Las catedrales del cielo
Michel Moutot
FICHA
TÉCNICA
Título: Las
catedrales del cielo
Autor: Michel Moutot
Traducción: Elena Bernardo y Alicia Martorell
Editorial: Grijalbo, 2018
Encuadernación:Tapa blanda
Páginas: 400
MICHAEL MOUTOT
Michel Moutot |
Esto es lo que la editorial nos cuenta
del autor:
Michel Moutot (Narbona,
1961) es periodista de la Agencia France Presse (AFP). Corresponsal en Nueva
York en 2001, recibió el premio Louis Hachette por su cobertura de los
atentados del 11-S. En 1999 fue galardonado con el premio Albert Londres, el
más prestigioso de la prensa francesa, por su trabajo sobre la guerra de
Kosovo. Corresponsal en Lyon, Beirut, Nairobi y Nueva York ha cubierto una
quincena de conflictos, entre los que se incluyen la guerra del Golfo y la de
la ex Yugoslavia. En la actualidad trabaja como reportero especializado en
cuestiones de terrorismo internacional en la sede de la AFP de París.
Con Las
catedrales del cielo, Moutot ha sido galardonado con el Premio de los
lectores a la mejor novela de Points 2016, el Premio Gironde Nouvelles
écritures 2015 y el Premio Cinélect 2016. El dramaturgo Emmanuel Meirieu
adaptará la novela para el teatro.
ARGUMENTO de LAS CATEDRALES DEL CIELO
Esta es la historia de varias
generaciones de unos hombres muy especiales: los “ironworkers”, trabajadores
del acero que a grandes alturas sueldan las vigas de acero para hacer posible
la construcción de grandes rascacielos y puentes.
Es la historia de los indios mohawk que
generación tras generación se han dedicado a ese trabajo amparados en la
leyenda de que no conocen lo que es el vértigo.
Una historia que arranca en el año 2011
con el atentado de las Torres Gemelas que, al igual que fueron construidas por
esos trabajadores, también tuvieron que ser demolidas por aquellos que las habían
construido o por sus hijos, que también participaron activamente en las
primeras tareas de rescate y desescombro.
Y de ahí os remontaremos al origen de
estos hombres en Canadá en 1886 cuando un gran puente iba a construirse para
cruzar el río San Lorenzo y una tribu de mohawk exigió como recompensa por
atravesar sus tierras, que sus hombres trabajasen en la construcción del mismo.
LAS CATEDRALES DEL CIELO
«En esos rascacielos, como en todos los de la ciudad, estábamos nosotros, los indios mohawk: de Canadá o de Estados Unidos. Venimos de reservas cercanas a Montreal o a la frontera. Nueva York escaló el cielo con el sudor y la sangre de nuestros padres. No hay obra de altura, puente metálico o rascacielos donde no se oigan, en todo lo alto, órdenes, indicaciones o tacos en nuestro idioma. Los carpinteros de hierro mohawk son famosos por su valor, experiencia y fiabilidad, en Norteamérica y en el resto del mundo». (Página 12)
Esta es la historia de unos hombres muy
especiales que pasaron de ser carpinteros de la madera para construir sus casas
con largos tejados, a carpinteros del acero para trabajar a grandes alturas,
ganando para su pueblo fama y dinero: los indios
mohawk.
Una historia que arranca con uno de esos
momentos históricos de la humanidad: la destrucción de las Torres Gemelas. Un
momento que vivió en directo Michel Moutot, autor de esta novela y con el que
arranca Las
catedrales del cielo:
«Las Torres Gemelas son nuestras, las construimos nosotros. Así que es a vosotros a quienes corresponde echarlas abajo y después andar por el cielo, atornillar las vigas y honrar a los antepasados cuando llegue el momento de reconstruirlas». (Página 146)
Es una ocasión muy buena para conocer de
la mano de un periodista que estuvo allí, lo que pasó en esos días posteriores
al atentado terrorista. Una historia que yo no conocía, entre otras cosas
porque el acceso a los periodistas quedó totalmente restringido. De hecho, lo
que aquí se nos cuenta no es un testimonio directo, sino lo que pudo conocer a
partir de los que allí estuvieron trabajando en los trabajos de rescate y
posterior desescombro. Una historia sobrecogedora.
También conoceremos el origen de la
leyenda de esos hombres sin aparente miedo a las alturas. La historia de generaciones
de familias que hicieron de su valor el medio de vida:
«Hasta donde me alcanza la memoria, siempre he querido seguir los pasos de mis antepasados, haciendo equilibrismo por vigas de treinta centímetros de ancho con la ciudad a nuestros pies. Por eso nos llaman también skywalkers, “caminantes del cielo”». (Página 12)
IMPRESIÓN PERSONAL
Es muy difícil el tránsito del
periodismo a la literatura, porque son dos modos totalmente diferentes de
contar las cosas. Eso es algo que se nota en esta primera novela de un hombre
que toda su vida ha sido un periodista. Por eso, por más que los hechos están
novelados, en muchos momentos he vivido esta novela como un inmenso reportaje
y, como tal, lo he disfrutado.
No es que los personajes no estén mal
construidos, que no lo están, sino que les falta un poco de garrra dramática
para atraparme como lector. No así la historia que me cuenta.
Claro, que cuando se cruza en mi zaping
un documental del Discovery Max de esos que tratan de megaconstrucciones, lo disfruto. Si no es ese tu caso, mejor que te
busques otra novela. Pero si te gustan, no tardes en hacerte con Las catedrales del cielo.
VALORACIÓN: 7/10
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No es mi estilo, así que te hago caso y me busco otra novela.
ResponderEliminarBesotes!!!
Vaya, me parece una historia súper interesante pero lo de que está escrito estilo reportaje me echa un poco atrás. Lo meditaré. Gracias!
ResponderEliminarPues a otra cosa, mariposa =)
ResponderEliminarBesotes