LA VIDA ES SUERO (ENFERMERA SATURADA)

Cómo ser enfermera y no morir en el intento

FICHA TÉCNICA

Título: La vida es suero

Autora: Enfermera saturada

Editorial: Plaza & Janés

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas

PVP: 9,90 €

AUTORA

Mi nombre es Saturnina Gallardo y soy enfermera, aunque mi familia y las compañeras del hospital me llaman Satu, la enfermera Satu, así que ahora ya sabéis de dónde viene lo de Enfermera Saturada. (Página 13)

Eso es lo que nos cuenta la autora de sí misma al principio del libro. Si quieres saber más de esta enfermera sin trabajo fijo, pendiente de la llamada de la Jefa de Personal, habrás de leer el libro.

LA VIDA ES SUERO

Profesionalmente mi vida está enmarcada en la rama sanitaria, de ahí que de entrada me llamara mucho la atención este libro. Si a eso le sumáis que mi futura nuera es enfermera de UCI, con horarios de locos y trabajo que la tiene algo más que saturada, no podía dejar de pasar de largo este libro.

Un libro que no es ni una novela ni un libro de relatos, pues su origen es el blog de la propia enfermera. Si me apuráis, sus capítulos son casi pequeños monólogos del club de la comedia. Solo que el tema que en cada uno de ellos se nos cuenta con gran sentido del humor, es real como la vida misma.

¿Queréis comprobarlo? Os dejo unas cuantas citas del libro para que comprobéis cuánta razón y humor tiene nuestra enfermera:

Pero si de algo podemos presumir las enfermeras es de trabajar en pijama, como Lorenzo Lamas, el rey de las camas. Aunque creo que el se metía en cama sin pijama... Como Espinete pero al revés. Una cosa muy loca todo. (Página 24)

“Letra de médico” es una asignatura de último año de medicina. Cuatro créditos y medio, Estoy segurísima, O eso o los médicos pautan los tratamientos escribiendo captchas aleatoriamente, poerque esa letra no es de este mundo. (Página 45)

A mi al médico me gusta definirlo como: “Todo aquel que aparece por la planta, la pone patas arriba y se va”. Igualito que los de mantenimiento. (Página 47)

Si algo tienen los turnos de noche es que son odiados y queridos a partes iguales. Trabajar de noche aumenta el riesgo de tener un infarto, diabetes, alzhéimer ¡¡y ojeras!! (estudio realizado sobre mi misma). Pero por otra parte, tienen una gran ventaja sobre el resto de los turnos: ¡¡no está la nube!! (“La nube” es mi forma cariñosa de llamar a la supervisora. ¿Por qué? Pues porque los días amanecen soleados hasta que viene una nube y los jode) (Página 50)

Después de todos estos años haciendo turnos de noche, hay algo que todavía no me ha quedado claro: cuando llego a casa por la mañana y antes de irme a dormir, ¿tengo que cenar o desayunar? (Página 52)

Un cartelito a lo Luis de Guindos para pegar en la puerta de entrada de extracciones:

“No es un pinchazo, es una interrupción temporal de la continuidad de la epidermis con vistas a recuperación, en condiciones muy favorables. (Página 60)

Menos mal que siempre llevo la ropa del hospital en el maletero del coche. Cualquier día me convalidan el carnet de feriante. (Página 70)

La primera ley de la UCI: jamás digas “¡Vaya por Dios!” si tu paciente está consciente. (Página 77)

La finalidad del prospecto es que no lo leas. Si lo lees, no tomas la pastilla. Así que las empresas farmacéuticas han optado por hacerlos con letra pequeña y casi tan largos como las etiquetas de ropa de Zara. (Página 123)

Aunque en algunos momentos puedan parecer exageraciones, son reales como la vida misma. ¿Quién no se ha enfrentado sin conocimientos farmacéuticos a la lectura de un prospecto? Aunque ahora sean electrónicas ¿recordáis la letra infame de muchas recetas, esas que solo los farmacéuticos que hemos hecho un máster en egiptología podemos entender? ¿Sabéis que los actores de Walking dead se inspiraron en enfermeros o médicos salientes de guardia para dar “vida” a sus personajes?

Sumadle a eso sus comentarios sobre los poderes mágicos de los yogures, los pacientes o su decálogo de la enfermera que más bien parece una actualización de la Ley de Murphy, para que no podáis perderos este libro.

IMPRESIÓN PERSONAL

Da gusto leer un libro como éste. Corto, sí, pero cargado de humor, arrancándome una sonrisa o incluso una carcajada (peligroso leerlo en transporte público si no queréis que os tomen por loco) página a página.

Como conocedor del mundo sanitario, me han hecho mucha gracia sus comentarios, pero me imagino que el resto habréis tenido que pisar más de una vez un hospital, por lo que no os será ajeno lo que cuenta.

En cualquier caso, está contado de un modo tan directo, en primera persona, con tanta gracia y salero, que sin duda disfrutaréis con su lectura.

No os lo perdáis, que la vida es mejor con una risa.

VALORACIÓN: 8/10

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