El
martes 11 de noviembre asistí en la Librería Le de Madrid a la
presentación, aunque en realidad no era tal sino un encuentro con
los lectores de sus novelas, de El
mapa del caos, la novela con la que Félix
J. Palma remata su Trilogía
victoriana.
¿Remata?
Eso es lo que el autor afirmaba, que después de siete años y más
de dos mil páginas escritas, daba por concluida esta etapa para
embarcarse en un proyecto totalmente distinto.
Un
proyecto que comenzó con la lectura de La
máquina del tiempo de H.
G. Wells que encendió en él la chispa que le llevó a
escribir El mapa del tiempo. En principio iba a tratarse de un único
libro, pero tras acabarlo decidió que fuera una trilogía, compuesta
por los siguientes libros:
-El mapa del tiempo
-El mapa del tiempo
-El
mapa del caos.
El protagonista común en todos ellos es el escritor H. G. Wells y cada uno de los libros está entroncado con una de las novelas de dicho autor:
-La máquina del tiempo (El mapa del tiempo)
-La guerra de los mundos (El mapa del cielo)
-El
hombre invisible (El mapa del caos)
Aún
quedaría una cuarta novela de H, G. Wells: La isla del Doctor
Moreau, da ahí que cupiera la duda de si escribiría una cuarta
novela, algo que insistió en que no iba a hacer.
H. G. Wells |
Pero
no son los únicos. Buena parte de las historias que se nos relatan
en estos libros, realmente sucedieron, por más fantasiosas que
puedan parecernos. De ahí la magia
que desprenden estas novelas.
Y
es que la época victoriana
en la que se ambientan sus novelas, fue una época de grandes avances
científicos, hasta el punto de que todo parecía posible, desde un
viaje en el tiempo, la llegada de seres de otros mundos a esta tierra
o la comunicación con los espíritus.
Inevitablemente
surgió el tema del steampunk,
de si la Trilogía está incluida o no en este género. Lo cierto es
que este término era para mi desconocido. Como para alguno de
vosotros me imagino que también lo será, transcribo en primer lugar
la definición que en wikipedia se da a dicho término (muy
aclaratorio por otra parte)
El steampunk fue, en sus inicios, un subgénero literario nacido dentro de la ciencia ficción especulativa que surgió durante la década de 1980 a manos de escritores conocidos por sus trabajos cyberpunk. A día de hoy, este subgénero ha madurado hasta convertirse en un movimiento artístico y sociocultural y no tan solo literario. El steampunk se desenvuelve en una ambientación donde la tecnología a vapor sigue siendo la predominante y por lo general localizada en Inglaterra durante la época victoriana, donde no es extraño encontrar elementos comunes de la ciencia ficción o la fantasía.Las obras de temática steampunk a menudo muestran tecnologías anacrónicas o invenciones futuristas imaginadas por los visionarios de su época, todas ellas vistas desde la perspectiva victoriana en la cultura, el arte, la moda e incluso la arquitectura.El steampunk se inspira principalmente en los trabajos de H. G. Wells y Julio Verne y del imaginario encontrado en sus obras, por lo que al igual que el dieselpunk, este subgénero se puede englobar dentro del movimiento retrofuturista, el género de las ucronías y la ficción especulativa, pero su tendencia a incorporar elementos fantásticos y el carácter más desenfadado y utópico de sus tramas lo alejan tanto del dieselpunk como del cyberpunk.
Desde
el primer momento El mapa del tiempo
fue por muchos incluida en ese género o movimiento. Para
el autor, esta trilogía tiene elementos de dicho género, como lo
tiene de muchos otros. Lo cual es cierto, porque por mucha ficción
que sea retrata una época y aparecen personajes de la misma, por lo
que podría calificarse de novela histórica tiene elementos del
género romántico, de intriga o de ciencia ficción.
El
steampunk sería simplemente un elemento más, y no el mayor, dentro
de ella.
Al
hablar de géneros, inevitablemente surgió el tema de la ciencia
ficción. Un género en cierto modo maldito en España, con el que
pocos autores se atreven y del que directamente reniegan muchos
lectores sin saber de qué va la novela. De ahí el interés del
autor, al que por cierto se ve un enamorado del género (también es
mi caso) en dejar muy claro que todos los libros de la trilogía son
mucho más que eso. Algo en lo que también insistía yo hace años
cuando realicé la reseña sobre El mapa del tiempo (que acabo de
publicar recientemente en este blog):
Si
no eres aficionado a la ciencia ficción y por ello ibas a pasar de
esta novela, continúa leyendo un poco más, que esta novela
difícilmente puede encuadrarse en ese género.
Mucho mejor sería situarla entre los romances científicos que es el primitivo nombre que recibieron las novelas de ciencia ficción hasta que evolucionaron hasta lo que hoy día son.
Mucho mejor sería situarla entre los romances científicos que es el primitivo nombre que recibieron las novelas de ciencia ficción hasta que evolucionaron hasta lo que hoy día son.
Mucho mérito tuvo el autor a la hora de hablarnos de la trilogía, porque es muy difícil hacerlo sin caer en spoilers, sin destripar nada importante de lo que ocurre en las novelas. No obstante, nos adelantó un poco de qué trataba El mapa del caos
Y
así nos contó la presencia en la misma de Arthur Conan Doyle, un
personaje con el que se divirtió mucho Félix
J. Palma al escribirlo, pues era un hombre de
acción, un culo inquieto que era aficionado al espiritismo.
El
espiritismo, que se puso en aquella época de moda en Estados Unidos,
como el pasatiempo favorito. Una moda que llegó también a
Inglaterra, donde llegó a haber más de cien mediums dispuestos a
poner al alcance de los que les pagaran a los fantasmas de sus
antepasados. Gente que se aprovechaba del dolor ajeno, de aquellos
que se quedaron con el dolor de no haberle dicho algo al fallecido.
Es
en una de estas sesiones de espiritismo donde algo sale mal,
terriblemente mal y se desencadenan fuerzas que pueden acabar con
este mundo. Para evitarlo, existe un libro llamado El mapa del caos,
que los protagonistas buscarán desesperadamente para evitar la
desaparición de este mundo.
Y
aprovechó el autor para hablarnos de la teoría de los multiversos,
que dicho así suena muy raro, pero que hace referencia a que éste
universo no es el único, sino que hay numerosos universos, paralelos
o no, que pueden interactuar entre sí.
También
nos avanzó que en este último libro, sabremos por fin quién es el
narrador de la historia. Algo que en ningún momento se planteó al
escribir el primer libro. Había un narrador y ya está. Pero cuando
publicó la segunda novela, en diferentes encuentros le preguntaron
quién era dicho narrador y tuvo que estrujarse el cerebro para, algo
que no había previsto en un primer momento, peor que finalmente ha
resuelto en esta tercera novela de modo que todo cuadrara.
Y
con la firma de libros por parte del autor y una copa de cava a la
que nos invitó el librero para celebrar el futuro triunfo de El mapa
del caos, se acabó este encuentro en el que pude conocer al autor de
esta trilogía.
Lo
que aquí os he narrado no es una crónica lineal de todo lo que allí
se dijo, pues aún dio más de sí, sino una recreación de aquella
tarde que espero os anime a leer el libro. (Los libros, más bien)
Este tipo de cosas es lo que más os envidio a los madrileños.
ResponderEliminarAun no he leído ninguno de los libros pero me gustaría hacerlo.
Besos
Que suerte,gracias por contarlo, besotes
ResponderEliminarGracias por la crónica! El primer libro me gustó mucho y el segundo lo tengo en la estantería pendiente. Así que seguramente caiga el tercero también.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me quedan unas 30 páginas. Con algo de suerte el martes veré al autor. Besos
ResponderEliminar¡Que ganas de ponerme y leer la trilogia¡¡
ResponderEliminarQué bien poder acudir a estos eventos!
ResponderEliminarBesos Pedro
Yo no he leído ninguno de los libros del autor, pero salí de la presentación con muchas ganas de hacerlo.
ResponderEliminarUn beso!
Me encantaría leer esta trilogía, pero son tantos los libros que se me acumulan que cada día lo veo más difícil. Estas presentaciones son estupendas y ya sabes que me gusta ir a todas las que puedo, que siendo en día laborable y antes de las 20.00 me resulta bastante difícil. Besos.
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