AVANCE DE LA SEMANA (94)

Una semana muy variada la que os traigo, no solo por lo diferentes que son entre sí todas las novelas que os presentaré, sino porque viene cargada de otros acontecimientos.

El martes espero tener lista y reseñada la última novela que ha escrito Lorenzo Silva (si no la cambiaré al martes). Sorprendente la melodía de su Música para feos.

Llevábamos mucho tiempo (desde la semana pasada) sin proponeros un sorteo, así que volvemos a la carga el miércoles. ¿Qué libro será? Seguro que os apetece.

El jueves Arturo Pérez-Reverte vuelve a hacerse presente en este blog, con una novela que publicó en el año 1993 y que, desde mi punto de vista, es una de las más divertidas que he leído de él: La sombra del águila.

El viernes turno para la ciencia ficción con Galatea, una novela de Melisa Tuya que mi hermano me regaló para Reyes y que por fín encontró un hueco en mis lecturas.

El domingo espero tener lista la presentación en Madrid de Me emborraché para olvidarte y ahora te veo doble, de Alba Corpas.

¿Qué estoy leyendo?

Carmen de la Rosa tuvo la amabilidad de enviarme por correo un ejemplar de Amapola 15. Tan buena fue mi experiencia con su novela anterior, que estoy entusiasmado con la idea de leer esta novela.

Y con más ganas aún de que mi hija acabe de leer para poderme hacer con él Me emborraché para olvidarte y ahora te veo doble de Alba Corpas, una autora a la que he visto crecer (y no lo digo en sentido figurado sino real) pues es amiga de mi hija desde que eran unas crías.

¿Qué he dejado de leer?

Normalmente no lo digo, pero en el avance de la semana pasada os hablaba de un libro y en varios de vuestros comentarios me manifestasteis vuestra curiosidad por saber qué me pareció el libro. Hablo de Cabaret Biarritz de Jose C. Vales, Premio Nadal 2015

Lo cierto es que lo dejé en la página 60. No porque estuviera mal escrito, sino porque no me enganchaba, me aburría, no conectaba con la historia. Y así es mejor dejarlo. Lo cual no quiere decir que sea un mal libro, sino que a mi no fue capaz de pasar esa barrera de cincuenta páginas que pongo como límite para continuar o no con una novela.