Las hijas de Hanna
Marianne Fredriksson
FICHA
TÉCNICA
Título: Las
hijas de Hanna
Autor: Marianne
Fredriksson
Traducción: Jesús Pardo de Santayana
Editorial: Salamandra, 2011
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 416
PVP: 10,50 €
MARIANNE
FREDRIKSSON
Esto es lo que la editorial nos dice de
ella:
Marianne Fredriksson (Gotemburgo, 1927)
fue una de las escritoras más apreciadas y leídas de Suecia. Durante muchos
años ejerció el periodismo en algunos de los medios más importantes del país.
En 1980 publicó su primera novela, pero el éxito no le llego hasta 1997 con Las
hijas de Hanna. La novela, traducida a más de veintisiete idiomas, se convirtió
en un auténtico best seller en varios países del mundo, entre ellos España,
donde se han vendido hasta la fecha más de diez ediciones.
Su fama fue tal que aún hoy se habla de
un “estilo Fredriksson”, que se caracteriza por su extraordinaria capacidad de
retratar las relaciones humanas con gran realismo, honestidad y una inusitada
sensibilidad. Gracias a este estilo claro y a la vez poético, Marianne
Fredriksson logró conectar con lectores de todas las culturas y se convirtió en
una autora de verdadero alcance internacional.
Murió en Estocolmo el 11 de febrero de
2007 a la edad de setenta y nueve años.
ARGUMENTO de
LAS HIJAS DE HANNA
Anna está atendiendo a su madre, ya muy
próxima a la muerte y eso le hace preguntarse por todas las cosas que no conoce
de ella, ni de su abuela. Por eso comenzará a investigar en el pasado familiar,
viendo las similitudes y las diferencias entre ella y las mujeres de la familia
que la precedieron.
«¿Quién fuiste?, ¿por qué no llegamos a conocernos nunca?, ¿Por qué te interesaba yo tan poco?» (Página 39)
Poco a poco, con los recuerdos de su
madre, con lo que va averiguando, sus ideas empiezan a ordenarse en forma de un
libro:
«-Pues esto va a ser todo un libro, Anna. Y fuerte de veras.A Anna le gustaron sus elogios; dijo:-Demasiada nostalgia, ¿no crees?-No. Aparte de que la nostalgia no tiene nada de malo». (Página 240)
LAS HIJAS DE HANNA
No toda la novela sueca ha de ser novela
negra. Aquí tenemos por ejemplo un ejemplo de una buena novela que ha sabido
conectar con lectores de todo el mundo. Y lo hace porque lo que nos muestra es
una realidad cotidiana para muchas mujeres. Cada país tendrá sus
peculiaridades, pero en el fondo, el alma humana es la misma y de eso trata
esta novela, de desnudar el alma de tres generaciones de mujeres.
Veremos en Las hijas de Anna la
evolución de la mujer en un siglo, desde la primera Hanna nacida allá en 1871,
hasta la última Anna en la actualidad.
Muchos cambios iremos viendo, aunque
también es verdad, que nada tiene que ver el ambiente en el que se crio Hanna,
en el campo, aislada, allí donde el poder de los ricos se hacía notar de una
manera opresora, al de su hija que ya se trasladó a la ciudad. Aunque también
nos sirve para ver dos Suecias que nada tienen que ver entre sí: la campesina y
la urbana.
En realidad, el título original de la
novela es Anna, Hanna och Johanna. Quizás mucho más apropiado, porque lo que
hace es nombrar a las tres mujeres protagonistas de la novela. Son sus
historias las que se nos van a contar y, más o menos las tres tienen la misma
importancia: mostrarnos la evolución de la mujer en la sociedad sueca a lo
largo de un siglo.
El éxito internacional de las mujeres,
es que en el fondo, en mayor o menor medida en función del país o la región en
que les ha tocado nacer y vivir, es mucho lo que tienen que soportar las mujeres
por el hecho de serlo, y muy poco lo que se habla de ello. Y justamente eso es
lo que hace este libro: hablar de la vida común de las mujeres.
«¡Santo cielo, cuantísimo tenemos que
soportar las mujeres! ¡Y que poco se habla de ello!, ¡y con cuanto secreto se
lo guardan casi todas, sin hablarlo con nadie!» (Página 353)
Nada tienen que ver la vida de estas
tres mujeres. Poco tiene que ver la vida de Anna, una estudiosa empedernida,
con la de su abuela, cuya principal ocupación era la de sobrevivir:
«-Lo único que has hecho en toda tu vida ha sido pasarte las horas muertas entre libros.-Pues mira, bien que me ha ido». (Página 27)
La visión de Johanna (1902-1987), bien
puede suscribirla cualquier mujer del mundo:
«Lo que ocurrió entre estos sucesos fue lo normal en la vida de las mujeres: mucha inquietud, trabajo duro, grandes alegrías, muchas victorias, más derrotas. Y también por supuesto, la tristeza, que siempre subyace en todo». (Página 271)
Es una novela cargada de agudas
observaciones de la realidad, de las relaciones entre padres (o quizás sería más
correcto decir madres) e hijos
«Y esto fue lo que le dijo a Anna:-Espero que seas buena y transigente, Las mujeres duras pueden hacer monstruos de sus hijos-¿Y por qué?-No lo sé. A lo mejor es cosa de la familia. A veces los chicos tienen que volverse como pedernales para sobrevivir. Y ya sabes cómo es el pedernal; duro sí que es, pero también frágil». (Página 226)
Una reflexión sobre la vida y sobre la muerte,
siempre hecha con una gran sensibilidad y, por qué no decirlo con un espíritu
muy poético. Pone palabras a pensamientos que cualquier persona ha podido
tener:
«Los años fueron pasando, y las niñas yendo y viniendo. Lo peor de envejecer no es la fatiga, ni tampoco los achaques, lo peor es cómo pasa el tiempo, tan rápido, hacia el fin, que es como si no existiera. Hoy es navidad y mañana ya estamos en Pascua. Hoy es un día claro de invierno, y en un decir amén ya estamos en pleno verano. Y en el intervalo, nada, puro vacío». (Página 425)
Podremos ver a lo largo de la novela,
como va evolucionando la situación de la mujer en Suecia, como ya con la
segunda, con Johanna, se empieza a hablar de derechos para la mujer, algo ya
conseguido con Anna. Pero a pesar de esos avances, vemos como la mujer sigue en
cierto modo supeditada a la voluntad del hombre, pues de maltratos se habla en
la novela, como de infidelidad y de una actitud condescendiente de la mujer
frente a esas “debilidades” del hombre.
IMPRESIÓN
PERSONAL
Tres mujeres, tres caracteres totalmente
diferentes. Pero sobre todo, tres mujeres perfectamente descritas en su
compleja personalidad por parte de la autora, que nos muestra sus miedos, sus
ilusiones, sus alegrías. Unas alegrías que parece que son un lujo para la
mujer, de ahí la seriedad de Hanna que como dice su nieta, parece que nunca fue
joven.
Veremos la evolución de una sociedad sueca
que pasa de la fe sin preguntas ni planteamientos de ningún tipo de la abuela,
al agnosticismo de la nieta. Puro reflejo de lo que es la sociedad sueca.
Una novela como podéis ver, muy
interesante, aunque la pena es que va de más a menos. Mucho más interesante la
historia de la abuela que la de la nieta, tal vez porque a mi me interesaba
mucho más la época de principios de siglo que nos contaba, que la actual.
Esta fue una novela que leí para el Club
de Lectura de la Biblioteca de Móstoles y, algo en lo que coincidimos todos es
que Las hijas de Hanna es una novela que, a todos nos gustó, pero a ninguno
entusiasmó.
Una novela que puedo recomendar porque
está muy bien escrita, porque me interesó esta visi´n de la sociedad y su
evolución, pero que soy consciente de que no va a despertar una gran pasión
lectora.
VALORACIÓN: 8/10
No conocía la novela, pero por lo que cuenta no pinta más aunque sea una novela que no va a despestar una gran pasión lectora. Me lo apunto.
ResponderEliminarBesos
Cuando el otro día nos la presentaste me enamoró la portada (dichosa fijación por las portaditas) y me apetecía mucho leerla; veo que no es una gran novela, pero hijo, para los días que llegan de calor y pereza, creo que va a satisfacer mis expectativas que son ninguna y menos, así qué...me la llevo.
ResponderEliminarUn besito.
No lo conocía,lo tendré en cuenta, gracias por la reseña, besotes
ResponderEliminarNo la conocía. Y aunque veo que no te ha entusiasmado, no me importaría leerla si se cruza en mi camino.
ResponderEliminarBesotes!!!