EL TIEMPO DE LAS FIERAS (VÍCTOR DEL ÁRBOL)

 

El tiempo de las fieras

Víctor del Árbol

 

 

Título: El tiempo de las fieras

Autor: Víctor del Árbol

Editorial: Destino, 2024

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 464

PVP: 21,90 €

 EBook: 9,49 €

 

 

VÍCTOR DEL ÁRBOL

 
Esto es lo que la editorial nos cuenta del autor:
 
Víctor del Árbol (Barcelona, 1968) es escritor. Suyas son las novelas El peso de los muertos (Premio Tiflos de Novela 2006), La tristeza del samurái (Prix Le Point du polar européen 2012), Respirar por la herida (finalista en el Festival de Beaune 2014 a la mejor novela extranjera), Un millón de gotas (ganadora en 2015 del Grand Prix de Littérature Policière y uno de los libros más destacados de 2021 en Estados Unidos según Publishers Weekly), La víspera de casi todo (Premio Nadal de Novela 2016), Por encima de la lluvia (2017), Antes de los años terribles (2019), El hijo del padre (2021) y Nadie en esta tierra (2023), que vio nacer a una serie de personajes que ahora regresan en El tiempo de las fieras (2024). Sus libros se han traducido a numerosos idiomas y gozan de un éxito extraordinario en Francia, donde en 2018 fue nombrado caballero de la Orden de las Artes y las Letras.
 
 
En este blog puedes encontrar reseñadas las siguientes novelas de este autor:

-Antes de los años terribles

-El hijo del padre

-El peso de los muertos
-La tristeza del samurai
-La víspera de casi todo

-Nadie en est tierra
-Por encima de la lluvia
-Respirar por la herida
-Un millón de gotas

 
 
 
 

ARGUMENTO de EL TIEMPO DE LAS FIERAS

 
Tras su intervención en los hechos que transcurrieron en Nadie en esta tierra, el inspector Soria, al que le queda poco tiempo para la jubilación, es “desterrado” por sus jefes a Lanzarote, un lugar muy tranquilo en el que no podrá hacer otra cosa que no sea aburrirse hasta que le llegue el retiro.
Pero nada más llegar se encuentra con un caso que investigar: el atropello de una joven empleada de un hotel cuando iba en bicicleta, por un coche que se dio a la fuga.
No tardarán en acumularse los muertos en su agenda de trabajo. Menos mal que Lanzarote era un lugar tranquilo.
 
 
 
 

EL TIEMPO DE LAS FIERAS

 
¡Sorpresa! Esa ha sido mi primera reacción al leer El tiempo de las fieras. Aunque también he de reconocer que pasaron unas cuantas páginas antes de que me diera cuenta. Es cierto que si me hubiese leído la actualización de la biografía de Víctor del Árbol en la página de la editorial, me hubiese dado cuenta, porque ya allí nos dice:
«Nadie en esta tierra (2023), vio nacer a una serie de personajes que ahora regresan en El tiempo de las fieras».
 

Aunque ¿Quién lee la biografía de un autor del que has leído todas sus novelas antes de comenzar la lectura de la que acaba de sacar?
Puede considerarse pues a El tiempo de las fieras como la continuación de Nadie en esta tierra, si bien hay que dejar claro que no se trata de una serie, sino de una bilogía, porque con esta novela queda totalmente cerrada la historia.
Regresan los personajes, como dice la editorial, si bien es verdad que el protagonismo de los mismos no es el mismo, pues Julián Leal ya no es aquí el personaje principal. Si me apuráis, ninguno lo es, porque es la novela más coral que ha escrito Víctor del Árbol. Virginia, la antigua compañera de Julián y el inspector Soria pasan a tener un papel muy destacado. Sin olvidarnos de ese narrador en primera persona al que conocimos en la novela anterior, ese sicario del que en El tiempo de las fieras conoceremos su historia, el cómo llegó a ser lo que es en la actualidad.
 
Una novela que arranca en Lanzarote con esa joven originaria del Este y su atropello y la llegada del inspector Soria que ha de aclimatarse al lugar de un modo rápido.

«No lo consiguieron los godos y no lo han conseguido los turistas. Esta tierra pertenece a la lava y al océano, a sus volcanes y a sus profundidades. Si quieres vivir aquí, tienes que dejar que la isla te reconozca». (Página 139)

 
No es lo que él quiere, pero si hay algo en él es el cumplimiento del deber, por mucho que le hayan mandado tan lejos de su casa.

«Lo que él quería era volver al apartamento y seguir con su diorama de la tienda del Estado Mayor deI I Batallón de Fusileros de Lancashire el 1 de julio de 1916: Pero ahí estaba viendo lo que no necesitaba ver, preguntando sobre lo que no le interesaba saber, en un lugar en el que no quería estar». (Página 67)

 
Virginia por otra parte, ha abandonado la policía por las presiones que su padre Armando Ortiz ha ejercido sobre ella y ahora está en Nueva York trabajando para le empresa de su padre. Pero también viajará a Lanzarote por el incendio de una fábrica que les pertenece y en la que han muerto ocho personas por el incendio provocado por una bomba incendiaria que lanzó un empleado que despidieron.
 
Armando Ortiz, el padre de Virginia es un hombre manipulador. Pero eso no es lo peor de él, al que iremos descubriendo tal cual es a lo largo de la novela: una fiera sin escrúpulos:

«Algún día los hombres como Armando Ortiz serán residuos de una memoria primitiva, el tiempo de las fieras. Como en las cavernas, cuando la noche era oscura y el mundo un lugar lleno de peligros, y el hombre, pequeño y frágil, solo tenía una pequeña tea con la que protegerse». (Página 431)

 
Tardará en aparecer Julián Leal, que es apenas una sombra de lo que fue, tras tres años en la cárcel por los hechos por los que fue juzgado tras matar a un hombre de una paliza. Y si ha salido, no es por bondad de sus captores, sino porque ha perdido definitivamente la batalla contra el cáncer:

«Tenía delante a un hombre —lo que quedaba de él— destrozado por la enfermedad. Un hombre que iba a morir solo. fiel a sus principios ajados, ridículos, pero emocionantes. Porque él era así, leal a los suyos hasta las últimas consecuencias». (Página 307)

 
Y junto a ellos, el personaje más singular de la novela, ese que tanto me llamó la atención en la novela anterior y que aquí vuelve a aparecer. Ese sicario que también está condenado a muerte por no haber obedecido las órdenes de su jefe y que ahora se encuentra ante una última oportunidad de redimirse ante sus ojos y salvar la vida:

«No me van las celebraciones. Nunca hay nada que celebrar en mi oficio, ganes o pierdas. Porque, en realidad, nunca ganas». (Página 398)

 
 
 
 

OPINIÓN PERSONAL

 

Foto de El Buho entre libros para Instagram

Toda una galería de personajes los que circulan por El tiempo de las fieras. Son los que le dan enjundia y empaque a una novela muy dura, aunque no pienso entrar en detalles de por qué lo es. Cien por cien negra.
Eso sí, junto a otros grandes autores del género como son Don Winslow y Jo Nesbo, Víctor del Árbol consigue profundizar en los personajes pero mantener un ritmo de thriller. Algo como saben todos los autores, muy difícil de conseguir pero que los lectores agradecemos sin duda. Ese binomio aparentemente imposible de buenos personajes, bien perfilados y con un ritmo endiablado, se convierte en El tiempo de las fieras en una realidad. De hecho, El tiempo de las fieras es la demostración de cómo construir una buena novela a base solamente de personajes secundarios.

Sin olvidarnos de una ambientación exquisita y una trama que como lector te hace sufrir por las cosas que cuenta (como ocurría por ejemplo en Antes de los años terribles con aquellos niños soldado)
 
Sin duda, os recomiendo esta nueva novela de Víctor del Árbol que, pese a partir como siempre con el listón altísimo, ha vuelto a cautivarme.
 
 
 

VALORACIÓN: 10/10

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