Recordarán tu nombre
Lorenzo Silva
FICHA TÉCNICA
Título:
Recordarán tu nombre
Autor:
Lorenzo Silva
Editorial:
Destino, 2017
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas:
496
Editorial: Destino, 2018
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 496
PVP: 9,95 €
PVP: 9,95 €
LORENZO SILVA
De
él nos cuenta la editorial:
Lorenzo
Silva
(Madrid, 1966) ha escrito, entre otras, las novelas La flaqueza del bolchevique (finalista del Premio Nadal 1997), Noviembre sin violetas, La sustancia interior, El urinario, El ángel oculto, El nombre de los nuestros, Carta blanca (Premio Primavera 2004), Niños feroces, Música para feos y la Trilogía de Getafe.
En 2006 publicó junto a Luis Miguel Francisco Y al final, la
guerra, un libro-reportaje sobre la intervención de las
tropas españolas en Irak y en 2010 Sereno en el peligro. La aventura histórica de la
Guardia Civil (Premio Algaba
de Ensayo). Además, es autor de la serie policíaca protagonizada por los
investigadores Bevilacqua y Chamorro, iniciada con El lejano país de los estanques (Premio Ojo Crítico 1998) y a la
que siguieron El alquimista impaciente (Premio Nadal 2000), La niebla y la doncella, Nadie vale más que otro, La reina sin espejo, La estrategia del agua, La marca del meridiano (Premio Planeta 2012) y Los cuerpos extraños.
De él puedes encontrar en el blog
reseñas de los siguientes libros:
-Suad
ARGUMENTO de RECORDARÁN TU NOMBRE
Recordarán tu nombre es la historia del
General José Aranguren que el 19 de julio de 1939 se encontraba en Barcelona al
mando de la Guardia Civil y que, con su apoyo al gobierno legalmente
establecido, no sólo no secundó, sino que luchó contra el levantamiento del
general Goded. Fue esa intervención la que determinó el fracaso de dicha
intentona militar y que el curso de la guerra siguiese un camino diferente.
Al terminar la guerra fue fusilado por
esta acción.
RECORDARÁN TU NOMBRE
«Esta historia es un relato de ficción, lo que no quiere decir que me la haya inventado, De hecho, todos los acontecimientos que en ella se refieren se encuentran respaldados por un documento o por el testimonio de quien los presenció».
Así comienza esta novela,
que no es novela,
pero que tal vez por eso, por toda la fuerza que contiene la verdad, la
convierte en un auténtico novelón. Porque Lorenzo Silva, defiende a capa y
espada, que sí, que esto es una novela. Y lo defiende desde la primera página
del libro:
«Todas estas visiones parciales, por añadidura, han sido ensambladas por un narrador que se acerca a ellas armado de toda su subjetividad y resuelto a hacer uso de ella, con el afán de entregar al lector no un texto histórico, empeño para el que carece de cualificación, sino un relato literario, un cuento simbólico, en suma: una novela». (Página 11)
Sin duda, esa es la característica
fundamental de este libro. No existe en él un solo personaje de ficción. Todos
son reales. Y todo lo que dicen está documentado. Cuando el autor especula, el
mismo nos dice que eso es una especulación. Dicho de otra manera, esta novela
viene cargada con la fuerza de la verdad, esa que a muchos no les gusta y que
por eso mismo, levantará ampollas, aunque de eso hablaré más adelante.
Fajín y cruz del General Aranguren |
Comienza la narración remontándonos al
19 de julio de 1936, al diálogo que el general Godet y el general Aranguren
mantuvieron telefónicamente, cuando el primero intentaba convencer al segundo
de que uniera a las tropas de la Guardia Civil de Barcelona al levantamiento.
Con una respuesta del general Aranguren que a la postre resultó ser profética,
pues ambos murieron fusilados:
«Si mañana me fusilan, fusilarán a un general que ha hecho honor a su palabra y a sus juramentos militares. Pero si mañana le fusilan a usted, fusilarán a un general que ha faltado a su palabra y a su honor». (Página 15)
Lo más singular de esta novela es que,
uno de los hechos que marcaría el devenir de la guerra civil española, pues sin
duda el hecho de que en Barcelona no triunfara el levantamiento y de que en el
mismo fuera hecho prisionero y ejecutado el que por todos era considerado el
mejor general español, determinó el que un alzamiento que podía haber acabado
en unos días o semanas se prolongara por espacio de tres años.
Y a pesar de esa importancia, los
nombres de los protagonistas son totalmente desconocidos por la mayoría de los
españoles. Un desconocimiento en el que me incluyo antes de haber leído esta
novela.
«Todo esto se decide entre dos hombres de los que, para rematar la paradoja histórica, la inmensa mayoría de los catalanes y españoles de hoy no guardan ni el más mínimo recuerdo. Dos actores secundarios de la Historia, llamados, por eso mismo, a convertirse en literatura». (Página 16)
En un giro que dota sin duda a esta
novela de un aspecto autobiográfico muy interesante, junto a estos generales
nos contará Lorenzo
Silva
la historia de dos hombres que vivieron aquella época y aquellos
acontecimientos: sus abuelos. Porque su historia es la que en gran parte ha
determinado su visión de la vida:
«En mi visión y percepción de aquellos oscuros años y aquel lúgubre episodio que fue la fractura de mi país en una guerra fratricida pesan mucho las impresiones y la perspectiva qu3e de ella tuvieron mis abuelos.(…) A su manera, los dos quedaron en tierra de nadie, privados de las ventajas que en uno uy otro momento tuvieron quienes abrazaron el partido que prevalecía. Y ambos pagaron por tratar de mantener sus principios, en una época llena de impostores, oportunistas y criminales sin escrúpulos». (Página 20)
General Aranguren |
No hay duda en esta novela de qué lado
están las simpatías de Lorenzo Silva, que en todo momento apoya a aquellos
que en todo momento defendieron el orden establecido, por más que no fuera
precisamente aquel su pensamiento político.
Por encima de todo, está la exaltación de la Guardia Civil como garante del orden público
y la legalidad vigente, aunque estas palabras que vienen a continuación,
no son obra del autor:
«La Guardia Civil era una de las pocas cosas que funcionaban bien en España. Al español no le gusta que las cosas funciones bien, porque si las cosas funcionan bien él tendrá que funcionar bien a su vez. Y este sistema no le ofrece ninguna ventaja. Con un ministro honrado o con un funcionario insobornable no se podrá jamás conseguir un destinillo ni activar un expediente. La Guardia Civil era honrada, era exacta y era insobornable». (Página 208)
Y como paradoja de las paradojas, ha de
ser un Guardia Civil, gallego y católico, el que defienda a un gobierno catalán
ante el levantamiento armado. De ahí que su historia haya quedado en el olvido.
No les interesó a los vencedores de la guerra, para los que su figura en todo
caso sería la de un traidor al que, pese a haber sido compañero de armas y de
guerra en las campañas africanas, se apresuraron a ejecutar.
No les interesó a los vencidos, mucho
más interesados en “vender” la idea de que fueron los anarquistas los que
hicieron fracasar la intentona. Nada más lejos de la realidad, pues apenas eran
unos doscientos que prácticamente no tenían armas, cuando fueron los guardias
de asalto y la guardia civil los que se enfrentaron con éxito. Eso sí, una vez
derrotados, los que consiguieron hacerse con el arsenal de armas y repartirlas
entre los suyos fueron los anarquistas, que desde ese momento se hicieron los
dueños y amos de la ciudad.
Y por supuesto, tampoco interesa a los
nacionalistas, para los que la figura de un gallego como defensor del
catalanismo difícilmente puede ser vendible.
De ahí, que este sea un libro que
levantará, de hecho las está levantando ya, muchas ampollas.
Antonio Cobreros Arangures (nieto del general) con Lorenzo Silva en la presentación del libro |
Lorenzo Silva no se limita a contar los
acontecimientos de julio, sino para que podamos comprenderlos nos lleva hasta
la guerra de África, esa tan desconocida para nosotros hoy día. Fue en esa
guerra, con los rápidos ascensos ganados por méritos de guerra de muchos militares
(Franco entre ellos) y posteriormente del intento de echar atrás esos ascensos,
donde se generó el descontento que llevó a muchos generales a rebelarse contra
el gobierno legalmente elegido.
Pero la historia no siempre la escriben
los vencedores. Es el propio tiempo, la propia Historia, la que se encarga de
poner a cada uno en su lugar:
«Lo que importa tampoco son los huecos honores que repartes los vencedores, y que pasan como el viento: ahora puedo contarte, José Aranguren, que a quienes vencieron con la iniquidad y la crueldad les están quitando las calles, los están sacando de los mausoleos; incluso es posible que un día no lejano saquen a quien bendijo tu asesinato del engendro que plantó sobre un valle para perpetuar su memoria». (Página 476)
IMPRESIÓN PERSONAL
Probablemente más de uno se lleve un
chasco al leer esta novela. Conviene por ello ir muy avisado de lo que vas a
encontrar. No es desde luego un libro de intriga a modo de las historias de
Bevilacqua, porque el final lo sabemos desde el principio. Será pues el motor
de conocer la verdad de nuestra historia el que mueva al lector para avanzar en
la lectura de Recordarán tu nombre.
Desde ese punto de vista, creo que es un
libro que sin duda merece la pena leer, de ahí mi altísima calificación, porque
Lorenzo
Silva
nos da una lección magistral de un periodo muy importante de nuestra historia,
de modo que a mí por lo menos me ha quedado muy claro todo el periodo de las
guerras de África y muchos más detalles del levantamiento armado que con
cualquier otra novela que haya podido leer.
Enseñar
deleitando,
¿acaso se puede encontrar algo mejor? Y encima, consigue reivindicar la figura
de un español honrado a carta cabal, con la conciencia del deber cumplido. Una
figura que bien debería servir de ejemplo a esta nuestra generación, tan dada
al pelotazo rápido (lo cual no es una novedad, que también se dio en aquella
generación de la guerra).
Ahora bien, si tu lo que buscas es un
mero pasatiempo para pasar el rato, un libro que te evada de la realidad, no
creo que ésta sea la novela que buscas. Pues al final, el pasado lo que hace es
reflejarnos nuestra propia actualidad, que amenaza con repetir los errores ya
cometidos.
VALORACIÓN: 10/10
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Hola Pedro,
ResponderEliminarHace poco he tenido la oportunidad de leer a Silva de nuevo, fuera de saga Bevilacqua, y me ha encantado descubrir esa faceta suya más íntima. Pero en este caso, por el tema que toca y a pesar de tus buenísimas impresiones, no me animo.
Besos.
Estoy deseando leerlo. Me gusta el autor y me interesa muchísimo la época que retrata.
ResponderEliminarBesos
Le tengo muchas ganas al libro, cada vez que lo veo por ahí me entran las ansias por leerlo ¡Soy una yonki total! jejeje. Me gustan las novelas con fondo y no solo forma, para divertirme un rato ya tengo a mi vecina cada vez que se asoma a la ventana con los rulos puestos...
ResponderEliminarUn besito.
Estoy deseando ponerme con él, creo que me va a gustar mucho. Besos.
ResponderEliminarMe gusta muchísimo la época que aborda en este libro. Y por lo que cuentas, voy a disfrutar mucho con esta lectura. Caerá.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Pedro!
ResponderEliminarLa compré el día que se publicó y estoy deseando leerla aunque como intuyo que va a reclamar mis cinco sentidos estoy retrasando su lectura hasta poder dedicarle el tiempo que seguro merece.
Un beso
BUeno, pues comprado está. Ya te contaré mis impresiones :)
ResponderEliminarBs.
Escuché a Lorenzo Silva hablar de este libro en la radio y desdecirse mismo momento me captó. Ahora con tu reseña ya no tengo remedio. Lo leeré sin duda este verano. Gracias, Pedro, por tu excelente reseña. Un abrazo
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