Capítulo V. Donde se prosigue la narración de la desgracia de
nuestro caballero
Habíamos dejado a Don Quijote en el capítulo anterior derrumbado en el suelo y con el cuerpo molido a palos tras su frustrado ataque a un grupo de comerciantes que se negaron a rendir pleitesía a su Dulcinea.
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hete aquí que por el lugar acierta a pasar un vecino que lo reconoce
y se apresta a darle ayuda, montándolo en su burro y devolviéndolo
a su pueblo, donde la sobrina, el cura y el tío de Don Quijote están
asustados por su ausencia desde hace ya tres días.
El
diagnóstico de la sobrina es inapelable: Tanta lectura de novelas de
caballería es la culpable del extravío de su tío, que hace
aparición maltrecho en la casa.
¡Desventurada de mí!, que me doy a entender, y así es ello la verdad como nací para morir, que estos malditos libros de caballerías que él tiene y suele leer tan de ordinario le han vuelto el juicio; que ahora me acuerdo haberle oído decir muchas veces, hablando entre sí, que quería hacerse caballero andante e irse a buscar las aventuras por esos mundos.
Me encanta la frase de la sobrina... y refleja una de las partes más importantes del libro :D
ResponderEliminarPues se podían haber dado cuenta antes, ¿no?? jeje a buenas horas!!! A ver cómo sale de ésta Don Quijote.
ResponderEliminarA mí me ha gustado leer pleitesía, qué bonita palabra.
ResponderEliminarSaludos
La sentencia del cura es durísima en el capítulo.
ResponderEliminarBs.
Nos vamos acercando a una de las escenas cumbres de este libro...
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo lo estoy disfrutándo mucho :)
ResponderEliminarSufro por los pobres libros...
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