Eduardo Mendoza
El rey recibe
FICHA
TÉCNICA
Título: El
rey recibe
Autor: Eduardo
Mendoza
Editorial: Seix Barral, 2018
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 366
EDUARDO MENDOZA
Esto es lo que la editorial nos cuenta
sobre el autor:
Nació en
Barcelona en 1943. Ha publicado las novelas La verdad sobre el caso Savolta (1975), que obtuvo el Premio de la Crítica; El misterio de la cripta
embrujada (1979); El laberinto de las aceitunas (1982); La
ciudad de los prodigios (1986), Premio Ciudad de Barcelona; La isla inaudita (1989); Sin noticias de Gurb (1991,
2011);El año del diluvio (1992); Una
comedia ligera (1996), por la que obtuvo en París, en 1998,
el Premio al Mejor Libro Extranjero; La aventura del tocador de señoras (2001), Premio al «Libro del Año» del Gremio de Libreros de
Madrid; El
último trayecto de Horacio Dos (2002); Mauricio o las elecciones primarias (2006), Premio de Novela Fundación José Manuel Lara; El asombroso viaje de Pomponio
Flato (2008), Premio Terenci Moix y Pluma de Plata
de la Feria del Libro de Bilbao; El enredo de la bolsa o la vida (2012); El
secreto de la modelo extraviada (2015)
y el libro de relatos Tres
vidas de santos (2009), siempre en Seix Barral, y Riña de gatos. Madrid 1936, novela galardonada con el Premio Planeta 2010. Ha recibido el Premio
Liber, el Premio de la Cultura de Cataluña, el Premio Franz Kafka y el Premio
Cervantes, el galardón literario más importante en lengua castellana.
En este blog
puedes encontrar las reseñas de:
ARGUMENTO de EL REY RECIBE
Os voy a dejar parte del argumento que
nos cuenta la editorial, aunque ya os digo de antemano que el argumento en esta
novela es casi lo de menos:
Barcelona, 1968. Rufo Batalla recibe su
primer encargo como plumilla en un periódico: cubrir la boda de un príncipe en
el exilio con una bella señorita de la alta sociedad. Coincidencias y
malentendidos le llevan a trabar amistad con el príncipe, que le encomienda,
entre otras cosas, escribir la crónica de su peculiar historia. El opresivo
ambiente de la gris España franquista pronto se quedará pequeño para Rufo, que
viajará a Nueva York con poco dinero, grandes esperanzas y el difuso objetivo
de hacer algo emocionante con su vida.
EL REY RECIBE
Como decía a la hora de poner el
argumento, casi lo que menos cuenta en El rey recibe es lo que pasa,
porque en el fondo es una mera excusa para mostrarnos la particular visión de
Eduardo Mendoza sobre la España de los años sesenta y a continuación la de Nueva
York en la década de los setenta. Narrada eso sí, a través de la mirada de Rufo
Batalla, un españolito que primero trabaja en un periódico, de donde pasa a una
revista para finalmente acabar como funcionario en Estados Unidos.
Evidentemente, porque en caso contrario
no sería Mendoza, aprovecha a su periodista para retratar y radiografiar la
sociedad española. Una sociedad en cierto modo bastante diferente a la actual,
empezando porque la prensa del corazón nada tiene que ver con la actual y por
el papel de la mujer, que por mucho que nos parezca insuficiente lo logrado
hasta ahora, aún era mucho menor:
«En aquella época la prensa del corazón tenía tan poca importancia como el público al que iba destinada, es decir, las mujeres». (Página 11)
Como buen españolito de la época, Rufo
Batalla comienza a trabajar gracias a un enchufe. Pero en realidad trabaja
porque tiene que trabajar, no porque tenga mucho interés en lo que está
haciendo.
«Como no daba muestras de aspirar a nada ni de querer arrebatarle el puesto a nadie, pronto me fue perdonado el doble pecado original; haber entrado por enchufe y estar mejor preparado que el resto del personal». (Página 13)
Una carrera como periodista que se ve
catapultada gracias a la entrevista que le concede el príncipe Tadeusz Maria
Clementij Tukuulo (un apellido muy mendoziano). Un personaje que volverá a
aparecer a lo largo de la novela.
Una novela que tiene dos partes muy
diferenciadas: una primera con la vida en España de Rufo. Una trama muy de
Mendoza un tanto disparatada con la entrevista y la relación de Rufo con el
príncipe y con su mujer que de paso le permite al autor mostrarnos esa España
de los sesenta.
Una España que estaba cambiando a la
fuerza, con un intento de apertura muy controlada y en la que Fraga fue un
elemento muy importante, entre otras cosas con aquel célebre eslogan que aún
perdura:
«Fraga Iribarne inventó una fórmula sencilla que lo solucionaba todo: Spain is different. (…) En apariencia, la frase era un reclamo dirigido al extranjero; en realidad, fue un mensaje dirigido a todos los españoles». (Página 64)
Tampoco se corta a la hora de hablar de
Madrid y Barcelona, dos ciudades que nos explica el por qué son tan distintas:
«Mi conclusión fue que Madrid y Barcelona eran dos ciudades completamente distintas, sobre todo en lo referente al modo de vivir y de relacionarse las personas». (página 117)
La segunda parte nos lleva a Nueva York,
con Rufo convertido en un funcionario. Su descripción del trabajo de los
funcionarios, permanentemente trabajando para un trabajo que nadie va a ver es
alucinante. Y de paso, una puyita:
«—El Estado sufraga los gastos del Ejército, es cierto, pero eso no los convierte sin más en funcionarios.
—Ya, como los animales del zoo. Comen a cuenta del erario público pero no son funcionarios». (Página 238)
La novela termina sin terminar, aunque
el argumento ya digo no es lo más importante. Y no termina, porque el personaje
continuará en próximas entregas. ¿Cuántas? Ni el mismo autor lo tiene claro,
pero ahí seguirá al pie del cañón con este Rufo dando Batalla.
OPINIÓN
PERSONAL
Cada vez que leo una novela de Eduardo Mendoza estoy
expectante por lo que me voy a encontrar, porque lo mismo te da una de cal que
una de arena. O te da de cal y de arena en la misma novela.
Algo de eso hay también en El rey
recibe, que arranca como una novela muy loca y disparatada al estilo Mendoza,
para luego irse transformando por momentos cada vez más en una novela y más en
una reflexión sobre la España y los españoles en la década de los sesenta y los
setenta. Una visión primero desde España y luego desde Nueva York.
A nivel personal he disfrutado mucho con
esa visión de España, porque en unas páginas puedes hacerte una muy buena idea
de cómo era España, de un modo mucho más sencillo que leyendo libros y libros
de historia. Y además con mucho humor y mucha ironía.
Por eso mismo, no me interesó tanto la
segunda parte, la que transcurre en Nueva York, donde nos hablará del
feminismo, el movimiento gay o de una ciudad que comenzaba a ser el nuevo
centro del arte y la cultura.
No he encontrado en El rey recibe al mejor Eduardo Mendoza, con una
escritura tan cuidada y exquisita como siempre, pero con una novela de ritmo
muy irregular, en la que encontraremos eso sí, esos brillantes chispazos de
humor que en esta ocasión el autor prodiga menos que en otras ocasiones.
Una novela de la que disfrutarán seguro
los seguidores del escritor.
VALORACIÓN: 7/10
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Acabo de leerla hace una hora, por eso te he dejado hoy para el final 😊 pues creo que coincidimos en impresiones, aunque a mí me gusta reposar las novelas que leo un tiempo, pero sí que puedo decirte que creo que esta vez no necesito tanto tiempo 😉
ResponderEliminarMendoza de nuevo me ha convencido.
Besitos 💋💋💋
No es lo mejorcito de Mendoza por lo que cuentas. Pero no me importaría leerlo, que es un autor que suelo disfrutar.
ResponderEliminarBesotes!!
Vaya, qué bien, veo que pese a algún pequeño (bueno, no tan pequeños) 'pero' que le pones, la novela te ha convencido -menos que otras veces, es cierto- por sus rasgos de humor y alguna cosa más. Sin embargo a mí me sucede como a Yolanda y a Margari, las comentaristas que me preceden, soy fan de Mendoza y pienso leerla sí o sí. Me gustaría que no tuviese los defectos que señalas en ella, pero el humor y la certera crítica que hace de la sociedad española siempre me ha gustado en este escritor.
ResponderEliminarGracias por la reseña, Pedro.
Un abrazo
Me encanta este autor, así que probablemente caiga =)
ResponderEliminarBesotes