VISITA A LA FERIA DEL LIBRO DE MADRID 2017

Llevo varios años con muchas ganas de ir a la Feria del Libro de Madrid y ¡por fin lo he conseguido! Además, no es una visita a la feria cualquiera, sino acompañado por un grupo de blogueros, venidos no solo de Madrid, sino desde Badajoz, Mallorca, Valencia y Málaga, a algunos de los cuales solo conocía virtualmente.

Un día maravilloso que en jornada de mañana y tarde compartí con (la familia es lo primero) mi hija Teresa (Leyendo en el bus), María Ángeles (Bookeando con Mª Angeles) que vino desde Málaga, Margálida (Libros y excursiones) que vino de Mallorca, Ángela (Polvo de libros) que vino acompañada de su marido Antonio que nos hizo de reportero gráfico mientras “posábamos” con diferentes autores, Inés (La huella de los libros) venida de Valencia, Manuela (Entre mis libros y yo) y Concha (De lector a lector) cuya hija Bea se nos incorporó por la tarde.

Un buen grupo como podéis ver, que en algunos momentos se vio ampliado pues por la feria nos encontramos a Pepa (Entre libros) y su colaboradora a amiga Concha Yunta.

Si queréis ver todo lo que hicimos (o casi todo),y poner cara a mis acompañantes, lo puedes encontrar en mi canal de Youtube:

Tras una quedada inicial en una cafetería junto al Retiro, comenzamos una calurosísima jornada en la Feria del Libro de Madrid.

La primera parada fue en la caseta de Fernando Aramburu, madrugador él que ya estaba firmando con una larga cola esperando su merecidísimo éxito literario: Patria. Ahí nos separamos algunos del grupo, en mi caso porque aunque he leído el libro (gracias a la Biblioteca Municipal de Móstoles) no lo tengo, por lo que marché junto a otros en busca de Mikel Santiago, al que ya habían visitado la tarde anterior.

Con Mikel Santiago, Teresa y Ángela

Mikel Santiago estuvo de lo más campechano y fue el primero en grabar un saludo para mi canal. Con él nos pasó una anécdota muy curiosa, porque tras hacernos las fotos de rigor en el móvil de Antonio, no éramos capaces luego de verlas, por lo que volvimos casi al momento a la caseta para pedirle un nuevo “posado”. Nos encontramos con que se había cambiado la camisa. Ya que la anterior tenía una mancha. Al comentarle lo del cambio nos dijo: “No vale, vosotros no teníais que haber vuelto”.

En el vídeo, rodado minutos antes, podéis ver que no lleva esta camisa verde con lunares blancos

Seguimos avanzando y saludamos a Inma Chacón. A su lado estaba Dolores Redondo, con unas colas larguísimas que por la tarde aún fueron peor. Lo malo de tener tanto éxito es que no te permite un contacto más tranquilo con tus lectores.

Federico Moccia y César Pérez Gellida

De allí para la cola de César Pérez Gellida. Acababa de empezar y ya tenía bastante gente. A su lado Federico Moccia, con mucha más gente esperando para su firma. La diferencia es que Moccia despachaba al personal con una firma y una foto y César se enrollaba como las persianas (los que le conocéis ya sabéis cómo es), por lo que la fila de Moccia se vació y la de César, a pleno sol, no paró de crecer.

Así que, mientras esperábamos desordenadamente en la fila (para que vamos a decirlo de otra manera) ante la desesperación del vigilante de seguridad que no entendía que las filas pueden ser de uno, de dos o de tropecientos como era nuestro caso, nos dedicamos a ir recorriendo otros autores.

Al final unas palabras sobre su gira con A grandes males, un fuerte abrazo y un saludo para mi cámara.

En ese tiempo visité las casetas donde se encontraba Carme Chaparro (otra de las triunfadoras seguro de la FLM), Espido Freire con la que no hablé de libros sino de su pequeño espacio en la SER tras las noticias de las once en la que nos cuenta un pequeño relato, Elia Barceló a la que no conocía de nada pero mi hija me regaló su libro, así que me lo firmó y Javier Castillo del que tengo pendiente la lectura de su novela. Como no la llevaba encima, no me la firmó, pero me mandó un afectuoso saludo.

Cristina Campos

Rematamos la mañana con la visita a la Librería Vid, una de las librerías de toda la vida en Móstoles y que sigue sobreviviendo. Allí nos encontramos con Cristina Campos, autora de Pan de limón con semillas de amapola, una novela que nos gustó mucho el verano pasado. Estuvo simpatiquísima y al final se llevaron su libro varias de nuestras compañeras que no lo tenían.

Ya tenía su última novela Recordarán tu nombre firmada, pero me pasé a última hora de la mañana a saludar a Lorenzo Silva, que me dejó uno de los saludas más cariñosos que he recibido.

Ángela se había traído desde Badajoz una morcilla de la que dimos buena cuenta a la sombra, con un vaso de cerveza que con el calor que hacía nos sentó la mar de bien (a pesar de que abusan del personal con los precios que ponen, que 4€ por una cerveza sin aperitivo, sin silla ni mesa para sentarse, ni nada de nada…)

Hora de comer. Las organizadoras del evento (y no me refiero a la FLM) tenían reservado dónde comer, que si no luego no hay quien pille nada, y menos para un grupo amplio como éramos) y al que se unió Félix García Modroño, con el que estuve charlando un buen rato durante la comida.

Laura Castañón

Tras tomarnos una copa, vuelta para la Feria, en la que tuvimos un encuentro personal con Laura Castañón, autora de La noche que no paró de llover. Y digo lo de encuentro personal, porque firmaba al día siguiente y quedó con nosotros para hablar un rato y firmarnos el libro a los que no podíamos verla el día siguiente. Una firma, con sello propio, muy original.

La tarde estaba muchísimo más concurrida que la mañana, eso sí, amenazando agua y sin que el sol nos castigara tan duramente.

Para mí fue el fin de la tarde, pues tenía que volver a casa, donde me esperaba mi mujer. Un viaje de dos horas, por lo que no podía quedarme hasta más tarde. Una pena, porque no sé si podré volver el último domingo por la tarde.

Un día maravilloso, con muy buena compañía y las ganas de repetirlo el año que viene si es posible.