Un culebrón en las antípodas
FICHA TÉCNICA
Autor: Sarah Lark
Título: La canción de los
maoríes
Editorial: Ediciones B
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 703
PVP: 21,50 €
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 703
PVP: 21,50 €
Editorial: ZETA BOLSILLO (2013)
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 704 págs.
PVP: 14,00 €
Hoy vengo a hablaros de un libro que se encuentra en
la lista de los más vendidos de nuestro país: La canción de los maoríes
de Sarah Lark. Un libro que supone una continuación del libro que supuso
un éxito de ventas para su autora y que la dio a conocer en nuestro país: En
el País de la nube blanca.
«Una capa blanca de algodón extendida a lo largo
ocultaba la vista de la tierra. Si los
marineros no hubieran asegurado a los viajeros que la isla del Sur se ocultaba
ahí detrás, el fenómeno de la nube no habría despertado especial
atención. Sólo cuando se acercaron a la costa, se fueron dibujando las
montañas en la niebla, peñas de contorno escarpado, tras las cuales se
amontonaban de nuevo las nubes. Era algo raro, como si la montaña
estuviera suspendida en un blanco luminoso de algodón. » (El país de la
nube blanca. Página 121)
Esta es la presentación que la autora nos hace de
Nueva Zelanda, el país de la nube blanca, como reza el título del primer
libro. Nueva Zelanda, un país del que aparte de que se encuentra en las
antípodas y tiene una prodigiosa y prestigiosa selección de rugby (que por
cierto ganó el último campeonato del mundo de dicho deporte), famosa por sus
jugadores, parte de ellos descendientes de los legendarios guerreros maorís.
Conocer algo más sobre este pueblo era suficiente atractivo como para embarcarme en la aventura de leer ese libro. A fin de cuenta, mayor aventura fue la suya cuando se embarcaron en siete grandes canoas para trasladarse desde el paraíso de Hawai y desembarcar en esta gran isla que hoy conocemos como Nueva Zelanda. Siete canoas que dieron origen según sus leyendas a las siete tribus originales que formaban el pueblo maorí. Maorí, que en su lengua significa normal, común. ¿En contraposición con los pueblos occidentales que luego les invadieron?
En realidad la presencia extranjera en Nueva Zelanda es muy tardía. De hecho la colonización comenzó hacia 1830 y en 1840 se firmó el tratado de Waitangi, por el que se convertía en una colonia del imperio británico. Un tratado del que se habla en el libro y que hoy día sigue siendo motivo de controversia.
Conocer algo más sobre este pueblo era suficiente atractivo como para embarcarme en la aventura de leer ese libro. A fin de cuenta, mayor aventura fue la suya cuando se embarcaron en siete grandes canoas para trasladarse desde el paraíso de Hawai y desembarcar en esta gran isla que hoy conocemos como Nueva Zelanda. Siete canoas que dieron origen según sus leyendas a las siete tribus originales que formaban el pueblo maorí. Maorí, que en su lengua significa normal, común. ¿En contraposición con los pueblos occidentales que luego les invadieron?
En realidad la presencia extranjera en Nueva Zelanda es muy tardía. De hecho la colonización comenzó hacia 1830 y en 1840 se firmó el tratado de Waitangi, por el que se convertía en una colonia del imperio británico. Un tratado del que se habla en el libro y que hoy día sigue siendo motivo de controversia.
En El País de la Nube Blanca conocimos parte de
la historia de Nueva Zelanda a través del relato de la vida de dos mujeres
cuyas vidas se cruzaron en un barco camino a esta tierra.. Dos mujeres muy
distintas, no solo por su proveniencia de estratos sociales muy distintos, sino
por su propio carácter. Lo cual no es óbice para que la soledad y la necesidad
las lleven a unirse para luchar contra la adversidad.
Aunque quizás lo que más las une es una decisión sorprendente, pues ambas deciden viajar hasta Nueva Zelanda, una tierra en el otro extremo del mundo al que con suerte se tardaban tres meses en llegar, para contraer matrimonio con unos hombres que no conocen.
Aunque quizás lo que más las une es una decisión sorprendente, pues ambas deciden viajar hasta Nueva Zelanda, una tierra en el otro extremo del mundo al que con suerte se tardaban tres meses en llegar, para contraer matrimonio con unos hombres que no conocen.
Un libro decepcionante para aquellos que buscamos
conocer mejor la cultura y la historia del pueblo maorí. Tal vez por eso, al enfrentarme a la lectura de esta continuación y a
pesar de su atractivo título, ya estaba sobre aviso, por lo que el resultado
final no fue decepcionante.
Un título totalmente engañoso porque da a entender que los maoríes son los protagonistas de esta nueva novela, cuando realmente no dejan de ser una parte de su decorado, aunque se tome una pequeña parte de su cultura como la música para servir de complemento a la trama de la novela. He de reconocer que esta vez no es culpa de los editores españoles y de su imaginación a la hora de cambiar los títulos de las novelas, porque el título original es: Das Lied der Maori
Un título totalmente engañoso porque da a entender que los maoríes son los protagonistas de esta nueva novela, cuando realmente no dejan de ser una parte de su decorado, aunque se tome una pequeña parte de su cultura como la música para servir de complemento a la trama de la novela. He de reconocer que esta vez no es culpa de los editores españoles y de su imaginación a la hora de cambiar los títulos de las novelas, porque el título original es: Das Lied der Maori
ARGUMENTO
La acción se retoma unos años después de donde
terminaba el libro anterior, en torno a unos quince años después. Y si en El
país de la nube blanca eran dos mujeres Helen y Gwyneira las protagonistas,
en La canción de los maoríes vuelven a ser dos mujeres Kura y Elaine,
nietas de Gwyneira las nuevas mujeres en torno a las cuales gire la acción.
Dos mujeres completamente distintas, aunque en el fondo con un punto en común: su fortaleza interior. Una fortaleza que las hace supervivientes natas frente a todo lo que las rodea y las circunstancias adversas que la vida parece poner en su camino.
Por las venas de Kura corre sangre maoríe y su actitud frente a la vida y el sexo es mucho más desenfadada y abierta que la impuesta por las rígidas costumbres occidentales. Pese a ser la heredera del rancho de su abuela, nada más lejos de su interés que las ovejas y las grandes llanuras, pues a lo que ella aspira es a convertirse en una gran cantante de ópera que triunfe en todo el mundo.
Su voz y oído son maravillosos. Todo su empeño es cantar y a ello dedicará todas sus fuerzas, aunque las cosas en principio no resulten como ella esperaba.
Dos mujeres completamente distintas, aunque en el fondo con un punto en común: su fortaleza interior. Una fortaleza que las hace supervivientes natas frente a todo lo que las rodea y las circunstancias adversas que la vida parece poner en su camino.
Por las venas de Kura corre sangre maoríe y su actitud frente a la vida y el sexo es mucho más desenfadada y abierta que la impuesta por las rígidas costumbres occidentales. Pese a ser la heredera del rancho de su abuela, nada más lejos de su interés que las ovejas y las grandes llanuras, pues a lo que ella aspira es a convertirse en una gran cantante de ópera que triunfe en todo el mundo.
Su voz y oído son maravillosos. Todo su empeño es cantar y a ello dedicará todas sus fuerzas, aunque las cosas en principio no resulten como ella esperaba.
Elaine ha heredado
muchas cosas de su abuela, no sólo en su aspecto con su llamativa cabellera
rojiza, sino también en su carácter y en sus gustos, pues disfruta como ella
montando a caballo, con su perro pastor y recorriendo las amplias llanuras.
Sin embargo todas sus grandes capacidades, se vienen abajo por la elección de los hombres más inadecuados para acompañarla en la vida, hasta el punto de convertirla no sólo en una mujer desencantada con los hombres, sino recelosa de su relación con ella y del daño que pueda causarla.
Sin embargo todas sus grandes capacidades, se vienen abajo por la elección de los hombres más inadecuados para acompañarla en la vida, hasta el punto de convertirla no sólo en una mujer desencantada con los hombres, sino recelosa de su relación con ella y del daño que pueda causarla.
Las relaciones entre Kura y Elaine no son buenas, pues
Elaine envidia la belleza y el saber conquistar de Kura. Pero la vida da muchas
vueltas y terminarán compartiendo una vida de lucha y huida en un pequeño y
apartado pueblo minero.
IMPRESIÓN PERSONAL
Ya estaba avisado por el libro anterior, de que poco
iba a avanzar mi conocimiento de los maoríes con esta novela, por lo que desde
ese punto de vista no ha supuesto ninguna decepción, pese a que su presencia en
esta novela es aún más testimonial. Cuatro vaguedades se nos cuentan de este
pueblo, aunque si se nos hable de su música. Claro, que de poco sirve que te
hablen de música, lo suyo es oírla, cosa que evidentemente en un libro (al
menos hasta que los libros electrónicos de verdad incorporen otras funciones)
no es posible.
El único interés histórico que puede tener esta novela es la descripción de un pueblo minero en un remoto lugar de Nueva Zelanda, de las condiciones de vida de los mineros, de los salones en las que unos hombres en la mayoría de los casos sin familia y viviendo en unas condiciones de seguridad y de comodidad inexistentes, ocupaban su tiempo libre.
El único interés histórico que puede tener esta novela es la descripción de un pueblo minero en un remoto lugar de Nueva Zelanda, de las condiciones de vida de los mineros, de los salones en las que unos hombres en la mayoría de los casos sin familia y viviendo en unas condiciones de seguridad y de comodidad inexistentes, ocupaban su tiempo libre.
Quede pues muy claro que La canción de los maoríes
está muy lejos de ser una novela histórica, muy lejos de aportar
conocimientos sobre la historia de Nueva Zelanda y de la vida de los maoríes,
el pueblo que habitaba el lugar antes de la llegada de los colonos. Si buscas
estos aspectos, el libro te decepcionará completamente.
Teniendo en cuenta que es una segunda parte, me
imagino que la pregunta clave para los que aún no habéis leído El país de la
nube blanca es si puede leerse este libro sin haberlo hecho con el
anterior. Por una parte es cierto que al partir de unos personajes nuevos,
puede ser suficiente con las pinceladas de los personajes anteriores y de los
hechos que ocurrieron, algo que va desgranándose a lo largo del libro, para
poder enterarnos perfectamente de la acción. Pero una cosa es que podamos
hacerlo y otra muy distinta que sea aconsejable hacerlo.
Mi consejo es que no leas La canción de los maoríes sin haber leído previamente El país de la nube blanca, no porque no pueda seguirse la acción, sino porque lo poco que se nos explica del pueblo maoríe, de su modo de entender la vida está en el primer libro. Y eso es fundamental para entender el por qué de muchas actitudes de Kura y de los personajes que la rodean. Sin esa lectura del primer libro, aún es más floja esta continuación.
Mi consejo es que no leas La canción de los maoríes sin haber leído previamente El país de la nube blanca, no porque no pueda seguirse la acción, sino porque lo poco que se nos explica del pueblo maoríe, de su modo de entender la vida está en el primer libro. Y eso es fundamental para entender el por qué de muchas actitudes de Kura y de los personajes que la rodean. Sin esa lectura del primer libro, aún es más floja esta continuación.
Según va pasando el tiempo desde que lo leí, aumenta en mí la sensación de que El país de la nube blanca es un libro sobrevalorado. Demasiado bombo para una novela que se nos vende envuelta en el exotismo de unas tierras lejanas y un pueblo cuya cultura no deja de ser fascinante. Como el personaje de Kura, que no solo vende su buen voz, sino su belleza y su toque exótico. Exotismo que también parecen intentar vendernos a través del título de la novela. Pero si poco había en la primera entrega, menos aún hay en la segunda.
De hecho, con un ligero reajuste en los personajes y con un cambio en el lenguaje, La canción de los maoríes bien podría pasar por un culebrón venezolano de amores incestuosos, hombres violentos, amores desgraciados, grandes pasiones, hijos incomprendidos, padres dominantes, grandes herencias en juego, paisajes espectaculares...
Si lo mejor de El país de la nube blanca era un
arranque victoriano, con toques de novela decimonónica, nada de eso queda en La
canción de los maoríes. Por contra también he de decir que mientras la
primera novela iba de más a menos, en La canción de los maoríes ocurre
todo lo contrario y la acción va de menos más, hasta el punto de que la lectura
de sus setecientas páginas se hace de un modo muy rápido, con una lectura
fácil, no recargada con excesivas descripciones.
RESUMIENDO: Una lectura agradable y sencilla, una acción con mucho ritmo para una novela con tanta trascendencia como un culebrón venezolano.
Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles.
VALORACIÓN: 6/10
De Sarah Lark no he leído absolutamente nada. La he regalado, eso sí, pero leerla no. De momento creo que la dejaré un poco aparcada. Besos.
ResponderEliminarA mí me gustó pero igual que tu no creo que sea novela histórica y además tiene algunos fallitos que es verdad que la convierten en todo un culebrón.
ResponderEliminarNo me llama la atención, y por lo que dices,no voy a leerme esta trilogía.
ResponderEliminarUn beso!
La verdad es que por más que miraba y remiraba los libros de Sarah Lark no me terminaban de convencer. Pero tanta fama y comentarios alabando sus libros me hacían dudas hasta casi sentirme culpable (de vete tú a saber qué). Así que me alegro de esta reseña porque un poco confirma el pálpito que tenía de que son novelas más tipo culebrón. No las descarto definitivamente, pero no las priorizo ni mucho menos.
ResponderEliminarGracias y un saludo!
A mí éste libro me gustó más que el primero, pero coincido en que es una saga sobrevalorada: el año pasado le puse buena nota, quizás porque hacía años que no leía nada parecido, pero reconozco que ahora mismo llegaría al aprobado justo. Es un libro agradable pero intrascendente. El último es sin duda el peor. 1beso!
ResponderEliminarLo tengo pendiente desde hace más de un año en la estantería y aún no me he animado con él a pesar de que el anterior me gustó mucho
ResponderEliminarbesos
No he leído nada de ella aunque no la descarto para algún reto que tengo. Acuérdate por mi reseña del libro En los antípodas del día, antípodas es masculino jejejejeje
ResponderEliminarLeí 2 páginas o así de En el país de la nube blanca y no me gustaba, así que no leo esta trilogía.
ResponderEliminarNo me estrené con esta autora y, en su día, leí reseñas basante buenas de esta trilogía. Tengo de ella La isla de las mil fuentes. A ver qué tal es. Saludos.
ResponderEliminarNo he leído ninguno y tampoco me llaman demasiado, de momento los dejo pasar.
ResponderEliminarUn beso
Un libro que se deja leer simplemente y se olvida pronto. Opino como tú, que está sobrevalorada. No es un mal libro, pero tampoco es para tanto...
ResponderEliminarBesotes!!!
No te leo, que lo tengo pendiente! =)
ResponderEliminarBesotes
Algún día me pondré con la autora (espero...)
ResponderEliminarDe la autora leí "La isla de las mil fuentes" , me gustó, pero tal vez no lo suficiente como para repetir de momento con la autora...
ResponderEliminarMuchas gracias por tu reseña!
A mi no me gustó...De hecho me he leído la trilogía entera y solo rescato el primero...Es resto nada..!!
ResponderEliminarNo creo que lo lea, menos aún siendo una trilogía.
ResponderEliminarNo he leído nada de esta autora, y aunque la tengo en mi lista de pendientes desde hace tiempo, el que sea una trilogía y las reseñas que he leído me hacen dudar de si llegaré a leer algo de ella.
ResponderEliminarBesos.
Tengo los tres pendientes desde hace tiempo. A ver cuándo me pongo con ellos
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