la colina, y al fondo ardía Sbodonovo...
Así
comienza la historia de un grupo de soldados españoles alistados en
las tropas de Napoleón.
Todo
aquel largo camino, de Écija a Dinamarca por la antigua ruta de los
Tercios, y la encerrona de Seelandia, y el campo de prisioneros, y
Europa a pinrel para terminar palmando frente a Sbodonovo como un
idiota, con el Enano y sus mariscales allá atrás en la colina,
mirándote por el catalejo. (Página 25)
¿Qué
es lo que intentaba ver Napoleón?
En
medio del desastre del flanco derecho del ejército napoleónico,
cruzando los maizales batidos por la artillería rusa, en formación
y a paso de ataque, los cuatrocientos cincuenta españoles del
segundo batallón del 326 de Infantería de Línea.
(Página 32)
Pero
las apariencias engañan, nada más lejos de las intenciones de los
soldados españoles que la de atacar a los rusos:
Avanzábamos
en línea recta hacia las posiciones rusas, porque estábamos
intentando desertar en masa. Aprovechando el barullo de la batalla,
el segundo del 326, en buen orden y con tambores y banderas al
viento, se estaba pasando al enemigo. Con dos cojones. (Página
33)
LA
SOMBRA DEL ÁGUILA
La sombra del águila es una novela corta de Arturo Pérez-Reverte. El nombre hace referencia a los estandartes de las tropas de Napoleón (el Enano en la novela):
La
sombra del águila bajo la que se baten los valientes. Como esos
españoles de allá abajo, en mi ejército de veinte naciones.
Mírelos: bajitos, indisciplinados, con mala leche, siempre tirándose
unos a otros los trastos a la cabeza,,, Y sin embargo, bajo la sombra
del águila imperial van hacia la muerte como un solo hombre, en os
de la gloria. (Página 68)
Se
mantiene en la novela una temática muy común en la obra del autor:
lo absurdo de la guerra, la vida de unos hombres que están en el
negocio del matar y el morir, muchas veces por pura necesidad de
sobrevivir.
Y
para mostrarnos el absurdo de la guerra, la incongruencia de lo que
algunos dan en llamar heroísmo, nos muestra un episodio que es un
puro dislate: unos soldados que son tomados por héroes, capaces de
lograr con su ataque suicida de cambiar el curso de una batalla (lo
de la guerra no fue posible porque el general invierno terminó
derrotándoles y haciéndoles volver sobre sus pasos, en un episodio
que también se narra en esta novela), cuando en realidad lo único
que pretendían mediante una estratagema era desertar y volver a
casa.
Tengo
la impresión de que esta novela es un punto y aparte entre las
novelas de Arturo Pérez-Reverte,
entre otras cosas porque no hay citas literarias entre las páginas
de la misma.
Además,
es probablemente en la que más humor
gaste el autor. De hecho, pese a que la temática en principio no
parezca indicar que los tiros vayan por ahí, tiene muchos momentos
de humor. Un humor un tanto negro, pero humor a fin de cuentas:
Labraguette
era el optimista del Estado mayor imperial, así que la cosa estaba
clara. El 326 tenía por delante menos futuro que María Antonieta la
mañana que le cortaron el pelo en la Conciergerie. (Página
37)
El
mariscal Murat, emperifollado como para un desfile, se cuadró con un
taconazo. Iba de punta en blanco, con uniforme de húsar y
entorchados hasta en la bragueta. Se rizaba el pelo con tenacillas y
lucía un aro de oro en la oreja. Parecía un gitano guaperas vestido
por madame Lulú para hacer de príncipe encantado en una opereta
italiana. (Página 42)
Y
ya que he puesto algunas citas, no voy a dejarme una que me ha
llamado mucho la atención, porque parece la fuente en la que han
bebido los oradores del actual gobierno para aprender a llamar las
cosas de un modo diferente. Esta novela es del año 1993 por lo que
está claro que los tiros no van por ahí, pero cuánto se parece
este párrafo en el que se narra una retirada, a aquellos otros otros
en los que se nos hablaba de que la economía sufría una fuerte
desaceleración (en lugar de decir que decrecíamos) o de los famosos
pagos en diferido:
Eso
es lenguaje oficial de parte de guerra, como lo de “repliegue
táctico”, o aquello otro, no se lo pierdan de “movimiento
retrógado hacia posiciones preestablecidas”, dos formas como otra
cualquiera de decir, Sire, nuestra gente ha salido giñando leches.
(Página 71)
IMPRESIÓN
PERSONAL
Probablemente,
La sombra del águila sea
una novela que gustará tanto a aquellos que disfrutan siempre con el
autor, como aquellos otros que no les gusta. No en vano, creo que es
una de sus novelas más divertidas, con más sentido del humor
(sarcástico, negro, sí, pero humor a fin de cuentas), en el que ese
regusto amargo que dejan muchas de sus novelas no es tan notorio. O
quizás el envoltorio que lo recubre lo hace parecer.
En
cualquier caso, una historia basada en hechos reales, le permite al
autor ahondar en la compleja condición del hombre, en su lucha por
la supervivencia, en su enfrentamiento con la muerte (ese grupo de
hombres que avanza esperando que la próxima bomba que les lancen no
caiga en medio del grupo y los mate), en su sentido equivocado o no
del honor. Los temas que siempre aparecen en las novelas de Arturo
Pérez-Reverte.
Una
novela corta con la que he disfrutado mucho y con la que, cosa muy
rara en las novelas del autor, hasta se me ha escapado alguna
carcajada.
La leí hace años y me gustó muchísimo. Es más, es la única novela de Pérez-Reverte que me ha gustado de principio a fin, no soy muy fan de este escritor... Besos
ResponderEliminarAún no me he estrenado con el autor, parece una buena novela para hacerlo.
ResponderEliminarUn beso!
¡Es genial! Tienes razón, el principio es de traca, se te escapa la carcajada por el equívoco (no cuento más). Me encantó por ese tratamiento de reportero de trinchera que hace Arturo Pérez Reverte en la escena bélica inicial, tan vívido que parece que esté allí mismo de cronista. Luego la novela evoluciona hacia tintes más tristes y meláncolicos, como no podría ser de otra manera en cuanto a desastres de la guerra se refiere. Bss
ResponderEliminarEsta novela refleja su estilo. Creo que es el mejor Pérez-Reverte. Lo leí hace muchos años y me has traído las ganas de volver a leerlo.
ResponderEliminarNo lo he leído, pero seguro que disfrutaré cuando lo haga. Besos.
ResponderEliminarLa leí hace años y me gustó mucho. Como bien dices, me arrancó más de una carcajada.
ResponderEliminarBesotes!!
Este año espero estrenarme con el autor, a ver qué tal... me da perezón, no sé por qué U.U
ResponderEliminarBesotes
Es que no he leído nada de nada de Reverte. Me han dicho miles de veces que o lo amas o lo odias y quizá por eso me da pereza ponerme con él. Un beso!
ResponderEliminar