Don Diego Alatriste de conjura entre los canales venecianos
Título: El puente de los asesinos
ARTURO PÉREZ-REVERTE
-Limpieza de sangre: Continúan las aventuras en Madrid, cuando una mujer aparece estrangulada frente a la iglesia de San Ginés y Quevedo enreda a Alatriste en otra aventura
-El oro del rey: En esta ocasión la acción lleva a Alatriste con un grupo de espadachines a Sevilla, con una peligrosa misión, pues hay que desentrañar qué está pasando con el contrabando del oro que viene de las Indias.
-Corsarios de Levante: Nos subimos a las galeras de Nápoles, donde van a combatir a los corsarios que no paran de asolar las cosas levantinas.
-El puente de los asesinos: Nápoles, Roma y Venecia son los escenarios en los que tiene lugar esta entrega de las aventuras de Alatriste.
Don Diego Alatriste
Por todos conocido como capitán Alatriste, por más que no tenga tal rango militar. No obstante, su capacidad para dirigir hombres y sacarlos de situaciones peligrosas, es el que ha llevado a que todos lo llamen así.
Pocas descripciones tan buenas de un personaje como la que de él se nos hace, en un gran arranque de la serie, cuyas primeras palabras son para describirnos este personaje:
«No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio, y había luchado con los soldados de los tercios viejos en las guerras de Flandes.
Cuando lo conocí malvivía, alquilándose por cuatro maravedíes en trabajos de poco fuste, a menudo en calidad de espadachín por cuenta de otros que no tenían la destreza o los arrestos para solventar sus propias querellas. Ya sabéis, un marido cornudo por aquí, un pleito o una herencia dudosa por allá, deudas de juego pagadas a medias y algunos etcéteras más.»
Íñigo de Balboa
Es el narrador de la historia de Alatriste, de ahí que buena parte esté narrado en primera persona. Al morir su padre en una de las batallas que libraba junto a Alatriste, encomendó a este que se quedara a su cuidado. Lo cual no impide que quede enredado en las aventuras de Alatriste. Como ocurre al final de la primera novela, con su enfrentamiento con Gualterio Malatesta, el malo de toda la serie:
«Debería acabar contigo, ahora que aún eres un chiquillo... Antes de que seas un hombre y me mates tu a mí.
Después volvió la espalda y se fue, convertido de nuevo en la sombra negra que siempre había sido. Y oí su risa alejándose bajo la lluvia.» (Final de El capitán Alatriste)
En El puente de los asesinos Íñigo de Balboa ya tiene dieciocho años. Apenas un chaval hoy día, pero todo un hombre en aquellos tiempos, máxime si había vivido todo lo que había vivido:
«La vida junto a mi antiguo amo, Madrid, Flandes y el Mediterráneo, había hecho de mí lo que era ahora: un mozo de manos recias y buen ojo, sereno a la hora de desnudar la sierpe, diestro en el oficio de acuchillar y ser acuchillado, con maneras de soldado y edad suficiente para tomar decisiones.» (El puente de los asesinos. Página 33)
Quevedo
El famoso escritor, gran amigo de Alatriste vuelve a reaparecer en esta novela, y como siempre termina enredando a Alatriste en una aventura de muy incierto final. Impresionante también la descripción de Quevedo
«Era un poeta cojitranco y valentón, putañero, corto de vista, caballero de Santiago, tan rápido de ingenio y lengua como de espada, famoso en la corte por sus buenos versos y su mala leche.» (El capitán Alatriste. Página 21)
«Espada tengo. Lo demás que Dios lo remedie.» (El puente de los asesinos. Página 276)
DATOS TÉCNICOS
Título: El puente de los asesinos
Autor:
Arturo
Pérez-Reverte
Editorial: Alfaguara
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 384
PVP: 19,50 €
Editorial: Alfaguara
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 384
PVP: 19,50 €
ARTURO PÉREZ-REVERTE
Arturo Pérez-Reverte figura entre los autores de novela más conocidos y vendidos en España, sobre todo a partir de su serie del Capitán Alatriste, que dicho sea de paso, no es lo que más me gusta de él, aunque son de sus novelas más divertidas.
De toda su narrativa (veintitrés novelas incluidas las de la serie Alatriste), sólo hay tres novelas que no he leído El húsar, Un asunto de honor y Cabo Trafalgar (esta última no tengo ninguna intención de leerla, que parece ser lo más aburrido de todo lo que ha escrito). Son por tanto diecinueve novelas, veinte con esta última las que he leído del autor, que para no caerme bien, no podrá decir que no estoy entre sus incondicionales.
Una característica tienen en común, incluidas las de la serie del Capitán Alatriste las novelas de Arturo Pérez-Reverte: Se dividen en dos tipos, las novelas que acaban mal y las que acaban muy mal.
Por lo visto el propósito inicial de Pérez Reverte cuando empezó a escribir estos libros, era hacer de la historia algo agradable y atractivo, que apeteciese conocerla. Y creo que realmente lo ha conseguido. Y ha sido así como lo que iba a ser una novela, ya ha alcanzado la cifra de siete:
Una característica tienen en común, incluidas las de la serie del Capitán Alatriste las novelas de Arturo Pérez-Reverte: Se dividen en dos tipos, las novelas que acaban mal y las que acaban muy mal.
Por lo visto el propósito inicial de Pérez Reverte cuando empezó a escribir estos libros, era hacer de la historia algo agradable y atractivo, que apeteciese conocerla. Y creo que realmente lo ha conseguido. Y ha sido así como lo que iba a ser una novela, ya ha alcanzado la cifra de siete:
-El Capitán Alatriste: Comienzan las aventuras de este soldado y espadachín del siglo XVII, recorriendo en este libro las calles y callejuelas de Madrid donde vive una corte corrupta y en decadencia.
-Limpieza de sangre:
-El sol de Breda: Uno de los episodios importantes de los tercios de Flandes fue el asedio de la ciudad de Breda en el año 1625. Aquí debuta en combate Íñigo Balboa, como mochilero
-El oro del rey:
-Corsarios de Levante:
-El puente de los asesinos:
El
puente de los asesinos es la séptima y hasta ahora última
entrega de la serie del capitán Alatriste, el personaje más famoso
creado por Arturo PérezReverte.
Uno
de los pocos escritores españoles cuyo sólo nombre es casi un
seguro de ventas es Arturo Pérez-Reverte. Las novelas de
Pérez-Reverte pueden dividirse en tres tipos:
-Las que acaban mal.
-Las que acaban muy mal.
-Las de la serie de Alatriste.
-Las que acaban mal.
-Las que acaban muy mal.
-Las de la serie de Alatriste.
Aunque
haga un aparte con la serie de Alatriste, está claro que su poso
amargo es de las que aunque cada libro pueda tener casi un final
feliz, el final de la serie estará dentro de uno de los otros
grupos, pues acabará mal o muy mal, dependiendo de tus gustos
particulares.
El
final ya se anticipó en Alatriste, la película, con el cuadro de
las tropas españolas resistiendo el último asalto en Rocroi. Lo que
allí se anunciaba, aquí se especifica. En palabras de Íñigo
Balboa:
«Fui
en suma, para mi siglo, un hombre afortunado. Alcancé grados
militares y obtuve mercedes cortesanas. Pero durante toda mi vida, en
cuanto papel pasó por mis manos, firmé siempre, incluso siendo jefe
de la guardia real, como alférez Balboa. La graduación que tuve en
Rocroi el día que vi morir al Capitán Alatriste.»
(El puente de los asesinos. Página 123)
ARGUMENTO
«Dos
hombres se batían a la luz indecisa del amanecer, silueteados en la
claridad gris que llegaba despacio por levante.»
Así
comienza la que hasta ahora es la última aventura del capitán
Alatriste, con un duelo al amanecer, con algunos de sus compañeros
tirados y heridos en una playa a la espera de ser liberados. Un duelo
que quedará en nuestra memoria y a medida que pasen las páginas
adivinaremos quiénes son los que en él participan.
Un
gran arranque, aunque evidentemente no pueda llegar a superar aquel
con el que empezaba la primera novela de esta serie: «No
era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre
valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio.»
Estamos
ante lo que es la última escena de la novela, pero ¿cómo se ha
llegado hasta ahí? Pues gracias a la participación de Quevedo, gran
amigo de Alatriste al que ya hemos podido disfrutar en alguna de las
novelas de la serie y que siempre se las apaña para meter a
Alatriste en enredos de difícil solución.
Es lo que tiene la amistad, que de una vez para otra Alatriste se fía de Quevedo y termina enredado en aventuras muy peligrosas.
Es lo que tiene la amistad, que de una vez para otra Alatriste se fía de Quevedo y termina enredado en aventuras muy peligrosas.
Aunque
quizás ninguna tan peligrosa como ésta, en que por bien de los
intereses del imperio español, conviene derrocar al Duce de Venecia,
para lo cual el plan es asesinarlo durante la misa del gallo. No es
Alatriste el encargado de cometer tal asesinato, pero si el
responsable de mandar un pequeño grupo que llevará a cabo una serie
de acciones destructivas en Venecia nada más producirse el
asesinato, que redundarán en el mayor beneficio y la gloria de
España.
Todo
ello, no tanto por amor a la patria, sino por una paga muy
sustanciosa.
PERSONAJES
Arturo
Pérez-Reverte tiene el gran mérito de saber dibujar
perfectamente a sus personajes, dotados de una gran humanidad que
hace que no sean unos héroes perfectos, sino que en ellos el lado
malo y el bueno convivan en permanente lucha, o ya puestos, en
convivencia pacífica, pues según las circunstancias domina uno u
otro.
Don Diego Alatriste
Por todos conocido como capitán Alatriste, por más que no tenga tal rango militar. No obstante, su capacidad para dirigir hombres y sacarlos de situaciones peligrosas, es el que ha llevado a que todos lo llamen así.
Pocas descripciones tan buenas de un personaje como la que de él se nos hace, en un gran arranque de la serie, cuyas primeras palabras son para describirnos este personaje:
«No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio, y había luchado con los soldados de los tercios viejos en las guerras de Flandes.
Cuando lo conocí malvivía, alquilándose por cuatro maravedíes en trabajos de poco fuste, a menudo en calidad de espadachín por cuenta de otros que no tenían la destreza o los arrestos para solventar sus propias querellas. Ya sabéis, un marido cornudo por aquí, un pleito o una herencia dudosa por allá, deudas de juego pagadas a medias y algunos etcéteras más.»
Tampoco
está mal la descripción que de él hace en El
puente de los asesinos:
«Marcas
en la cara, las manos y la frente. Sois uno de esos hombres, había
comentado Quevedo, que llevan la biografía a lo vivo pintada en la
estampa.» (El puente
de los asesinos. Página 61)
Íñigo de Balboa
Es el narrador de la historia de Alatriste, de ahí que buena parte esté narrado en primera persona. Al morir su padre en una de las batallas que libraba junto a Alatriste, encomendó a este que se quedara a su cuidado. Lo cual no impide que quede enredado en las aventuras de Alatriste. Como ocurre al final de la primera novela, con su enfrentamiento con Gualterio Malatesta, el malo de toda la serie:
«Debería acabar contigo, ahora que aún eres un chiquillo... Antes de que seas un hombre y me mates tu a mí.
Después volvió la espalda y se fue, convertido de nuevo en la sombra negra que siempre había sido. Y oí su risa alejándose bajo la lluvia.» (Final de El capitán Alatriste)
Asistimos
al crecimiento de Íñigo de Balboa, que va dejando de ser ya un
crío. "Ha
crecido mucho el jodío zagalito" dice uno de
los amigos del Capitán, a lo que este replica "No
lo sabes bien".
Se
plantea su futuro, que para él pasa por el oficio de soldado: «Quise
ser soldado, lo era al fin, y a ello me aplicaba con la resuelta
pasión de mi juventud.» (Corsarios de
Levante. Página 47)
No
obstante, Alatriste insiste en su educación, consciente del pobre
futuro que aguarda siempre a un soldado. Peculiar personaje este
soldado, que junto a sus armas siempre a punto, lleva en su mochila
algún libro: «La
pluma llega más lejos que la espada, y más futuro que un matarife
profesional, tendrás siempre alguien versado en libros y leyes, bien
situado en la corte.»(Corsarios de Levante. Página
46)
En El puente de los asesinos Íñigo de Balboa ya tiene dieciocho años. Apenas un chaval hoy día, pero todo un hombre en aquellos tiempos, máxime si había vivido todo lo que había vivido:
«La vida junto a mi antiguo amo, Madrid, Flandes y el Mediterráneo, había hecho de mí lo que era ahora: un mozo de manos recias y buen ojo, sereno a la hora de desnudar la sierpe, diestro en el oficio de acuchillar y ser acuchillado, con maneras de soldado y edad suficiente para tomar decisiones.» (El puente de los asesinos. Página 33)
Es
cualquier cosa menos un crío, pues el ambiente de la soldadesca lo
ha mamado desde crío, de ahí que esté presto siempre a la
pendencia:
«Otros,
sin embargo, el capitán Alatriste y y mismo éramos de esos que
estiman que la más saludable forma de templar una injuria es meterle
dentro, seis pulgadas de acero toledano.» (El
puente de los asesinos. Pagina 60)
Quevedo
El famoso escritor, gran amigo de Alatriste vuelve a reaparecer en esta novela, y como siempre termina enredando a Alatriste en una aventura de muy incierto final. Impresionante también la descripción de Quevedo
«Era un poeta cojitranco y valentón, putañero, corto de vista, caballero de Santiago, tan rápido de ingenio y lengua como de espada, famoso en la corte por sus buenos versos y su mala leche.» (El capitán Alatriste. Página 21)
Gualterio
Malatesta
¿Qué
sería de una novela de aventuras sin un malo malvadísimo? Pues ese
es el papel que desempeña Gualterio Malatesta, enemigo acérrimo de
Alatriste, con el que se ha batido ya unas cuantas veces. La ultima
vez que lo hicieron, Alatriste le perdonó la vida, no por bondad,
sino porque lo necesitaba vivo para que quedara claro quién era el
culpable en el intento de asesinato al rey. Total, daba igual, porque
difícilmente saldría vivo de las torturas a las que sería sometido
por las autoridades.
Pero
Malatesta tiene más vidas que un gato y ha conseguido sobrevivir
incluso a las torturas de la inquisición. Además en esta nueva
aventura, por una vez y sin que sirva de precedente, Alatriste y él
están en el mismo bando, por lo que las cuentas que ambos tienen
pendientes, deberán seguir pendientes hasta que finalice todo.
Claro,
que Alatriste no lo tiene claro del todo:
«Para
Gualterio Malatesta, una cuchillada por la espalda era compatible con
cualquier tipo de compromiso.» (El puente
de los asesinos. Página 70)
Y
sin embargo, pese a su odio, ambos tienen demasiadas cosas en común,
empezando por una más que evidente:
«Era más que probable que ambos, uno y oro, se estuvieran haciendo viejos.» (El puente de los asesinos. Página 257)
«Era más que probable que ambos, uno y oro, se estuvieran haciendo viejos.» (El puente de los asesinos. Página 257)
IMPRESIÓN
PERSONAL
Aunque
no dejen de ser unas novelas menores, lo cierto es que cada vez me
gustan más las novelas del capitán Alatriste. Es cierto que son
novelas de aventuras, pero tienen algo más, porque al margen de las
aventuras, Arturo Pérez-Reverte ha conseguido transmitir el ambiente
de la España de aquellos época, un tiempo desaprovechado porque
España malgastó en guerras interminables el oro que entraba desde
las Américas.
Unas
guerras libradas por unas tropas que pese a todo peleaban sin
descanso y fueran cuales fueran las condiciones y el trato que
recibieran:
«La
fiel infantería del rey católico, en guerra con medio mundo.
Sufrida mal pagada insaciable de despojo y botín, amotinada a ratos
pero impasible bajo el fuego enemigo, vengativa y cruelísima en el
degüello. Orgullosa y temible siempre, bajo sus harapos.»
(El puente de los asesinos. Pagina 62)
No
para de sorprenderme esa figura de Alatriste, combatiendo tal vez
porque es lo único que sabe hacer, pese a que sabe que el poderoso
que le contrata siempre va a abusar de el e intentar engañarle.
Todo envuelto en un aire de fatalismo, de la convicción de que el destino está trazado y no puede uno evitarlo:
«Todo es cuestión de qué naipes tocan en la grasienta baraja de la vida.» (El puente de los asesinos. Pagina 51)
Todo envuelto en un aire de fatalismo, de la convicción de que el destino está trazado y no puede uno evitarlo:
«Todo es cuestión de qué naipes tocan en la grasienta baraja de la vida.» (El puente de los asesinos. Pagina 51)
«Espada tengo. Lo demás que Dios lo remedie.» (El puente de los asesinos. Página 276)
En
esta novela, nos alejamos de los escenarios madrileños, para
deambular por Italia, un paseo que de la mano del autor, nos mostrará
las callejas de Roma y sobre todo de Venecia. No pude evitar recordar
mi breve estancia en estas ciudades que aquí aparecen retratadas.
El
libro tampoco sería el mismo sin las ilustraciones que lo acompañan
y que dan fuerza al texto.
Si
has disfrutado con los libros anteriores de la serie, es seguro que
disfrutarás con éste, al que el cambio de escenarios
también le beneficia, pues hace menos monótona la novela.
Si
no te gustaron los anteriores, ni te molestes en leer éste
Si
no has leído ningún libro de la serie, no leas éste, comienza por
el primero.
Yo también soy una incondicional de Pérez-Reverte (¿¿por qué no caerá bien en general??), de las que comentas la única que no he leído es Un asunto personal. Tienes razón en cuanto a Cabo Trafalgar, es prescindible, aunque yo no pude evitar leerla, y El húsar es muy bueno, recomendable, sisisí.
ResponderEliminarBuena reseña!!
Estoy de acuerdo contigo con lo que comentas sobre la intención del autor de acercar la Historia al lector a través de estas novelas tan amenas y trepidantes. Salvando las distancias, las aventuras de Alatriste me parecen los Episodios Nacionales personalísimos de Pérez Reverte. He leído muy poquitos libros de esta saga, pero seguro que repetiré. Bss
ResponderEliminarPérez-Reverte es uno de los escritores con los que nunca me he atrevido, perdón he leído Territorio comanche y nada más, no se si me gustarían,...besotes
ResponderEliminarNo se cuantas veces lo he dicho pero... Tengo que leerlos
ResponderEliminarMe ha gustado la recomendación final: si no se puede comenzar por este libro y hay que hacerlo por el primero obligatoriamente, es genial que lo hayas avisado porque hay sagas en las que no es necesaria esta premisa. Me alegro de que hayas disfrutado tanto de esta saga.
ResponderEliminarBesos.
Pues sí, lo mejor de estos libros es su cuidada ambientación, el paseo que nos hace dar por este Siglo de Oro de manos de Alatriste, un gran personaje.
ResponderEliminarBesotes!!!
Justamente es el único que aún no he leído. Lo apunto.
ResponderEliminarPues nada, a esperar a la octava entrega!
ResponderEliminarEstos no me acaban de convencer...
ResponderEliminarBesotes
Veo que está siendo todo un éxito y el reto de las novelas del Capitán Alatriste. Me estáis poniendo los dientes largos. Alguna vez me estrenaré con ellas. Saludos.
ResponderEliminarUna saga que hemos disfrutado y que me ha venido muy bien el empujón de Carmen, porque llevaba años queriendo terminarla y he aprovechado para volver a leer; en cuanto a este episodio, me ha sorprendido Malatesta gratamente,
ResponderEliminarsaludos
Yo solo he leído El Capitán Alatriste antes de leer El Puente de los Asesinos, y no hay problema en seguir la saga por orden.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta novela, la tercera que leo de Pérez Reverte. Nos acerca a la España del Siglo de Oro y a la realidad de los soldados de los Tercios.
Me encanta la ágil prosa de este literato y su dominio magistral del castellano. Buena novela.