martes, 31 de octubre de 2017

EVA (ARTURO PÉREZ-REVERTE) (Serie Falcó)

Eva
Arturo Pérez-Reverte




FICHA TÉCNICA

Título: Eva
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Editorial: Alfaguara, 2017
Encuadernación: tapa dura
Páginas: 388







Editorial: Punto de Lectura, 2019
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 400
PVP: 12,95 €






ARTURO PÉREZ-REVERTE


No puede ser más breve la biografía que de Arturo Pérez-Reverte nos ofrece la editorial, tanto en la solapa del libro como en su página web:

Arturo Pérez-Reverte nació en Cartagena, España, en 1951. Fue reportero de guerra durante veintiún años. Con más de veinte millones de lectores en todo el mundo, muchas de sus novelas han sido llevadas al cine y a la televisión. Hoy comparte su vida entre la literatura, el mar y la navegación. Es miembro de la Real Academia Española.

Son tantos los libros que ha escrito, que me llevaría una página entera el poder enumerarlos. Por eso, aquí simplemente y por orden alfabético os voy a dejar los que tengo reseñados en este blog, que son unos cuantos, incluyendo su famosa serie Alatriste:







ARGUMENTO de EVA


«-¿Y qué se espera que haga?-¿Lo prefieres resumido, o en detalle? –preguntó el Almirante--Podría empezar resumiéndolo, señor. Son ya demasiadas emociones.-Que vayas a Tánger y te traigas esas treinta toneladas de oro.Falcó se había quedado con la boca abierta.-¿así, por las buenas?-Por las buenas o por las malas?» (Página 55)

Falcó es destinado a una nueva y peligrosa misión: apoderarse del oro de Moscú que viaja en el Mount Castle, un barco que se ha visto obligado a fondear en Tánger ante el acoso de un poderoso barco de guerra del bando nacional, que está esperando que salga del puerto para hundirlo.
Trasladado a Tánger, Lorenzo Falcó se verá envuelto en una intensa trama de espías donde su vida corre serio peligro. Una aventura en la que tendrá en frente a Eva.






EVA


«-¿De verdad no has vuelto a verla –insistió el Almirante.-No, Almirante, no he vuelto a verla-Bueno. Nunca se sabe, ¿no?... Estáis en el mismo negocio, y el mundo es pequeño. Al final todos nos tropezamos con todos continuamente. Podría ocurrir que la encontraras otra vez, no sé dónde.-Sí, podría ocurrir». (Falco. Página 290)

Así terminaba Falcó. Quedaba bastante claro, aunque no hubieras oído las entrevistas o declaraciones de Arturo Pérez-Reverte, que tendríamos una segunda parte y aquí la tenemos ya.
Se notaba que Arturo Pérez-Reverte se sentía muy a gusto contándonos las aventuras de un personaje como Lorenzo Falcó, y una relación tan peculiar como la que mantiene con Eva, no era como para dejarla pasar por alto.

Lorenzo Falcó, un hombre que parece no tener más patria y bandera que él mismo, por más que trabaje para el bando nacional. No, Falcó tiene su propio bando, que no es otro que él mismo:
«No era asunto suyo, se dijo. Allá quien matara o muriera, y sus razones para hacerlo. Su idiotez, maldad o motivos nobles. La guerra de Lorenzo Falcó era otra, y en ella los bandos estaban perfectamente claros: de una parte él y de otra todos los demás». (Falcó. Página 101)

Esta es la historia y la aventura de Lorenzo Falcó, agente del SNIO (Servicio Nacional de Información y Operaciones). Su misión era la de «infiltración, sabotajes y asesinatos de elementos enemigos, tanto en zona republicana como en el extranjero» (Falcó. Página 19). Todo ello dentro de un equipo de élite que era conocido por los servicios secretos locales como Grupo de Asuntos Sucios.

Pero pese a ello, es un hombre con un sentido del honor y la lealtad (ese sentido que tienen todos los protagonistas de Arturo Pérez-Reverte y cuyo paradigma es el Capitán Alatriste).
«-El encanto es su segunda naturaleza.-¿Y la primera?-Es leal.-¿A quién?-A él mismo. Y a mí--¿Por ese orden?-Por ese… Pero hay espacio suficiente para ambas lealtades». (Página 48)

Un peligro andante para sus enemigos. O ya puestos, para los maridos, que el estado civil no es un obstáculo para Falcó cuando se encuentra frente a una mujer.
«Uno de tus más perversos encantos, le había dicho en cierta ocasión el almirante, consiste en que sabes escuchar como si lo que te dicen resultara decisivo para tu vida y tu futuro. Lo más importante del mundo, Y cuando al fin la víctima advierte el truco, es demasiado tarde, porque la le has robado la cartera o dado un navajazo en la ingle. O, si es mujer, te has metido en su cama». (Página 19)

Banco de España
Un hombre siempre al límite, que ama la vida y sus placeres, aunque tal vez por ello disfruta tanto del riesgo de perderlos en cualquiera de los múltiples lances en los que se ve envueltos.
«Los pasos venían detrás, cada vez más cerca. Sonaban ya en los primeros peldaños de la escalera. No voy a morir esta noche, ser repitió Falcó. Tengo planes más atractivos. Mujeres, cigarrillos, restaurantes. Cosas así. De modo que, puestos a ello, es mejor que mueran otros». (Página 12)

Lances propios de un oficio muy peculiar:
«El de Lorenzo Falcó era un oficio de imprevistos; un ajedrez de riesgos y probabilidades. (…) Una guerra sucia que se libraba tanto en los campos de batalla de España, como en las respectivas retaguardias, y también en lugares extranjeros oscuros y Sórdidos como aquel. Lances sucios, propios de un sucio oficio. Peones desechables en un tablero donde jugaban otros». (Página 14)

A pesar de que esté en el bando nacional, lo suyo no es una cuestión de creencias. Pero tampoco es desde luego algo que se tome como un asunto personal, porque respeta al enemigo. Tal vez por eso aún sigue con vida:
«-Rojos –corrigió.-¿Perdón?
-Nada de rojillos. En el Jarama no corrieron… Pelearon con bravura y cayeron a centenares, como los nuestros, Y en Madrid tampoco corren». (Página 265)

Apenas hay comentarios en la novela sobre la guerra civil, mero espectáculo de fondo, escenario en el que se mueven los personajes. Pero un momento y un lugar en el que la existencia de este personaje resulta creíble y necesaria.
«-Un sujeto peligroso.-Incómodo en tiempos de paz –confirmó-. Pero adecuado para tiempos como éstos». (Página 54)

Pero una cosa es que no se hable de la guerra civil, y otra muy distinta que no aproveche para soltar alguna pulla que, al igual que hacía en la novela anterior, no va dirigida contra uno de los bandos en concreto:
«Una guerra civil para cambiarle el color a una bandera es mucha guerra. Los españoles estáis majaras. Lleváis veneno en la leche». (Página 32)

Difícil, por no decir imposible, incluir a esta novela en un género determinado, pues bebe de muchas fuentes, comenzando por la novela negra (en Eva Lorenzo Falcó se lleva más mamporros que un detective barato de una mala novela negra), histórica (más por la ambientación que por lo que nos cuenta) y thriller que es con la que voy a quedarme. Aunque tal vez acabáramos antes si dijéramos que se trata de una novela de espías.

Tánger
Junto a Falcó, Eva y el Almirante, en esta novela encontramos dos personajes muy interesantes y que a mí me han encantado: los capitanes de los barcos. Hombres que militan en bandos distintos pero a los que les une una pasión común: el mar. Un mar que les da un sentido del honor entre iguales, por encima de guerras y políticas, por más que cada uno de ellos vaya a cumplir con una misión que los enfrentará.

Una novela con otro protagonista, esta vez no de carne y hueso pero de una gran importancia: Tánger, ciudad fronteriza, el lugar ideal para situar una novela de espías. Baste como ejemplo dos novelas españolas recientes: El tiempo entre costuras de María Dueñas y La ciudad de la mentira de Iñaki Martínez.
No es la única ciudad por la que Falcó se paseará, pues la acción comienza en Lisboa y también se pasea por Sevilla y Salamanca.





IMPRESIÓN PERSONAL

Muchas expectativas tenía puestas yo en esta novela, porque el personaje de Falcó me pareció una de esas figuras que pueden perdurar en el tiempo, que podía dar mucho juego.
Desde ese punto de vista, no decepciona Eva, que sigue ahondando en la compleja personalidad del protagonista. Pero eso puede no resultar suficiente, porque en el fondo al final lo que predomina es la acción, mucha acción. Pero se echa en falta la tensión que provocaba Eva. Falcó la echa mucho de menos. Y yo también:
«Estamos en paz, recordó de nuevo, Eso había dicho Eva Neretva cuatro meses atrás, cuando él fumo el último cigarrillo junto a ella, al lado del coche detenido junto a la carretera». (Página 145)

Porque ha de pasar más de media novela para que Eva aparezca como algo más que una sombra recortada allá en lo lejos sobre la cubierta de un barco.
Y es en ese duelo vital entre ambos personajes donde la novela remonta el vuelo, aunque para ello hemos tenido que esperar casi trescientas de las cuatrocientas del libro.
Espera para un duelo en el que viviremos una muy peculiar historia de amor entre Eva y Falcó. ¿Historia de amor? Bueno, es una manera de hablar, porque en realidad ni ellos mismos lo saben:
«-No creo que sea verdad que nos amemos –murmuró Eva.Él reflexionó un momento. O aparentó hacerlo.-Yo tampoco lo creo». (Página 380)

Demasiado poco para lo mucho que yo esperaba. Lo cual no quiere decir que no me haya gustado el libro, porque la verdad es que lo he devorado en muy poco tiempo. Pero tal vez, con unas expectativas más moderadas, probablemente me hubiera gustado más.
Un consejo. Si lo vas a leer como una simple aventura da igual. Pero si quieres intentar entender esa relación entre Eva y Falcó, más vale que te leas primero Falcó, porque si no, difícilmente vas a entender lo que está sucediendo entre ellos.




VALORACIÓN: 8/10


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4 comentarios:

  1. Un libro de Pérez Reverte (quien fuera mi escritor favorito en mi adolescencia) y además que lleva mi nombre. Suena como regalo de Navidad y próxima lectura ;)

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  2. Pues haciendo caso a lo que dices, entraremos primero con Falcó. La verdad es que se hace atractiva y apetece la novela de espías en blanco y negro. Gracias una vez más por tu reseña.

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  3. Esta vez no me animo, no me gusta este autor.
    Besos.

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  4. Quiero reencontrarme con Falcó, aunque bajaré mis expectativas. Besos.

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