BASTA CON VIVIR (CARMEN AMORAGA)

Basta con vivir

Carmen Amoraga

 

FICHA TÉCNICA

Título: Basta con vivir

Autor: Carmen Amoraga

Editorial: Destino, 2017

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 317

PVP: 18,90 €
Ebook: 12,34 €

CARMEN AMORAGA

Esto es lo que la editorial nos cuenta de la autora:

Carmen Amoraga (Picanya, Valencia, 1969) es licenciada en Ciencias de la Información y ha trabajado para radio y televisión. Columnista del diario Levante y colaboradora en tertulias en Punto Radio, Ràdio 9 y Canal 9, en la actualidad es asesora en relaciones con los medios de comunicación del rectorado de la Universitat de València. Colabora en la Cadena Ser y publica artículos en Cartelera Turia. Con su primera novela, Para que nada se pierda, obtuvo el II Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla. La siguieron La larga noche, Premio de la Crítica Valenciana, y Todas las caricias. Algo tan parecido al amor, su siguiente novela, fue finalista del Premio Nadal de Novela 2007 y El tiempo mientras tanto, finalista del Premio Planeta 2010. Ha publicado también Palabras más, palabras menos (2006), una recopilación de sus artículos en prensa, y Todo lo que no te contarán sobre la maternidad (Destino, 2009). En 2014 ganó el premio Nadal por Su vida era eso.

En este blog puedes encontrar las reseñas de:

-La vida era eso.

-El tiempo mientras tanto.

-La larga noche.

Os dejo la entrevista que mantuve con Camen Amoraga a propósito de esta novela:  

ARGUMENTO de BASTA CON VIVIR 

«-Si tuvieras que escoger una palabra para describir tus sentimientos, tu estado de ánimo, ¿cuál sería?Esa pregunta no se la espera, Pepa, y la respuesta la atropella como atropellan los trenes a las furgonetas que se saltan el paso a nivel, dejando un siniestro total.La verdad la arrolla, la vende.Lo dice:-Como una mierda». (Página 171)

Así se siente Pepa, una mujer sobre los cincuenta años en plena crisis existencial, aunque esa crisis la viene ya de muchos años atrás. Pero ahora no va a quedarle más remedio que enfrentarse a su vida, cuando en su trabajo (en un asilo de ancianos) la obligan a tomar unas vacaciones forzosas.

Es entonces cuando conoce a Crina, una joven rumana embarazada a la que ve sentarse todos los días en el parque y de la que sospecha que está secuestrada y van a vender su bebé.

BASTA CON VIVIR

Dos historias va contándonos la autora simultáneamente en Basta con vivir. Por un lado la de Crina, una joven rumana víctima de la trata de blancas que fue engañada y traída a España y que ahora se ve enredada en el mundo de la prostitución sin ver la salida al mismo sin daños para ella o para su familia.

Por otra parte la historia de Pepa, la auténtica protagonista de esta novela, una mujer sobre los cincuenta años pero que aparenta muchos más, pues no se cuida, se viste de cualquier modo, pero sobre todo sin ganas de vivir, incapaz de aceptar una realidad que no es la que ella quiere para sí, si es que realmente supiera qué es lo que quiere. Una vida que siempre le ha parecido adversa desde que le dejó su novio y un cáncer la dejó estéril.

Así que está como cantaba Serrat (harta ya de estar harta ya me cansé):

«Asqueada de la vida. Harta. Nublada. Cansada de esa vida, pero también cansada de estar asqueada, harta, nublada». (Página 15)

Está con una de esas depresiones tan de caballo, que ni siquiera tiene ganas de morirse:

«No es que piense en la muerte, pero la vida le cansa». (Página 13)

Ni siquiera el sueño viene en su ayuda, pues no duerme por las noches

«Se pregunta en qué momento la vida se convirtió en uan trampa de la que no puede escapar ni siquiera durmiendo». (Página 17)

Sola. Muy sola. Ni siquiera la compañía de su perro Ramón, ese perro que le llegó de rebote y al que puso el nombre del novio que la dejó le sirve de consuelo, tan destrozado está su corazón que no se atreve a querer ni a un perro:

«No lo quiere. No quiere quererlo. Así no tienen por qué dejar que su corazón se rompa en mil pedazos, porque una vez se rompió y todavía tiene la sensación de andar pegando unos trozos con los otros». (Página 38)

Con una madre que decidió sumirse en una depresión que le duró más de diez años a la muerte de su marido y de la que sí o sí tuvo que hacerse cargo cuando se la encasquetaron sus hermanos. Unamadre que ahora está en la misma residencia de ancianos en la que trabaja y que la conoce como si la hubiera parido.

«Ella ya sabía, de sobra, que su hija se queja por todo, desde pequeña. Sabía de esa insatisfacción suya, de esa certeza de que la vida nunca era lo suficiente, de ese recelo con el que observaba a los demás. De sobra sabía que a su hija no le iba a ser fácil eso de ser feliz». (Página 39)

El pasado lo ve como un desastre. Pero no espera mucho más del futuro que está por venir:

«Un día fui joven y no tuve hijos. Algún día seré vieja y estaré sola. Algún día seré vieja y no tendré a nadie que me mire, a nadie que me acompañe a comprar las zapatillas con suela de goma, a nadie que se aproveche de mí. Sólo tendré al maleante que me esperará a la puerta del banco para robarme la paga. Algún día». (Página 104)

Va de seca y dura por la vida. Pero por más que se diga a sí misma que pasa de todos, nada más lejos de la realidad, siempre pendiente de todos los ancianos, de lo que necesitan o de echarles una mano sin que lo sepan. Pero hasta esa virtud suya es incapaz de ver.

«Ese era su drama. Uno, al menos. Tiene muchos más, y para enfrentarse a todos ellos no ha encontrado mejor remedio que odiar al mundo, que apartarse de él, que darle la vuelta a aquel proverbio latino que rescató Unamuno, el de nada de lo humano me es ajeno, y convertirlo en todo lo de los demás humanos me la suda». (Página 109)

Carne de psiquiatra como véis. Pero ¿será capaz de darse cuenta de ello y ponerse en manos de un profesional? Porque eso es lo que necesita: alguien que le diga dónde está el interruptor que le permita iluminar su vida de otra manera:

«Sus padres la trajeron a este mundo sin que ella lo pidiera y una vez aquí no se dieron cuenta de que ella era distinta, de que ella era especial, de que ella no quería vivir así, como entre tinieblas, y de que no tenía ni idea de dónde estaba el interruptor que prendía la luz». (Página 40)

IMPRESIÓN PERSONAL

El título de la novela, ese Basta con vivir, puede hacernos pensar que estamos ante un libro de autoayuda, que estará plagado de frases para subrayar. Nada más lejos de la realidad. En toda la novela sólo he encontrado una, que además venía muy a cuento, que hace hincapié en la importancia no de recrearse en la caída sino en fijarnos en el por qué de la misma para no repetirla:

«No mires dónde caíste sino dónde resbalaste». (Página 100)

El arranque de la novela es duro, porque dura es la situación que está pasando Pepa. Una mujer con la que podrás o no sentirte identificado pero que, a pesar de su apariencia de cardo borriquero, la autora consigue que empatices poco a poco con ella.

Si a eso le sumamos la difícil situación de Crina, la primera mitad del libro no es precisamente ese almíbar de los libros de autoayuda que todo parecen verlo muy fácil.

Pero ambos personajes evolucionan y nos animan a evolucionar con ellos, a superar nuestros miedos como ellos parecen estar dispuestos a superar los suyos.

Así que libro de autoayuda no, pero que gracias al dibujo de unos personajes muy realistas y más habituales de lo que nos pudiéramos pensar, algo por otra parte muy habitual en la narrativa de Carmen Amoraga, nos invita a mirar nuestro interior y ver cuánto de esa Pepa hay en nosotros. Tal vez nos llevemos la sorpresa de que hay más de lo que quisiéramos.

Una novela bastante más optimista que otras de la autora, en el que la muerte, aunque está presente, no es el tema central de la novela.

Yo la he disfrutado mucho, por lo que os invito a hacerlo también a vosotros.

VALORACIÓN: 9/10

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