Título:
Galatea
Autor:
Melisa Tuya
Editorial:
Lapsus Calami, 2014
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas:
424
PVP:
14,00 €
MELISA
TUYA
Melisa
Tuya (Madrid, 1976) es una periodista madrileña que vive en
Getafe con su marido y sus dos hijos, amante de los animales y con
insaciable por la vida. Parece que tiene cables por dentro, ya que
compagina su faceta de madre con ocho brazos con el ejercicio del
periodismo activo en Internet, a través de blogs y redes sociales, y
todavía saca tiempo para correr o montar en bicicleta, hacer un
bizcocho y escribir una novela antes de que acabe el día.
Galatea
es su primera novela publicada, aunque ya ha terminado su siguiente
obra: En la sala de espera.
ARGUMENTO
Ella,
así, sin nombre tiene ocho años y recibe como regalo a ClaX, el
módulo que la servirá y la acompañará en su viaje de doce años
hasta Glatea, donde va voluntariamente a colonizar aquel lejano
planeta.
Pero
poco antes de terminar el viaje, ClaX tendrá un extraño
comportamiento que determinará que la vida de la humanidad y la
existencia de los robots tome un giro imprevisto.
GALATEA
Dice
en la contraportada de Galatea:En
Galatea están
Yo
robot,
Un
mundo feliz,
Crónicas
marcianas,
Blade
Runner,
Nosotros,
El
Golem,
THX
1138...
Galatea
es un homenaje a la mejor ciencia ficción de la historia. (…)
Galatea
es una odisea en el espacio de la mente humana y de los monstruos que
ésta es capaz de crear.
Comencemos
por el principio, porque dicha afirmación es cierta. El primer pilar
sin duda es Isaac
Asimov
con su Yo
robot,
aunque también hay elementos de El
hombre bicentenario
(que aunque no conozcáis el libro seguro que si os suena la película
que protagonizó sobre el mismo Robin Williams) Porque de robots va
la cosa, de ahí que sea fundamental recordar las leyes de la
robótica.
Las
tres
leyes de la robótica,
tal cual las enunció Isaac
Asimov
en 1942 en el relato El
círculo vicioso
son:
1.-
Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción permitirá
que un ser humano sufra daño.
2.-
Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos,
excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la primera ley.
3.-
Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta
protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.
Un
mundo feliz (Aldolf
Huxley)se hace presente en Galatea
a la hora de diseñar una sociedad en la que los emparejamientos se
hacen conforme a la compatibilidad genética, quedando exlcuídos
aquellos que no reúnan los requisitos o quieran ir por libre a la
hora de elegir su pareja, por lo que son apartados hacia zonas de
difícil supervivencia.
El
planeta Galatea que da
título a la novela se asemeja a ese paisaje marciano, desértico y
de temperaturas extremas que constituyó Ray
Bradbury para sus Crónicas
marcianas.
No
hay duda tampoco de que Sueñan los androides con ovejas eléctricas (Blade runner si lo preferís) de Philip K. Dick está presente en
esta novela, con ese conflicto entre robots que quieren ser humanos y
los propios humanos que ven convertida en realidad su peor pesadilla:
un robot convertido en guerrero (aunque a diferencia de dicha novela
el hombre ha renunciado expresamente a crear robots guerreros).
Además es citada textualmente:
Los
seres humanos llevaban soñando con robots humanoides desde el siglo
XIX. Pero los diseñadores de los primeros módulos conocían de
sobra la abundante literatura y las películas que especulaban con la
rebelión de androides, incluyendo las reglas fallidas de Asimov. De
hecho, no solo las conocían los diseñadores, también las tenían
en mente políticos,legisladores y votantes. Si en algo estaban todos
de acuerdo, era en que no querían que a su máquina de asistencia le
diera por filosofar recordando qe había visto rayos C brillar en la
oscuridad cerca de la puerta de Tannhaüser.
(Página 41)
De
las otras tres nada puedo deciros porque no las he leído (aunque
además hay que precisar que THX 1138
fue el primer largometraje de George
Lucas)
Con
todo lo anterior, ya os podéis imaginar por dónde van los tiros de
Galatea, porque al hablar
de humanos y de robots, se plantea dónde radica la humanidad del
hombre, aquello que lo hace diferente de una máquina, más allá de
la posible inmortalidad de las mismas.
Llega
un momento de la novela en que te planteas quién es más humano, si
ClaX el módulo o su dueña, esa de la que en ningún momento de la
novela se nos dice el nombre.
Ahí
resida probablemente la clave de esta novela, en su protagonista
femenino, una niña criada para ser una mujer dura, autosuficiente.
Tan dura que más parece una máquina que una persona. Una mujer que
difícilmente puede caerle bien al lector, pero pese a ello, ejerce
sobre él una atracción total, pendiente de cuál va a ser su
próximo movimiento, su próxima “locura”, sorprendido por sentir
cierto cariño hacia un personaje que no merece por sus actos ser
querido.
Una
novela que está muy lejos de poder ser considerada una space opera
(esas novelas de aventuras con toque romántico y ambientadas en el
espacio), porque aunque tengamos acción, una acción rápida y muy
conseguida, va mucho más allá de una novela de aventuras. Porque la
acción, si bien sirve para enganchar al lector, es una mera
consecuencia de los actos de los protagonistas y lo que mantiene en
vilo es saber hasta dónde va a evolucionar tanto “ella”, el ser
humano, como ClaX, el módulo que no quería ser un robot más y al
que la fuerza del amor ha cambiado. ¿Amor un robot sin sentimientos?
Tendréis que leerlo para sacar vuestras propias conclusiones.
IMPRESIÓN
PERSONAL
He
terminado de leer esta novela justo cuando está de actualidad el
tema de los robots soldados, su fabricación, su prohibición, el
control de los mismos por medio de los hombres cuando justamente se
están haciendo cada vez más automáticos para que tomen sus propias
decisiones... Y a propósito de este tema, oía por la radio la
entrevista con una científico española que se dedica a la
investigación y fabricación de robots, que decía como en algunos
modelos se les implantaban algo parecido a las emociones, que en
función de los estímulos, les llevaba a tener determinado tipo de
reacciones sensitivas.
Como
véis, es justo lo que hace ya más de setenta años planteaba Asimov
con sus leyes de robótica para el control de los robots.
Innegable
la influencia de las obras que antes mencionaba en Galatea,
lo cual no quita ni un ápice de valor a la novela, que nos da un
punto de vista novedoso sobre el tema, en una novela con mucha
acción, pero en la que la acción y las reflexiones van de la mano.
Una novela en la que la personalidad de su protagonista, esa mujer a la que en ningún momento se da nombre, una mujer con un alma mitad humana, mitad monstruo, marca el discurrir de una narración en la que el lector está sobrecogido en todo momento por esta brillante mente que parece preferir el amor de las máquinas al de la humanidad.
Una novela en la que la personalidad de su protagonista, esa mujer a la que en ningún momento se da nombre, una mujer con un alma mitad humana, mitad monstruo, marca el discurrir de una narración en la que el lector está sobrecogido en todo momento por esta brillante mente que parece preferir el amor de las máquinas al de la humanidad.
No
puedo menos que felicitar a Melisa
Tuya por atreverse en su primera novela con un género que
en principio parece coto privado de los hombres, si bien Rosa
Montero, apoyada eso sí sobre su larga trayectoria como escritora,
se ha atrevido a hacer una incursión en el mismo con Lágrimas
sobre la lluvia (donde Blade
Runner también está presente) que ahora ha tenido
continuidad con El peso del corazón.
Una
novela con la que disfrutarán todos aquellos aficionados al género
de la ciencia ficción.
Hola Pedro, esta a mi no me llama demasiado la atención. Esta vez lo dejo pasar.
ResponderEliminarUn beso.
Vaya, el argumento desde luego resulta de lo más interesante y atractivo. Se parece un poco, lo que la idea en sí se refiere (robot con sentimientos), a Chappie, la última peli que vi en el cine.
ResponderEliminarUn abrazo ;)
No termina de llamarme la atención, que es un género que suelo tocar muy poco.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola!
ResponderEliminarEl libro me tiene muy buena pinta, la verdad. Me lo apunto aunque no sé cuándo tendré tiempo de leerlo con tanto pendiente.
Buena reseña.
Besos
Gracias por darle una oportunidad. Y lamento no atraer al resto. Es un libro de emociones, independientemente del género :)
ResponderEliminarGracias por la reseña y la valoración.
Me gusta lo que cuentas!
ResponderEliminarMe lo apunto, que es una temática que suele gustarme =)
Besotes
Tiene buena pinta, me lo anoto.
ResponderEliminarUn beso!