VIAJO SOLA (SAMUEL BJORK)

Las niñas que colgaban de los árboles

FICHA TÉCNICA

Título: Viajo sola

Autor: Samuel Bjork

Editorial: Suma de letras, 2014

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 555

PVP: 19,50 €

SAMUEL BJORK

Nada sabía de este autor que es publicado por primera vez en España. Esto nos cuenta la editorial de él en la solapa interior:

Samuel Bjork es el seudónimo del noruego Frode Sander Ojen. Es novelista, autor de obras de teatro, cantante, ha expuesto en diversas galerías de arte y ha traducido a Shakesperare.

Hasta el momento ha publicado dos novelas: Pepsi love (2001) y Speed for Breakfast (2009). Vive y trabaja en Oslo.

Esta es su tercera novela, éxito de ventas en varios países donde ya se ha publicado.

ARGUMENTO

Una niña es encontrada colgada de un árbol, con una mochila escolar a su espalda, vestida como si fuera una muñeca y con un cartel colgado al cuello que dice: Viajo sola.

Este macabro hallazgo es el comienzo de un espeluznante caso en el que irán apareciendo más niñas colgadas en semejantes circunstancias sin que la policía tenga ni idea de lo que está ocurriendo.

El caso es encargado al inspector Holger Munch y su equipo especial de operaciones, para el que rescata a una antigua compañera, Mia Krüger, que abandonó la policía tras un oscuro suceso en el que disparó y mató a un drogadicto.

VIAJO SOLA

Hacía tiempo que no me enfrentaba a una novela negra nórdica, a sus peculiares personajes y a sus no menos peculiares nombres. Últimamente me he pasado a la novela negra nacional, salvo contadas excepciones de algún autor americano y a viejos conocidos nórdicos, pero no está de más de cuando en cuando viajar a los fríos del norte.

En una buena novela negra (y Viajo sola lo es), hay dos cosas que son imprescindibles: unos buenos personajes y una buena trama.

Empezaré por los personajes, uno de los grandes aciertos de esta novela, que sin llegar a ser coral porque básicamente está apoyada en la pareja de investigadores, tiene un grupo de secundarios muy interesantes.

El primero de ellos es el jefe, Holger Munch. Muy lejos del estereotipo de las novelas negras, porque para empezar no tiene problemas con el alcohol, ni es un amargado que viene huyendo de un triste pasado. Divorciado porque su mujer se hartó de no verle el pelo y terminó liándose con otro, con una hija y una nieta en la que intenta recuperar el tiempo que no dedicó a su familia.

Un friqui gordo que nunca probaba el alcohol y era un apasionado de las matemáticas, la música clásica, los crucigramas y el ajedrez. Un poco aburrido tal vez, pero un excelente investigador. Y un jefe justo. (Página 26)

No es perfecto, porque físico al margen, tiene un defecto de esos que cada vez se consideran menos perdonables:

Sin fumar no podía pensar y, si había algo que a Holger Munch le gustaba, era precisamente pensar. Usar el cerebro. El cuerpo le daba igual mientras el cerebro funcionase. (Página 25)

Junto a él Mia Krugüer, una mujer que desde pequeña tenía un don especial, el de con su inteligencia ver más allá, ver la relación lógica de las cosas, atar cabos de causas y consecuencias.

Pero ahora no está en su mejor forma. Vive sola, apartada del mundo, atiborrada de pastillas y alcohol, incapaz de asumir un pasado en el que asesinó al novio de su hermana, un drogadicto que había arrastrado a ese mundo a su hermana que murió finalmente. Ha puesto fecha de caducidad a su vida:

Si seguía así, moriría antes de tiempo, y eso no podía ser. “El 18 de abril. Faltan diez días” (Página 29)

En cuanto a la trama, está muy conseguida, con varias líneas que van confluyendo hasta un sorprendente final (como no puede ser de otra manera en una novela de este tipo que se precie de ser buena).

Por momentos llegué a pensar que Viajo sola no era la primera novela de una serie, porque se hacen muchas referencias a sucesos del pasado, como suele ocurrir cuando se trata de una serie y se intenta explicar al nuevo lector que no ha leído los libros anteriores lo que había pasado. Pero por lo que he leído no es así. De hecho, los sucesos que se narran están detallados, pero no tanto como para frenar el ritmo de la narración.

Especialmente buenas son las cien últimas páginas, en las que el autor por fin va desenredando la madeja que ha liado en todas las páginas anteriores. Y lo hace de una manera magistral, sin sacarse cosas de la manga ni recurrir a soluciones imposibles. Sin entrar en detalles, intentaba yo imaginar en las páginas finales cómo podía el autor sacar adelante a los protagonistas en una situación concreta y he de reconocer que me encantó la solución con la que salvó el obstáculo.

IMPRESIÓN PERSONAL

No he leído Viajo sola en las mejores condiciones mentales, lo cual probablemente influya en que pese a que gracias a ese final la recomiende sin reservas, no me haya entusiasmado tanto como para darle el máximo de estrellas.

A pesar de su inicio fulgurante, de lo bien que están dibujados los dos personajes principales ya desde las primeras páginas, me costó mucho centrar mi atención en la novela, me cansaba rápido, me molestaban los nombres extranjeros (y eso que esta no es de las novelas nórdicas más complicadas en cuanto a nombres). Está claro, esta ha sido una mala semana en el trabajo que me tenía el cerebro a mal traer y eso inevitablemente se ha visto reflejado en la lectura de la novela.

Tenía la tranquilidad de que sabía que era una novela que no defraudaba y ese es el mensaje que quiero transmitiros. Las páginas finales de la novela, son vertiginosas, de esas en las que no puedes parar de leer, de las que dejan un gran sabor de boca porque ha merecido la pena llegar hasta allí. Unas páginas que han hecho que apunte el nombre del autor para futuras entregas, ya sea de esta novela convertida en una serie o de temas totalmente diferentes.

Gracias a Editorial Suma de Letras que me ha facilitado un ejemplar de Viajo sola para su lectura y reseña.

VALORACIÓN: 9/10

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