El nombre del viento
Patrick Rotfuss
FICHA TÉCNICA
Título: El nombre del viento
Autor: Patrick Rotfuss
Editorial:
Plaza & Janés, 2011
Encuadernación:
Tapa dura
Páginas: 880
PVP: 24,90 €
Ebook: 8,99 €
El mágico poder de
la palabra
ARGUMENTO de EL NOMBRE DEL VIENTO
En
una posada en tierra de nadie, un hombre se dispone a relatar, por primera vez,
la auténtica historia de su vida. Una historia que únicamente él conoce y que
ha quedado diluida tras los rumores, las conjeturas y los cuentos de taberna
que le han convertido en un personaje legendario a quien todos daban ya por
muerto: Kvothe... músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino.
Ahora
va a revelar la verdad sobre sí mismo. Y para ello debe empezar por el
principio: su infancia en una troupe de artistas itinerantes, los años
malviviendo como un ladronzuelo en las calles de una gran ciudad y su llegada a
una universidad donde esperaba encontrar todas las respuestas que había estado
buscando.
EL NOMBRE
DEL VIENTO
Para darle
cinco estrellas a un libro, éste tiene que tener algo más, tiene que provocarme
emociones, sentimientos. Por muy bien escrito que esté, si no consigue
transmitirme emociones o sentimientos, si no consigue entusiasmarme, no puedo
darle cinco estrellas. Sé que es poner el listón alto, pero es la manera de que
los que me leéis sepáis cuando os presento un libro especial.
Este lo es. Ha conseguido devolverme a mi niñez, a aquel estado catatónico en que entraba cuando leía un buen libro de aventuras, un estado en el que me metía de tal modo con mi imaginación dentro de la historia, la vivía de tal modo, que se anulaban el resto de mis sentidos. Era inútil que me hablases, porque no oía. O sea, que ya podía darme gritos mi madre o no me enteraba de nada.
Esa es la misma sensación que he tenido con El nombre del viento, que a pesar de sus casi novecientas páginas, ha caído (mejor sería decir que el que ha caído he sido yo) en un fin de semana.
Este lo es. Ha conseguido devolverme a mi niñez, a aquel estado catatónico en que entraba cuando leía un buen libro de aventuras, un estado en el que me metía de tal modo con mi imaginación dentro de la historia, la vivía de tal modo, que se anulaban el resto de mis sentidos. Era inútil que me hablases, porque no oía. O sea, que ya podía darme gritos mi madre o no me enteraba de nada.
Esa es la misma sensación que he tenido con El nombre del viento, que a pesar de sus casi novecientas páginas, ha caído (mejor sería decir que el que ha caído he sido yo) en un fin de semana.
Altas estoy poniendo vuestras expectativas, con lo cual siempre es fácil
que luego te sientas un poco defraudado, pero también eran muy altas mis
expectativas y se vieron superadas.
Sentido del
humor no le falta al autor. Basta con leer una de las dedicatorias con las que
comienza el libro.
«A mi padre, que me enseño que si tenía que hacer algo, debía tomarme mi tiempo y hacerlo bien».
Nada tendría de
particular si no fuera por el hecho de que tardó catorce años en escribir esta
novela. Mi duda es si a ese ritmo viviré los
suficientes años para leer la trilogía.
Porque de entrada antes de enfrentaros a este libro, debéis tener muy claro
que este es el primero de tres libros.
«Tardaré tres días en contarte la historia». (Página 73).
Cada libro es un día de esa narración.
Así el libro acaba diciendo:
«Aquí termina el primer día de la historia de Kvothe. Continuará...»
Antes de
continuar debo aclarar que no soy un aficionado a la literatura fantástica y
que ni Tolkien como escritor, ni su "El Señor de los anillos" están
entre mis autores o libros favoritos
No es esta una historia poblada de gnomos, elfos o seres fantásticos que quizás la convirtieran en una historia infantil.
Y más que a Tolkien, es a Harry Potter a quien me trae a la memoria esta novela, pues se trata de un joven en busca del conocimiento desde que era un niño. Y este conocimiento donde se imparte de verdad es en la Universidad a la que finalmente llegará Kvothe.
No es esta una historia poblada de gnomos, elfos o seres fantásticos que quizás la convirtieran en una historia infantil.
Y más que a Tolkien, es a Harry Potter a quien me trae a la memoria esta novela, pues se trata de un joven en busca del conocimiento desde que era un niño. Y este conocimiento donde se imparte de verdad es en la Universidad a la que finalmente llegará Kvothe.
Otra advertencia que debo haceros es que tengáis paciencia con
el comienzo del libro, porque durante casi setenta páginas no terminas de
cogerle el aire a esta historia de un posadero, de los clientes que acuden a su
posada, las extrañas historias y rumores que cuentan sobre los malos tiempos
que corren y la lucha del posadero contra unos extraños seres como arañas cuyas
patas cortan como navajas de afeitar.
Pero todo
cambia con la llegada a la posada del Cronista que sabe que
bajo la imagen del amable posadero llamado Kothe (pronúnciese cuouz) se esconde
un peculiar y casi mítico personaje llamado Kvothe, héroe para muchos, enigma
para todos.
Viene con la clara intención de que Kvothe le cuente su historia:
Viene con la clara intención de que Kvothe le cuente su historia:
«Saliste en busca de un mito y encontraste a un hombre, has oído las historias y ahora quieres los hechos reales». (Página 71)
Puedo resumirlo todo en una frase:
«Viajé, amé, perdí, confié y me traicionaron». (Página 72).
Afortunadamente no lo hace, porque si lo hubiera hecho nos habría privado
de la apasionante historia que se desarrolla a continuación.
Kvothe se
remonta a su infancia, a unos años en que con sus padres y un grupo recorría
los caminos de pueblo en pueblo representando sus funciones. Unos feriantes.
Al grupo se une
un arcanista. Los arcanistas eran los hombres más sabios, de los que se decía
que tenían poder sobre la naturaleza. Ve en Kvothe aptitudes innatas para el
aprendizaje así como una gran curiosidad por todo.
«Una vez mi padre me dijo que Kvothe significa saber. Quería aprender el nombre del viento. Quería dominar el fuego y el rayo. Quería respuestas a diez mil preguntas». (Página 81)
Pero todo cambia cuando el grupo sufre un ataque de los chadrian.
¿Qué o quiénes son los chadrian? ¿Son demonios como piensa la gente, o personas
dotadas de terribles poderes? Ese es el misterio que Kvothe, único
superviviente por hallarse en el bosque en el momento del ataque intentará
resolver.
Pero primero a su corta edad bastante tendrá con sobrevivir en un mundo
duro y cruel. Partirá finalmente a la Universidad, pobre
como una rata, sin apoyos ni más ayuda que su inteligencia y su talento
musical, un artista del laúd.
Esta historia de supervivencia no sería la misma sin la
presencia del amor personificado en Danne. Todo lo inteligente que
es Kvothe, se vuelve ignorancia en lo referente a las mujeres y el amor.
Un personaje literario muy logrado que pese a la imposibilidad que siente
para describirla, retrata muy bien su interior con la siguiente frase:
«No es mala, ni retorcida, ni rencorosa. Es cruel». (Página 857)
Necesita como
toda buena novela un malo, que será la figura de Ambrose, un rico heredero de
un noble, que desde el primer momento comienza a odiar a Kvothe y será el
encargado de complicarle permanentemente la vida.
Kvothe, que en la Universidad conseguirá ir pasando rápidamente por los
distintos grados: E'lir, el que ve. Finalmente Re'lar, el que habla.
OPINIÓN
PERSONAL
Una novela mágica, cuya fuerza está no en la magia misteriosa, sino en la fuerza de las
palabras. Palabras que son nombres, nombres que tienen poder.
«Las palabras son pálidas sombras de nombres olvidados. Los nombres tienen poder y las palabras también. Las palabras pueden hacer prender el fuego en la mente de los hombres. Las palabras pueden arrancarles lágrimas a los corazones más duros. Existen siete palabras que harán que una persona te ame. Existen diez palabras que minarán la más poderosa voluntad de un hombre. Pero una palabra no es más que la representación de un fuego. Un nombre es el fuego en sí» (Página 814)
Hablar de la fuerza de la palabra no es nuevo, pues es un tema bíblico:
«Y la palabra se hizo carne y habitó entre nosotros». (Jn 1, 141)
Es pues este un libro que recomiendo sin reservas, a fin de cuentas, ha
conseguido el autor atraparnos mediante la palabra, aunque esta no sea oral
sino escrita.
VALORACIÓN: 10/10
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Me encanta esta historia y la siguiente pero odio a muerte a su autor que nos tiene año tras año esperando el fin. Tendré que volver a leerme las dos novelas pero hasta que no vea la tercera en la librería no quiero ni mencionar su nombre de lo enfadada que me tiene, jajaja
ResponderEliminarBs.
Todavía lo tengo pendiente, porque no sé si me va a gustar, pero viendo la nota que le has dado, acaba de subir punto en mi larga lista de pendientes...
ResponderEliminarBesos
Lo leí hace tiempo y aunque lo de no me gustó tanto como a ti.
ResponderEliminarBesos 💋💋💋
Aish, cómo coincido contigo. Un pedazo de 10 como una catedral. Me enamoró la primera vez que lo leí y el año pasado le dediqué una relectura y me enamoró aún más. Qué obra de arte. Me alegra mucho que lo hayas disfrutado.
ResponderEliminar¡Saludos!
Me flipó este libro. No leí el segundo porque quiero esperar a que salga fecha definitiva del tercero y ponerme con todos del tirón.
ResponderEliminarEl personaje de Bast es de mis favoritos =)
Besotes