FICHA TÉCNICA
Título: Cuentos de navidad
Editorial: Mondadori
Encuadernación: Tapa dura
Páginas
PVP:25,90 €
Quiero desearos a todos una Feliz Navidad. A todos, incluyendo a quienes piensen que estas fiestas de Navidad son Paparruchas. Y que mejor modo de hacerlo que con una recomendación literaria, con el mejor cuento escrito sobre la Navidad: Canción de Navidad de Charles Dickens.
Porque este cuento es una historia universal, válida para cualquier pueblo, para cualquier tiempo, pues a fin de cuentas de lo que nos habla es de la naturaleza humana, sirviéndose de la fiesta de navidad como un pretexto para hablarnos de la bondad humana, del efecto que el paso del tiempo va haciendo sobre nuestra alma, especialmente cuando el tiempo pasa y nos acercamos al final de nuestras vidas.
Una historia por la que ya han pasado 170 navidades, pero que sigue siendo actual.
DE LA PRESENTE EDICIÓN
Aunque solo voy a hacer la reseña de Canción de Navidad, en la presente edición se reúnen no sólo este cuenco, sino que en él también aparecen Las campanas, El grillo del hogar, La batalla de la vida y El hechizado.
Una preciosa edición en tapa dura, con una buena letra y que además viene acompañada de unas preciosas ilustraciones, del mismo estilo que la portada del libro y de las que podéis disfrutar en esta reseña con las que acompañan a Canción de Navidad.
Una edición totalmente recomendable y que bien podría ser el regalo de Reyes para un niño.
ARGUMENTO
Esta
es la historia de un viejo gruñón: Scrooge, hombre avaro y severo,
que tras la muerte de su socio y amigo Jacob Marley, recibe la visita
de tres espíritus que este le anunció, los espíritus de las
navidades pasadas, presentes y futuras.
El
espíritu de las Navidades pasadas le muestra a él mismo cuando era
un crío, con toda la vida por delante, cargado de ilusiones y
expectativas. Son las ilusiones que todos tenemos de pequeños,
aquellas que debemos recordar para seguir adelante cuando la vida nos
parece que no merece la pena. Es ese espíritu infantil el que debe
presidir estas fiestas, el espíritu de la inocencia, el espíritu de
la bondad, de la alegría. Un espíritu libre de prejuicios y
temores.
Porque
el segundo espíritu lo que va a mostrarle es la situación actual, a
la que el mismo se ha conducido, con una soledad total por su mal
carácter y viendo como los seres que le rodean están sufriendo por
su culpa, por su tacañería. Una infelicidad a la que le lleva
también su adicción al trabajo.
Si, a eso es a lo que nos lleva el perder ese espíritu de la infancia. A unos seres gruñones y cascarrabias, siempre dispuestos a saltar a la más mínima. Es el espíritu del egoísmo, todo lo contrario a la entrega y generosidad de la que podíamos hacer gala. Y eso conlleva sufrimiento, tanto para nosotros como para los que nos rodean.
Si, a eso es a lo que nos lleva el perder ese espíritu de la infancia. A unos seres gruñones y cascarrabias, siempre dispuestos a saltar a la más mínima. Es el espíritu del egoísmo, todo lo contrario a la entrega y generosidad de la que podíamos hacer gala. Y eso conlleva sufrimiento, tanto para nosotros como para los que nos rodean.
El
tercer espíritu es el de las Navidades futuras. Un futuro negro, muy
negro, consecuencia de los actos que ha realizado durante su vida. Es
lo mismo que puede esperarnos a nosotros si no cambiamos nuestras
vidas, si no nos paramos a tiempo y damos amor a los seres que nos
rodean.
Porque el futuro no está escrito, no hay un destino irrevocable al que estemos condenados, salvo la muerte. Somos nosotros los que día a día vamos escribiendo no solo las páginas del presente, sino las del futuro que están por venir y siempre estamos a tiempo de poder cambiarlo.
Porque el futuro no está escrito, no hay un destino irrevocable al que estemos condenados, salvo la muerte. Somos nosotros los que día a día vamos escribiendo no solo las páginas del presente, sino las del futuro que están por venir y siempre estamos a tiempo de poder cambiarlo.
CANCIÓN
DE NAVIDAD (Cuento navideño
de espectros)
«Con
este relato fantasmal he tratado de evocar el espectro de una idea
que no deberá contrariar a mis lectores ni enemistarlos con otros,
con estas fiestas o conmigo. Confío en que frecuente gratamente sus
hogares y que nadie sienta el deseo de conjurarlo.
Su
leal amigo y servidor
Charles
Dickens
Diciembre
de 18439»
Con
este prefacio del autor comienza esta Canción de Navidad, un
precioso cuento. ¿Actual
o paparruchas del pasado? Esa
era la pregunta que me hacía antes de volver a releerlo. Porque está
claro que la sociedad del siglo XXI poco o nada tiene que ver con
aquella de mediados del siglo XIX, en los que la Navidad tenía un
componente religioso muy importante. Igualito que ahora que algunos
colegios quieren impedir que se canten villancicos para no herir la
sensibilidad de los que no tienen el mismo credo.
Eso
sí que son paparruchas. Porque por muy tontas y ñoñas que puedan
ser las letras de algunos villancicos, no dejan ser parte de nuestro
patrimonio cultural. Eso sí, los anuncios de juguetes o colonias a
nadie ofenden.
Al
final la Navidad ha quedado convertida en un acontecimiento mercantil
y gastronómico, lejos de la llamada a convertirnos en niños y a
disfrutar de la vida, de recuperar nuestra inocencia, nuestra fe en
la bondad del hombre.
Tal
vez la crisis ponga un poco de cordura y nos haga volver al auténtico
espíritu de estas fiestas, que no es otro como se refleja en este
libro que el de la solidaridad, el del perdón, el de la búsqueda de
la auténtica felicidad junto a los tuyos, junto a tu familia.
Tal
vezo eso sea lo que no interesa. Una vuelta a la sencillez, al no
gastar superfluamente, una vuelta a la solidaridad de los que poco o
nada tienen que perder no es precisamente lo que espera un estado
cada vez más alienante.
Y
sin embargo, esta Navidad
de los pobres,
que no otra cosa es lo que se nos refleja en esta Canción de
Navidad, es
la situación real que están viviendo muchos hogares españoles. Si
sirve para recuperar los auténticos valores (no voy a decir
cristianos, que también me vale decir humanos), bendita sea esta
crisis.
Y
finalizo con la promesa que hace Scrooge cuando le ve las orejas al
lobo, cuando ve dónde le lleva la vida que ha decidido seguir:
«Honraré
la Navidad en mi corazón y procuraré conservar ese espíritu todo
el año. Viviré en el Pasado, en el Presente y en el Futuro. Llevaré
en mi interior a los Espíritus de los Tres y ellos me infundirán
valor.»
IMPRESIÓN
PERSONAL
El
espíritu de la Navidad es poder ver que a pesar de ser como somos, a pesar de toda la maldad
que tenemos, también hay en nosotros un espíritu de bondad, que
dentro de nosotros está la posibilidad de hacer felices a los que
nos rodean.
Cualquier
momento del año es bueno para cambiar, pero estos días son una
llamada especial a todos os hombres de buena voluntad, a todos los
que tengan voluntad para cambiar el mundo, para cambiar sus vidas y
para ser foco de amor para todos los seres, empezando por lo más
difícil que es amar a aquellos que le rodean.
Si
no habéis leído este cuento, tenéis que hacerlo sin falta. Y
leedlo también a vuestros hijos. Y sobre todo, dejaros contagiar por
el espíritu del mismo y celebrad la Navidad, que como descubre el
viejo avaro, no son Paparruchas.
LAS
PELÍCULAS
Navidad
no sería Navidad si en alguno de los múltiples canales del TDT no
repusieran por enésima vez Qué bello es vivir o una reposición de
una de las numerosas versiones de Canción de Navidad. Tal vez la
gente joven piense que la última versión de Robert
Zemeckis
es la única que hay. Pero lo cierto es que en lo único que quizás
sea la única (ni siquiera eso me atrevo a afirmar) es en ser la
única versión en 3D.
Lo cierto es que podemos remontarnos más de cien años, concretamente a 1901 y ya encontraremos la primera versión Scrooge, or Marley’s ghost, realizada por Walter R. Booth., un cortometraje. La primera, pero no la única que se realizó durante la etapa del cine mudo.
Lo cierto es que podemos remontarnos más de cien años, concretamente a 1901 y ya encontraremos la primera versión Scrooge, or Marley’s ghost, realizada por Walter R. Booth., un cortometraje. La primera, pero no la única que se realizó durante la etapa del cine mudo.
En
1928 se realizó la primera versión sonora, aunque más conocida es
la de 1935: Scrooge.
Sin embargo la versión clásica
por excelencia es
A
Christmas Carol
(1938),
realizada por Edwin L. Marin.
La
primera versión española es de 1947: “Leyenda
de Navidad”,
de Manuel Tamayo.
Hay
versiones de todos los tipos: Musicales
como Muchas
gracias, Mr. Scroore de
Ronald Neame en 1970, disparatadas
comedias
como Los
fantasmas atacan al jefe
de Richard Donner en 1988 (protagonizada por Bill Murray)o la más
disparatada aún Los
fantasmas de mis ex-novias,
dibujos
animados
con Una
Navidad con Mickey
de 1983 (ya se hizo esperar el ratoncito),El
Looney Cuento de Navidad
de 2006 (con el Pato Lucas y Bugs Bunny) o
marionetas
con Los
Teleñecos en Cuento de Navidad
de 1992.
Son
sólo algunos ejemplos. Como podéis ver, un tema muy tratado por la
pantalla.
Os dejo el trailer de la versión de Zemeckis
Domingos de cine (30)
Os dejo el trailer de la versión de Zemeckis
Domingos de cine (30)
He leído el libro y visto alguna de las películas, un libro imprescindible para estas épocas, besotes y Felices Fiestas
ResponderEliminarMe encantan esas "paparruchas" del señor Scrooge, creo que ya forman parte de todas nuestras Navidades. Por cierto, aprovecho para recomendaros a todos la peli de "Los teleñecos en cuento de navidad", ¡es estupenda! Bss
ResponderEliminarNo lo he leído, pero, aunque se me pase la " época", haré por leerlo.
ResponderEliminarBesos.
¡Felices fiestas para ti también, Pedro!
ResponderEliminarUn beso!
He visto la película cientos de veces. Sería hora de leer el libro
ResponderEliminarUn clásico!!
ResponderEliminarPerfecto para esta época!
Besotes
Me ha encantado tu "Impresión personal" sobre los Cuentos de Navidad. Lo tengo pendiente, pero prometo leerlo.
ResponderEliminarFelices fiestas!
Besos
No sé cuántas veces he leído este libro ni cuántas veces he podido ver sus distintas adaptaciones...
ResponderEliminarBesotes!!!
De las pelis me quedo sin duda con la clásica de animación. Me encanta este cuento. Besos.
ResponderEliminarEste libro de Dickens lo he leído montones de veces, totalmente de acuerdo en que debemos rescatar el espíritu de la Navidad que todos llevamos dentro.
ResponderEliminarBesos
No lo he leído nunca,y es uno de esos títulos de los que me acuerdo para estas fechas,y al final por unas cosas u otras, nunca lo leo....
ResponderEliminarMe ha encantado la reseña
Un saludo
Nunca he leído el libro, pero sí he visto alguna adaptación cinematográfica.
ResponderEliminarEs un cuento maravilloso. Si algún día tengo hijos espero que les guste tanto como a mí. Enseña muchas cosas de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gustó mucho: la leí el año pasado por estas fechas y me pareció una lectura estupenda y cargada de emoción. La versión cinematográfica que nos traes no la he visto, soy más de las clásicas de dibujos, jejeje! 1beso!
ResponderEliminarCada año pasa y todavía no lo he leído, a ver si para el próximo, que ya no llego... Besos.
ResponderEliminarSin duda es un clásico entre los clásicos :)
ResponderEliminarAprovecho para desearte un feliz 2014.
¡Muchos besos!