No
eran cuerpos extraños. Era una tromba de agua la que caía sobre el
tejado de la sala en que Lorenzo Silva
iba a comenzar la presentación de su novela en la Biblioteca Tomás
y Valiente de Fuenlabrada el pasado martes 25 de noviembre.
Ni
siquiera el aguacero que cayó sobre la localidad impidió un lleno
total para escuchar a Lorenzo Silva,
a pesar, o tal vez por eso mismo, que ya ha acudido en más ocasiones
al encuentro de sus lectores de Fuenlabrada. O como es mi caso, de
Móstoles que está al lado y era una buena ocasión para conocer en
persona al autor.
Con
Los cuerpos extraños cierra
Lorenzo Silva la que ha
dado en llamar la Trilogía de la corrupción, aquella que empezó ya
hace muchos años con El alquimista
impaciente (la corrupción empresarial), La
marca del meridiano (la corrupción policial) y Los
cuerpos extraños (la corrupción política).
El
origen de la historia es anterior a su publicación, por más que en
el momento de publicarse estuviese de plena actualidad. De hecho lo
sigue estando, porque la corrupción en las alcaldías de la costa
levantina está a la orden del día. De hecho la dimisión de la
alcaldesa de Alicante por presunta corrupción ha sido posterior no
solo a la publicación de la novela, sino incluso a la de esta charla
de presentación.
Nos
dijo Lorenzo Silva que le merece la pena buscar historias de la vida
real para crear ficción en la que los personajes le permiten contar
la realidad de su tiempo y lugar. Por eso busca elementos de la vida
real que trabaja un tiempo, por lo que la novela es siempre posterior
a ese punto de arranque.
El
primer atisbo de la historia de Los cuerpos extraños es de 2007, con
el asesinato del alcalde de una pequeña localidad de Alicante.
Parecía obra de un sicario y la posterior investigación descubrió
una turbia maraña de intereses.
Siete
años después, no ha habido juicio ni por tanto sentencia, aunque
haya personas que estuvieron en prisión por su presunta implicación
en los hechos.
Aún
partiendo de esos hechos, hay grandes diferencias. Para empezar, la
víctima en la novela es una mujer, extranjera recién llegada al
mundo de la política.
Aparece
la corrupción política (en su forma de especulación urbanística),
pero en un contexto muy diferente que en el 2013 cuando comenzó con
la novela, pues en la actualidad, pues hoy día hay un mayor
conocimiento de la situación y una menor tolerancia a la corrupción.
Para
mayor casualidad, veinte días antes de publicarse la novela, se
asesinó en León a la presidenta de la Diputación. Salió con este
asesinato a la luz pública, una forma de ejercer el poder con
intereses personales, de tal modo que alguien pueda llegar al crimen.
La
segunda gran casualidad fue también hace muy poco, cuando la Guardia
Civil echó abajo la puerta de seis ayuntamientos gobernados por
diferentes partidos políticos.
La
ficción y la realidad producen historias parecidas,
porque la esencia de los conflictos es la misma. Aunque
por otra parte también indica que la interpretación de la realidad
que hace Lorenzo Silva para hacer ficción, no va desencaminada.
Según
Lorenzo Silva, la
corrupción en España además de inmoral ha sido insensata,
demasiado voraz hasta el punto de terminar matando la vaca que
ordeñaba.
Pero
no puede perderse de vista que hay gente que hace su trabajo con
integridad. Por eso no nos hemos hundido, gracias a esa gente que le
echa valor, son trabajadores y competentes en lo que hacen.
Tras
esta larga, por duración que no por falta de interés, Lorenzo Silva
procedió a responder a las preguntas y las cuestiones que sus
lectores le realizaron.
Así
a propósito de la pareja Bevilacqua-Chamorro, inclinada en cuanto a
profundidad a favor de Bevilacqua,nos habló de como toda la
narración viene desde la cabeza de Bevilacqua que es el narrador. A
Chamorro se la ve desde fuera y no está tan implicada en la acción,
de ahí la dificultad que hay para mostrar su importancia. Si encima
es reservada...
Otra
cosa sería si fuera Chamorro la narradora, algo que no descarta para
un futuro. ¿Para cuando Bevilacqua se jubile?
Todos
las novelas de la serie contienen una cita de El
Lapidario. El Lapidario está escrito en castellano y
representa una tradición que viene de más allá. Es la herencia
cultural que llega al castellano. Nos dice Lorenzo
Silva que le apetecía que una novela negra empezara con
una cita muy castellana.
Como
funcionó, siempre ha buscado un pasaje que tenga algo en él que
hable de la víctima. Porque la víctima casi siempre queda en
segundo plano, cuando en general uno muere por algo que ha hecho. La
cita es una manera de llamar la atención sobre el personaje
principal: el muerto.
Imposible
que no surgiera una cuestión: ¿Llegará
la relación Bevilacqua-Chamorro más allá de una amistad?
La respuesta de Lorenzo Silva es lo suficientemente elocuente sobre
sus intenciones y sus gustos a la hora de escribir, pues le resulta
más interesante una historia de camaradería que de amor. (Lo cual
no es óbice para que no haya escrito historias de amor)
Inevitable
preguntar por el momento actual de la
novela negra. Para Lorenzo
Silva, la novela negra habla de cuestiones vivas y no
sobreexplotadas en la literatura. Ha madurado con muchas propuestas y
autores, tal vez porque la novela negra florece en la crisis.
El
momento actual es bueno en muchos sentidos, con gente muy buena
escribiendo, atrayendo al género a algunos de los mejores,
incluyendo a algunos que renegaron de él. Con mucha diversidad por
tanto.
Si
perdura veinte años, no será la novela negra un género menor.
Una
pregunta cuya respuesta se saben de memoria todos los autores porque
siempre se la hacen: ¿Qué le gusta
leer?: Una buena obra de ficción, buenas biografías o
autobiografías. O leer filosofía, pensamientos.
¿Qué
opina de la novela juvenil? (género que ha visitado
Lorenzo Silva entre otras con la Trilogía de Getafe): Lo difícil es
la voz, porque la técnica es la misma. Eso sí, en la novela juvenil
no le deja sitio a lo sórdido. Aunque el final no sea feliz, debe
quedar un sitio para la esperanza, para la ilusión.
También
se manifestó Lorenzo Silva
a preguntas de un asistente sobre la
cuestión catalana tan presente en alguna de sus novelas como La marca del meridiano. No se mordió la lengua a la hora de
contestar. Y no deja de ser un sufridor del tema, pues vive a caballo
entre Madrid y Barcelona. Ha podido por tanto vivir en sus carnes
cómo ha ido cambiando la situación. Por eso para mí tienen má
sentido, por vividas, sus impresiones:
Tendiendo
puentes hay muy pocos, con dinamita muchos. Los gobernantes (de ambos
lados) están siendo irresponsables. En un mundo globalizado, hemos
conseguido incomunicarnos.
¿Hasta
cuándo tendremos Bevilacqua? Sin decirnos eso de partido
a partido, novela a novela, Lorenzo Silva manifestó su intención de
seguir publicando cada dos años una novela de la serie.
Inevitablemente llegará un momento en que se jubile, pero siempre
queda la opción de volver a aquellos años que estuvo en el País
Vasco. O continuar con Chamorro. O... el tiempo lo dirá.
Fueron casi dos horas, pero lo cierto es que se pasaron en un suspiro de tan amenas como fueron. Y de allí salí tan contento después de haber sabido algo más de unospersonajes que llevan tanto tiempo conviviendo conmigo.
Fueron casi dos horas, pero lo cierto es que se pasaron en un suspiro de tan amenas como fueron. Y de allí salí tan contento después de haber sabido algo más de unospersonajes que llevan tanto tiempo conviviendo conmigo.
hola seguro que os lo pasasteis genial, este es un escritor con el que aún no me he estrenado pero con el que tengo muchas ganas, porque he visto reseñas muy positivas de uss obras. es una suerte que vivas en Madrid para poder acudir a estas citas, chao
ResponderEliminarTuve la suerte de ir a un encuentro organizado en la Feria del Libro en el que intervino junto con César P. Gellida en el que salieron a la luz muchas de las cosas que reflejas en la reseña. Es un lujo poder escucharle. Besos.
ResponderEliminarMe hubiera encantado ir, y eso que sólo he leído el primero de la serie.
ResponderEliminarUn beso!
¡Qué datos más interesantes y qué suerte la tuya!
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarQué suerte! Jeje Tuvo que ser genial. Leí solo El alquimista impaciente, los otros caerán en cualquier momento, pero me gusta mucho como escribe.
Una entrada muy interesante, gracias!
Besos.