DEFECTO DE FÁBRICA (ALFONSO GUTIÉRREZ CARO)

El caso de la rubia desaparecida

FICHA TÉCNICA

Título: Defecto de fábrica

Autor Alfonso Gutiérrez Caro

Editorial: Amarante

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 177

PVP: 15,00 €

ALFONSO GUTIÉRREZ CARO

Estos son los datos que proporciona la Editorial Amarante del autor:

Alfonso Gutiérrez Caro, Cartagena (Murcia), 1982.
Licenciado en Historia por la Universidad de Murcia. Sus inicios literarios vienen marcados por una interesante actividad como escritor de relatos breves.
Mención de honor en el Concurso Galileo de relatos de ciencia ficción (2009) con “Lapsus Machina”, incurso en la antología del mismo nombre. Ha publicado el relato “Muere el último humano físico” en Revista Redes para la Ciencia nº 10 (2010). El relato “Reinicio” en la Antología Descubriendo Nuevos Mundos (2011) de la Federación Española de Fantasía Épica. Su cuento “Sencillamente monstruos”, fue incluido en “Cryptonomikon VI” antología del Cryptshow Festival (2013).
Actualmente colaborador de la sección de Cine en “Diario Siglo XXI”

Amarante publica su primera novela: “Defecto de fábrica” (Enero 2014)

ARGUMENTO

«Lo que ves es lo que hay. Un pobre desgraciado que apenas tiene con qué pagar las facturas al que un buen día le cayó un caso demasiado gordo en las manos... Y ahí sigo. Tratando de salir del agujero en el que me ha hundido.» (Página 149)

El es Samuel Alonso. Un buen día, o quizás visto lo visto fue en realidad un mal día, se presentó en su agencia de detectives (en realidad un despacho en el que además de atender a algún cliente despistado que por allí se presente es su vivienda) un matrimonio para que buscara a su hija desaparecida desde hace unos meses.

DEFECTO DE FÁBRICA

No hay ninguna duda. Defecto de fábrica es novela negra. Y lo es porque reúne todos los tópicos que tiene una novela negra clásica:

-Una rubia fatal: En este caso es una foto de la desaparecida la que encandila al detective:

«La retratada lucía larga melena dorada, luminosa ez, pómulos altos, nariz chata y lieramente apuntada, encarnados labios en forma de corazón y serena mirada azul.» (Página 12)

-Un detective que está en las últimas: Samuel lleva meses sin un caso decente. Lo mejor de su despacho es una alarma que dejará de tener en breve si no paga las letras.

-Un detective al que le dan buenas palizas: Samuel se llevará unas cuantas seguidas:

«Definitivamente no estaba siendo una buena semana para su cara bonita.» (Página 133)

-Un detective cuya arma es la ironía: Samuel no lleva armas. Solo su inteligencia y su lengua rápida:

«-¿La ironía es tu mecanismo de defensa¿.

-En realidad es algo así como mi forma de vida.» (Página 66)

-Un detective con casos de poca monta: Samuel es lo que llaman en el libro un buscacuernos, lo qie en otras novelas definen como un huelebraguetas.

-Es valiente: O un inconsciente, según se mire

«Admiro tu valor, chaval, estás al borde del precipicio como el coyote del correcaminos y aún así bromeas. O eres condenadamente listo o un gilipollas de mucho cuidado.» (Página 88)

-Arrastra un oscuro pasado: Hasta avanzada la novela, no sabremos qué es lo que ocurrió en su pasado que le ha llevado a lo que hoy es:

«No era la primera vez que le ocurría, ni tampoco seria la última, pero añorar el pasado se estaba convirtiendo en su más eficaz válvula de escape.» (Página 21)

-Con referencias al género negro: En este caso se trata de una película que es todo un clásico

«En la tele estaban dando “El sueño eterno”, una de sus películas favoritas.» (Página 24)

Solo hay uno de los tópicos del género que Samuel no cumple: No es un alcohólico. De hecho en una larga espera mientras controla un local desde un bareto de Cartagena, lo que se toma son tres Fantas de naranja.

Eso sí, fuma casi tanto como en una de aquellas viejas películas en blanco y negro de cine negro. Aunque para darle un toque de actualidad, tiene que aguantarse en muchos casos el mono porque en los bases y cafeterías ya no se puede fumar.

¡Ojo! Porque tras leer lo anterior, podéis pensar que Defecto de fábrica es una novela más del montón y que no merece la pena leer. Nada más lejos de la realidad, porque el gran mérito de Alfonso Gutiérrez Caro es haber construido a partir de los tópicos del género, una novela negra entretenida, diferente y actual.

Murcia

Diferente porque Defecto de fábrica está ambientada en Murcia y Cartagena, unos escenarios que el autor conoce sin duda muy bien por haber nacido y vivido allí.

Actual porque aunque las referencias a los acontecimientos actuales son mínimas (la crisis evidentemente sale a relucir), la temática que trata (sin entrar en detalles que desvelen innecesariamente la trama) es de hoy día. Cuando lees esta novela, no piensas en una obra escrita hace muchos años con hechuras de novela negra clásica.

Entretenida, con esa capacidad de las buenas novelas de atraparte entre sus páginas, de meterte en la piel de los protagonistas y hacer que sufras con y por ellos Y es que a pesar de los tópicos del género, está muy bien trazado el protagonista principal, hasta el punto de que Defecto de fábrica muy bien pudiera ser el inicio de una serie.

Cartagena

No me convence mucho la portada. No es de esas portadas que llaman la atención como para coger la novela y leer luego su contraportada. Tampoco el título es de los que llama la atención. Y sin embargo, he de reconocer que aunque nada diga de lo que va a depararnos la novela o incluso nos haga pensar que ésta va por otros derroteros, esta muy bien elegido. El título proviene de un par de citas del libro, la que os dejo a continuación y la de otra con la que acaba la novela:

«Todos nacemos con algún defecto de fábrica. Aunque lo tengamos todo a nuestro alcance algo en nuestro interior nos obliga a hacer cosas que están más allá de toda comprensión, incluso del sentido común. Nadie es perfecto, por eso a veces hacemos daño a aquellos que más nos quieren, o sentimos la necesidad de robar, de mentir, o, algunos, hasta de matar.» (Página 141)

IMPRESIÓN PERSONAL

Por si no ha quedado suficientemente claro por ese comienzo hablando de tópicos, Defecto de fábrica es una novela negra que no debería perderse ningún aficionado a este género. Lo es porque ha sabido actualizar el género a partir de sus premisas más clásicas.

Si a eso le añadimos que como decía antes es una novela diferente y entretenida, son motivos más que suficientes para leerla.

Pero al margen de eso, me ha llamado la atención la prosa de Alfonso Gutiérrez Caro. Potente, capaz de crear con pocas palabras una atmósfera muy especial que puede dar mucho de sí no sólo en novela negra, sino en todo aquello que tenga que ver con el thriller.

Basta con leer el primer capítulo de Defecto de fábrica con esa persecución en el desierto de una madre y una hija, para comprender como este autor es capaz de hacernos sentir una tremenda angustia en muy pocas líneas.

Tras la lectura de Defecto de fábrica, quedo atento a la próxima novela de Alfonso Gutiérrez Caro, convencido de que confirmará en ella toda la maestría que apunta en esta novela.

Gracias a EditorialAmarante que me ha proporcionado un ejemplar de esta novela para su lectura y reseña.

VALORACIÓN: 8/10

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