Título:
Consummatum est
Autor:
César Pérez Gellida
Editorial:
Suma de Letras
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas:
677
PVP: 19,00 €
Editorial: Punto de lectura, 2015
Encuadernación: Tapa blanda, bolsillo
Páginas: 680
PVP: 9,95 €
CÉSAR PÉREZ GELLIDA
Con la publicación de Memento mori fue la primera vez que oí hablar de este autor. Pero no iba a ser la ultima, porque ahora está en boca de muchísimos lectores. Todavía desconocido para gran parte del público, os transcribo lo que en el interior de la novela se dice de él:
«César Pérez Gellida nació en Valladolid(algo que queda muy patente en Memento mori) y Consummatum est) en 1974. Es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y máster en Dirección Comercial y Marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid. Ha desarrollado su carrera profesional en distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación en empresas vinculadas con el mundo de las telecomunicaciones y la industria audiovisual hasta que en 2011 decidió trasladarse con su familia a Madrid para dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor.
César Pérez Gellida irrumpió con fuerza en el mundo editorial con Memento mori que cosechó grandes éxitos tanto de venas como de crítica y obtuvo el Premio Racimo de literatura de 2012. Constituía la primera parte de la trilogía "Versos, canciones y trocitos de carne", que continuó con Dies irae y que se cierra ahora con Consumatum est»
ARGUMENTO
Augusto
Ledesma ya no es una figura nacional. Ahora se ha convertido en
Patrimonio de la Humanidad, y hasta la alejada y pacífica Islandia
llegan sus horrendos crímenes. En este caso asesina a los seis
miembros de una familia.
La
globalización de sus crímenes hace que se cree una unidad especial
de la INTERPOL al mando de Robert J. Michelson (Jefe de la Unidad de
Búsqueda Internacional de Prófugos). Junto a él trabajarán Ramiro
Sancho, Gracia Galo (Inspectora de Trieste), Ólafur Olafsson
(comisario de Reikiavik)y Erika Lopategui (Doctora en Psicología)
El
círculo está a punto de cerrarse.
VERSOS
CANCIONES Y TROCITOS DE CARNE
Treinta
meses, los primeros a tiempo parcial pues tenía que
compatibilizarlos con su trabajo le ha llevado a César
Pérez Gellida terminar esta trilogía.
No
es que César Pérez Gellida
la concibiese desde el primer momento como tal, pero empezó a
escribir y vio que los personajes lo pedían. Lo cierto es que entre
los tres libros suman unas 1700 páginas, algo que no hay libro ni
lector que lo aguante de golpe.
Los
libros que componen esta trilogía, que en la última portada ya se
la denomina como tal (y que aparecerá en las reediciones de las
anteriores) son:
Hay
una serie de características comunes entre todos los libros, más
allá de sus personajes. Son libros con banda
sonora (de ahí lo de canciones). Unas canciones cuya
letra se inserta en la propia narración y cuya lista podemos
encontrar al final de cada libro. Los capítulos reciben también el
nombre de canciones. En el caso de Consummatum
est están tomadas del grupo Love
of Lesbian.
La
firma que el autor va dejando en cada crimen, salvo en aquellos que
comete como actos defensivos o como necesarios para su huida, son
unos poemas. Poemas que no
solo se insertan en el texto, sino que podemos encontrarlos al final
de cada libro.
Claro,
que la trilogía nada sería sin unos personajes
tan peculiares y de una personalidad tan marcada como los que César
ha creado: Desde ese Augusto Ledesma con sus expresiones latinas o al
inspector Ramiro Sancho con sus refranes (algunos inventados
directamente por el autor). Pero no se quedan atrás Carapocha y sus
duelos dialécticos en Memento Mori con Sancho, o el comisario de
Reikiavik Ólafur Olafsson intentando aplacar su jauría particular.
Al
principio de cada libro podremos saber quién es quién, una idea que
el autor nos dice tomo de los libros de Juan Gómez Jurado, pues
aparecen los personajes del libro. A diferencia de otras novelas en
la que el lío de personajes es importante, son tan claras las
características y la personalidad con la que el autor los traza, que
en realidad es un adorno.
|
Reloj de Praga |
Todos
los libros tienen un tanto de metaliteratura. Augusto va “robando”
sus nombres de personajes famosos de la literatura. En esta novela
los de Rodión Románovich Raskólnikov (protagonista de Crimen y
castigo) o en plan nacional el de Javier Fumero, protagonista de La
sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón.
Tanto
de La sombra del viento como de El juego del ángel de Ruiz Zafón,
opinara César en Consummattum est. Sin perdernos este comentario que
deja caer por boca de uno de sus personajes:
La
realidad es que, en España se lee muy poco y se olvida rápidamente.
(Página 139)
César
Pérez Gellida nos deja su firma en cada novela de esta
trilogìa al estilo de Hithcock con un cameo. Aparece tal cual es en
una escena del libro. Os invito a buscarlo.
Y
puestos a contar guiños, el que le hace a Michael Robinson, que es
su agente, en esta novela:
-No
puedo mostrarle la mía, pero mister Robinson está al corriente de
ella.
La
agente arrugó la cara.
-Michelson,
se refiere a Robert J. Michelson. (Página 125)
Pocos
autores pueden presumir de tener unos prologuistas de lujo como los
que se presentan en esta trilogía: Michael Robinson, Jon Sistiaga y
Lorenzo Silva, el maestro de la novela negra actual, que es el
encargado de rematar la trilogía en su prólogo.
CONSUMMATUM
EST
Consummatum
est: Expresión latina que significa “Todo
se ha acabado”. Cierto, se
acabó. No hay trampa, Consummatum
est supone
el cierre definitivo de la trilogía, sin historias sueltas que hagan
necesario un continuará.
¿Quiere
eso decir que podemos decir definitivamente adiós a los personajes
de este libro? No necesariamente, pues como dice el autor en la nota
final:
|
Plaza Mayor de Valladolid |
No
quiere decir que haya enterrado a los personajes que han aparecido en
“Versos, canciones y trocitos de carme”. No podría aunque
quisiera. Por tnto, puede que Ramiro Sancho, Ólafur Olafsson o
Gracia Galo protagonicen otra u otras novelas negras. ¿Por qué no?
También
pudiera ser que viésemos renacer a Carapocha en otro espacio
temporal y en una de espías o, quizá, a Erika Lopategui continuando
su tarea ¿Quién sabe?
El
círculo se cierra. La trilogía comienza en Valladolid y termina en
Valladolid, por más que esta sea una novela muy viajera, con Augusto
Ledesma moviéndose por media Europa.
Tiene
Consummatum est dos partes
muy bien diferenciadas. Los dos primeros tercios son un thriller de
acción que no da tregua en ningún momento en los múltiples
escenarios en que tiene lugar la acción, siempre detrás de Augusto
Ledesma, siempre a un paso de cogerlo, pero sin conseguirlo. El
último tercio no pierde ritmo narrativo, pero se convierte en un
thriller piscológico que nos muestra el enfrentamiento entre Augusto
y Ramiro Sancho. Un duelo mental por todo lo alto, creando una gran
tensión en el lector al introducir un reloj en la narración, pues
sin entrar en detalles, todo tiene un tiempo final.
Lo
sabemos desde el principio del libro, en el que el autor marca la
fecha en que todo va a concluir, por más que lo que no sepamos es
cómo va a terminar.
IMPRESIÓN
PERSONAL
Empecé
a leer esta trilogía en agosto, cuando se publicó con El
País la primera entrega. Una jugada por cierto genial,
pues fue la que puso en órbita al autor y su obra. Memento
mori me encantó, me enamoró y Dies
Irae su comntinuación, solo consiguió acrecentar en mí el
deseo de leer la culminación, este Consumatum
est que hoy os presento.
Una
expectativas que ya de entrada puedo decir que no han sido
defraudadas. Y es que Consummatum est reúne lo mejor de las dos
entregas anteriores. Por una parte tiene aquellos duelos verbales
entre Carapocha y Ramiro Sancho, que ahora son entre Ramiro y
Augusto. Y los refranes, que han vuelto con un Ramiro en plena forma.
Por
otra parte tiene el ritmo de thriller de acción que tiene Dies
irae, con la ventaja de no tener el freno que dicha novela
tenía al contarnos la guerra de los Balcanes.
Probablemente
Consummatum
est sea la mejor de
las tres entregas. Porque
el ritmo y el agobio final que se siente con su lectura, supera lo
escrito hasta ahora. Quedaba lo más difícil: el cierre.
Creo
que ha conseguido un digno
final para sus personajes. Probablemente
hubiera podido ser más espectacular, pero seguramente a costa de la
verosimilitud de la trama, de sacarse un desconocido as de la manga.
No hay trampas. El final es una consecuencia lógica de la evolución
que los personajes han mostrado a lo largo de toda la trilogía.
Echaré
mucho de menos a Ramiro Sancho y sus compañeros. O
puede que no si César decide retomar alguno de ellos para otra
novela, aunque ya sabemos que en la próxima por lo menos no será.
Si
debo aclarar, que en éste caso es imprescindible
comenzar la lectura por la primera novela
de la trilogía y seguir
el orden. Si aún no lo has hecho ¿a qué esperas
para perderte en este universo de versos, canciones y trocitos de
carne?
Gracias a Suma de Letras por facilitarme un ejemplar de Consummatum est para su lectura y reseña.
VALORACIÓN:
9/10
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