Falso inocente, falso culpable
FICHA TÉCNICA
Autor: Michael Connelly
Título: El inocente
Ediciones B, S.A. 2007
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 448
PVP: 20,50 €
CONNELLY VERSUS GRISHAM
Un abogado que lucha porque su cliente salga absuelto, es un formidable filón para el cine o la literatura, pues la intriga, el suspense y los golpes de ingenio están asegurados. Matizo, asegurados cuando se trata de un buen escritor o unos buenos guionistas.
Un filón no sólo para el cine, que no desaprovecha una buena novela para llevarla a la gran pantalla, sino también para las televisiones, que habitualmente tienen en sus parrillas algún producto de este género.
No puedo dejar de mencionar al respecto dos series míticas: Perry Mason en la línea más clásica, o Ally McBeal en clave de humor .
En clave nacional es algo más difícil porque no tenemos esa cultura de juicios con jurado, pieza fundamental de la trama, pero aún así también hemos tenido alguna como fue el caso de LEX.
Ciñéndome a la literatura, hasta ahora tenía considerado a John Grisham como el rey en el género. Un rey que yo creía solitario. Pero tras leer a Connelly veo que ese trono está competido, pues por lo menos en el libro que acabo de terminar y que aquí comento, está a su altura.
John Grisham que es un claro ejemplo de esa relación entre el cine y la literatura, pues casi todas sus novelas han terminado en la gran pantalla.
Hay sin embargo una gran diferencia entre las obras de Grisham y por lo menos El Inocente que estoy comentando: su personaje principal.
Como norma general, los protagonistas de Grisham son abogados jóvenes que mantienen intacto el idealismo que los llevó a elegir por vocación ejercer la abogacía.
Dicho idealismo les lleva o bien a enfrentarse a grandes compañías en defensa de los derechos de gente que nunca podría soñar en enfrentarse a ellas, o bien a replantearse su vida cuando gracias a su inteligencia (porque todos son muy listos) son contratados por un gran bufete de abogados y ven que no es la búsqueda de la justicia, sino el facturar horas y más horas, para lo cual han de estar del lado de los poderosos, que son los que tienen el dinero.
Ese debate moral no existe con Michael Connelly, o por lo menos lo plantea de un modo distinto, pues nos muestra el otro lado do la moneda en el mundo de la abogacía: el de aquellos que viven de defender a los acusados, conscientes de que en casi el cien por cien de los casos son culpables.
Eso no es obstáculo para el abogado Haller, al que esa defensa "sólo" le ha costado el matrimonio, pues su mujer, una dura fiscal conocida como McFiera, no ha podido seguir conviviendo con sus ideas. Para ella los malos son los malos, sin ningún tipo de excusas.
«Después de quince años de práctica legal había llegado a pensar en m oficio en términos muy simples. La ley era una máquina grande y oxidada que chupaba gentes, vida y dinero. Yo sólo era un mecánico. Me había convertido en un experto en revisar la máquina y arreglar cosas y extraer lo que necesitaba a cambio.» (Página 36)
Otra marcada diferencia con las novelas do Grisham es que mientras que Grisham suele plantearnos unos delincuentes de alto standing (porque de otra manera no puede denominarse a las grandes compañías que aparecen en sus novelas), Connelly nos ofrece un panorama mucho más próximo a la novela negra.
Nada más lejos del glamour de las grandes compañías, el submundo de la delincuencia, que en el fondo es el que puebla el día a día de las comisarías y juzgados. Un submundo de prostitutas, drogadictos, pequeños traficantes de droga, matones del tres al cuarto o timadores. Una colección de perdedores a los que Mike Haller defenderá siempre que ellos o sus familiares dispongan por adelantado y en efectivo del dinero suficiente como para pagar sus tarifas.
ARGUMENTO
Cualquier cosa, en cualquier momento, donde sea. Es lo que reza su anuncio en las páginas amarillas. Pero para hacerlo efectivo, primero ha de pasar el filtro implacable de su secretaria, inflexible con aquellos que no puedan abonar su minuta.
Se va ganando la vida de caso en caso, sin necesidad de preguntar a sus clientes si son inocentes. Ya de entrada parte de la base de que todos son culpables. No importa, su trabajo consiste en buscar las grietas o fisuras del sistema que permitan tras agrandarlas derrumbar la casa de la acusación y conseguir la libertad de su cliente, o por lo menos conseguirle la menor condena posible. No son culpa suya los fallos del sistema que le permiten poner en libertad a sus culpables clientes. Que los demás hubieran hecho bien su trabajo.
Un día llega un caso distinto a sus manos, porque su cliente Louis Roulet no sólo se declara inocente, sino que su familia es muy rica.
Inocente. «El cliente más aterrador que un abogado podía tener, es un cliente inocente. Porque si la cagas y va a prisión, te atormenta toda la vida.» (Página 106).
Parece haber encontrado con este rico heredero por primera vez, un filón de oro. Pero dicha mina de oro resulta ser en realidad una negra mina de carbón, cargada además de grisú que amenaza con volar por los aires su vida y su carrera profesional, porque la investigación del caso le lleva a ver que el único cliente que en su día le dijo que era inocente pero al que el peso de las pruebas aplastó, en realidad si era inocente.
El secreto profesional, como en aquella famosa película de Alfred Hitchcok con el sacerdote que sabía la verdad de un asesinato pero no podía contarla pues le había sido revelada en secreto de confesión, le impide actuar.
Pero de algún modo tiene que conseguir que sea puesto en libertad, el inocente que está en prisión por su negligencia.
OPINIÓN PERSONAL
El personaje principal Michael Haller, es todo un hallazgo literario, un modo distinto de enfocar como protagonista a un abogado. Un personaje cínico, pero no por ello carente de una cierta ternura, que se ve además en una encrucijada de su vida que le hace plantearse el sentido de lo que está haciendo y la necesidad de cambiar su vida, empezando por su hija a la que apenas ha dedicado tiempo.
Es evidente que cuando se consigue crear un personaje así, es difícil que su autor lo abandone. Puedo confirmaros que hay continuidad y que Haller vuelve a aparecer en otra novela de Connelly.
Cuatro estrellas porque es la máxima puntuación que concedo a este tipo de novelas, que recomiendo a todos los amantes de este género.
Uno de los puntos de la trama es previsible, en cierto modo porque difícilmente puede el autor dar otra solución que no sea tramposa o se salte todas las reglas de la lógica.
Lo fundamental es que el circo de tres pistas que monta el autor, tiene una más que correcta resolución, pues según van pasando las páginas, cada vez parece más difícil que el autor salga con bien del embrollo.
No sólo lo ha conseguido, sino que me ha convencido para leer la siguiente obra que tiene a Haller como protagonista y tomar desde el inicio con El Eco Negro la saga del que hasta ahora era su principal personaje, Harry Bosch.
Es un libro que no defraudará a todos aquellos que disfrutáis con libros o películas con una trama judicial. Ese es otro de loa motivos que me animaron a su lectura, pues soy un gran aficionado a ese subgénero dentro de la novela de intriga.
Lectura facilitada por Obra Social Cajamadrid
VALORACIÓN: 8/10
No es fácil condensar un libro, que además tiene bastante acción, en una película y que ésta resulte comprensible para el espectador.
Brad Furman, el director de la película lo ha conseguido. La versión cinematográfica de la película es muy entretenida, al igual que lo era el libro.
Cuenta además con el innegable acierto de la elección de su protagonista: Matthew McConaughey. Una vez vista la película, es imposible imaginarse el personaje en otra cara que no sea la de él.
Domingos de cine (16)
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Del género, como tú, creo que Grisham es único.
ResponderEliminarAsí que, si tanto de ha gustado la lectura de Connelly, no puedo más que llevármelo apuntado!
Muchas gracias por tu reseña y recomendación! Besos
Yo también pensaba que Grisham no tenía competencia, así que gracias por el descubrimiento
ResponderEliminarEs un autor que sigo desde hace años y que siempre me ha satisfecho, pero más en su vertient negra.
ResponderEliminarHe leído mucbo a Grisham, y ahora por verano es un tipo de lectura que me apetece bastante. Aún no he leído nada de Michael Connelly, aunque he leído y oído buenos comentarios de sus libros. Creo que ya va siendo hora de leer algo suyo.
ResponderEliminarGracias por la reseña. Un saludo!
Me apetece leer algo de novela judicial, lo que no tengo claro si caeré con Grisham o Conelly: ambos tienen buena fama, pero aún no me he estrenado con ninguno de ellos! 1beso!
ResponderEliminarVi la película pero no me gustó mucho. Bueno, es que este actor no me dice nada de nada. El libro, no creo que me anime, Pedro.
ResponderEliminarBesos,
No he visto la peli ni he leído el libro, pero puede que me anime con ambos. Besos.
ResponderEliminarLa peli no la he visto, pero el libro si lo he leído, soy una fan de Michael Conelly.
ResponderEliminarBesos!
Mmmm... a mi Connelly no me llama mucho la atención. Me gustan mucho más otros autores de novela negra, pero me alegro de que lo hayas disfrutado en su momento.
ResponderEliminarBesos :)
Este libro no caerá, más que nada porque ya ví la peli, así que el factor sorpresa lo pierdo totalmente.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues yo disfruto un montón con este tipo de libros y con alguna película, porque las que he visto de Grisham, por ejemplo, normalmente no me han gustado, ya que los guionistas no me han parecido que hayan estado muy finos. Pero esa es otra historia.
ResponderEliminarLo de que sólo des cuatro estrellas como máximo a este género (o subgénero) no lo he entendido muy bien, porque si el libro está bien escrito, el argumento es interesante, la trama es lo suficientemente misteriosa... ¿dónde está el problema?
Un beso.
Me gustó mucho el libro, y la película estuvo a la altura.
ResponderEliminarUn beso!