El pasado 26 de septiembre tuvo lugar en
el Hotel Las letras de Madrid un lugar que afortunadamente he visitado con frecuencia últimamente para este tipo de actos, un encuentro
bloguero con Víctor del
Árbol
a propósito de su nueva novela Por encima de la lluvia. Un encuentro con un pequeño grupo de blogueros en el que el Víctor
del Árbol se mostró muy cercano y respondió a nuestra lluvia de preguntas.
Minutos antes de ese encuentro tuve la
oportunidad de poder realizar una entrevista con el autor, una entrevista que
podéis ver en mi canal de yotube.
No pretendo que esto sea una
transcripción de las preguntas y respuestas que allí le hicimos, sino más bien
el resultado de las impresiones que allí recibí.
En primer quiero comentar lo cálido que
estuvo en todo momento Víctor del Árbol que comenzó recordando tiempos pasados,
aquellas primeras frias del libro de Madrid en los que en todo un fin de semana
firmó ocho libros, las primeras presentaciones en que el número de asistentes
no llegaba a diez. Uno de los presentes había estado en una de ellas, otros
como yo lo conocimos en la presentación de Un millón de gotas en la Librería Burma de Madrid, muy lejos de sospechar en lo que aquel libro representó en la
carrera de este multipremiado y reconocido autor.
En recuerdo de aquellos días, quiso en
primer lugar mostrarnos todo su agradecimiento y ponerse a nuestra disposición
para lo que necesitáramos, porque una de las pocas cosas según él de Internet
es que permite que el boca oreja funcione mejor, y eso ha sido lo que le ha
traído hasta aquí, esas recomendaciones de persona a persona, esas
recomendaciones como en el caso de los blogueros allí presentes de gente no
profesional y que no se dedica en exclusiva a vivir de esa opinión. Una opinión
que para él es más que una opinión para convertirse en un análisis de altísimo
nivel que le devuelven unas claves de lector que no estaban ahí en su
escritura.
Porque él como escritor sabe por qué
escribe, pero no por qué lee. Eso significa que la literatura es algo vivo. Por
todo ello nos exhortaba a no perder la honestidad, a no dejarnos “atrapar” por
las editoriales.
Tras ganar el Premio Nadal con La víspera de casi todo, le entró la preocupación de pensar que iba a ser juzgado
de otra manera. Por eso no podía escoger una historia cualquiera. Quería
escribir una historia sobre un viaje y como dicho viaje te cambia por dentro.
Porque viajar es vivir, porque te pasan cosas inesperadas. Al mismo tiempo,
dentro de él llevaba la vejez y la enfermedad.
Son temas que para contarlos requieren
madurez. Si esta historia la hubiera escrito hace cinco años, sería otra cosa
totalmente distinta. Pero sintió que este era el momento de escribir una
historia íntima y natural en el que deja de recurrir a dos espacios temporales
para que todo tenga lugar en un mismo espacio.
Nos dice que vivimos en un mundo en el
que la sociedad se basa en lo que tenemos. Por eso Miguel, el protagonista de
la novela, lo que atesora en su vida son seguridades y aparta a un lado todo
sentimiento que pueda alejarle de ella. Hasta que llega la enfermedad para
demostrarle que no tiene nada y que, lo único que tiene que son sus recuerdos,
los va a perder.
Porque al final, lo importante no es
cómo vives, sino como mueres.
A pesar del tema de la vejez y la
enfermedad, Por encima de la lluvia
es una novela optimista porque cree en las agallas que tenemos dentro. Es como
un grito: ¡Espabila, que esto se acaba!
Para él, Miguel es un héroe, una persona
normal que hace cosas extraordinarias sin saberlo. Un hombre que como Helena ha
sufrido en su infancia el dolor y el abandono. Sin embargo, cada uno de esos
personajes lo afronta de un modo totalmente diferente.
Víctor necesita tener muy claro el
título de una novela para escribirla. Y el título de esta surgió en un viaje en
avión, viendo la serenidad de un hombre mayor que tenía al lado, mientras por
la ventanilla se veía lucir el sol y al fondo, una de esas cortinas de lluvia.
Quedé sorprendido por la gran
sensibilidad de Víctor del árbol, una hipersensibilidad que en cierto modo recuerda
a la de uno de los personajes de su novela: Marqués. La diferencia es que
gracias a su escritura, el ha podido valvularla. Y todo a pesar de que cuando
escribió el borrador de El peso de los muertos y lo llevo a una editora, la
opinión fue devastadora. Que mejor se dedicara a otra cosa porque aquello no
era lo suyo. Afortunadamente no hizo caso, porque quién sabe que hubiera sido
de su vida por una parte, y por otra, nosotros hubiéramos perdido unas novelas
que llegan directas al corazón.
Y tras la charla que con él mantuvimos y
en la que no le dejamos tiempo ni para comer, llegó el momento de la firma, de
las fotos, de unas palabra personales con el autor.
Hasta pronto Víctor, que este viaje que
es la vida, vuelva a juntarnos más temprano que tarde.
Se ve que lo pasasteis bien...
ResponderEliminarBesos
Envidia me das. Y que estuvo la semana pasada en mi tierra y me fue imposible ir... Ays, tengo que aprender a organizarme mejor. Gracias por la estupenda entrada!
ResponderEliminarBesotes!!!
buena velada tuvo que acontecer...
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