Los milagros prohibidos
Alexis Ravelo
FICHA TÉCNICA
Título:
Los milagros prohibidos
Autor:
Alexis Ravelo
Editorial:
Siruela, 2017
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas:
330
ALEXIS RAVELO
Esto
es lo que nos cuenta la editorial de él:
Alexis Ravelo (Las Palmas de Gran Canaria, 1971) cursó estudios de Filosofía Pura y
asistió a talleres creativos impartidos por Mario Merlino, Augusto Monterroso y
Alfredo Bryce Echenique. Dramaturgo, autor de tres libros de relatos y de
varios libros infantiles y juveniles, ha logrado hacerse un hueco en el
panorama narrativo actual con sus novelas negras, que han merecido diversos
reconocimientos, entre ellos el prestigioso Premio Hammett a la mejor novela
negra por La estrategia del pequinés.
En ese blog puedes encontrar las reseñas de
ARGUMENTO de LOS MILAGROS PROHIBIDOS
Agustín Santos es un buen hombre, un
maestro de Puntallana que ha cometido un error: el 18 de julio de 1936 no se
levantó contra el régimen legalmente establecido en la isla de La Palma. Cuando
una semana después se vieron obligados a rendirse al aparecer un barco que
amenazaba con bombardear la isla, se lanzó al monte con la esperanza de que
fuera sólo por unos días.
«En los primeros días hubo quien apoyó a los fugados proporcionándoles provisiones, ropa y cobijo. Pero la gente de uniforme se había encargado enseguida de escarmentar a los proveedores. Dadas las circunstancias, para que Agustín estuviese bien, sano y salvo, habría hecho falta y milagro, Y los fascistas habían prohibido los milagros». (Página 90)
Pero los días se transforman en semanas
y su vida en un permanente huir por los barrancos de la isla, perseguido por un
falangista: Floro, más conocido por el Hurón. Y es que Agustín sin saberlo
cometió otro gran error: enamorarse y casarse con Emilia, la mujer en la que
Floro tenía puestos sus ojos.
Un duelo desigual entre el odio y el
afán de supervivencia.
LOS MILAGROS PROHIBIDOS
Mapa de la Isla de La Palma |
Pero lo que me esperaba era una novela
negra, que al fin y al cabo es el género por el que he conocido a Alexis Ravelo.
Pues no, Los milagros prohibidos puede clasificarse como una novela histórica,
que narra un hecho muy poco conocido de nuestra guerra civil: la semana roja, en la que con todas las Islas Canarias
unidas al alzamiento, la isla de La Palma permaneció fiel a la República.
«Así permaneció La Palma desde el 18 de julio hasta el mismo día 25. (…) A ese periodo ya habían empezado a llamarlo la Semana Roja. No por la sangre, porque esta no corrió. Fue una semana sin sangre. La sangre se derramaría más tarde, a lo lardo de los meses de huida». (Página 163)
A pesar de que no había habido
derramamiento de sangre, ni saqueos, ni ataques contra iglesias, la represión
que siguió a continuación fue brutal, hasta el punto de que, pasados los
primeros momentos, con los barcos prisión a reventar, no había donde meter ni a
donde mandar a tanto preso:
«Todo el mundo sabía que la autoridad militar tenía un problema: las cárceles ya estaban llenas, y hasta los campos de internamiento se iban quedando chicos. Por otro lado, “la Gloriosa Cruzada” –fuera lo que fuese que significara eso, pensaba don Sito-, no podía permitirse a un núcleo de guerrilleros en retaguardia. En otras palabras: había que cazarlos, pero no había por qué juzgarlos y encarcelarlos». (Página 29)
Santa Cruz de La Palma |
«Las palabras ya no significan lo que significaban antes, Floro. El verbo “trasladar” ha perdido su sentido últimamente. Yo soy hombre de orden: para mí, cuando se hace una detención, al reo se le interroga, se le mete en el calabozo, le da parte a la justicia, se le traslada a la prisión y se le juzga. Pero para los tuyos, un traslado no significa lo mismo». (Página 95)
Se manifiesta en Los milatros prohibidos, una de las
características de las dos novelas que he leído de Alexis Ravelo: la insularidad, la isla como un lugar cerrado del que
no se puede escapar. Al igual que en Las flores no sangran se cometía un
secuestro y el problema de los secuestradores es que no podían huir ni salir de
la isla, en esta novela los hombres huidos al monte es como si estuvieran en
una prisión cuyos barrotes son las olas del mar, condenados a vagar huyendo de
un lado a otro de la isla. Es como una caza en un coto vallado y cerrado del
que no se puede salir, del que ellos son las involuntarias presas.
«Y sí, no hay muchas diferencias entre cazar un conejo y cazar un hombre. Salvo, acaso, dos: que los hombres son más torpes que los conejos y que, cuando se cazan conejos, da igual cazar un conejo que otro. Y esa última diferencia era la que le molestaba, porque él no buscaba a cualquier hombre, sino a un hombre concreto». (Página 34)
Caldera de Taburiente |
«Majestuosa y feraz, con sus riscos y barrancos, con sus roques y arboledas, la Caldera se abría ante sus ojos y cubría todo el paisaje que abarcaba la vista. Y lo hacía como lo que era: la madre de la isla, el germen prístino de toda vida. Y como toda madre, la Caldera era tan nutricia como severa». (Página 82)
Tiene también Los milagros prohibidos un
aire de western, un duelo a muerte entre dos personas en el que una de ellas
tiene todas las de ganar porque es la que odia, la que tiene además los medios,
la preparación y las ganas de matar. Frente a la bondad de Agustín Santos,
cargando con un revolver que desde que se lo dieron juró no utilizar contra un
ser humano, se esconde la ferocidad, la rabia, el odio de Floro el Hurón, que
ve llegado su momento y su oportunidad para acabar con aquel que considera
responsable de no tener a la mujer que deseó desde niño:
«Vio en él a un niño a quien se le niega un juguete. Un niño rabioso lleno de envidia y de esa maldad de la que solo son capaces los niños mimados cuando se les contraría». (Página 97)
IMPRESIÓN PERSONAL
Por más que no fuera para nada lo que
esperaba, he quedado impactado con Los milagros prohibidos, memoria de unos hechos reales,
ficción de una historia destinada a atrapar al lector, algo que conmigo
consiguió desde las primeras páginas.
Aún sin ser novela negra, retiene de
ella esa lucha entre el bien y el mal. El bien encarnado en la figura de
Agustín, un hombre que se ve obligado a huir por sus ideas. El mal en Floro el
Hurón, un hombre que es la encarnación del odio. Un odio que en un momento dado
se ve respaldado por unas circunstancias que le permiten que su violencia pueda
campar a sus anchas sin temor a sus consecuencias.
Una ambientación
logradísima,
aunque no está de más que vía Google os hagáis con un mapa de la isla para
entender e ir viviendo el periplo que a través de la misma hace Agustín con su
viejo mapa doblado, sobado y arrugado. Porque he de reconocer que yo conozco o
por lo menos ubico buena parte de los parajes donde transcurre la novela, no en
vano muchos veranos de infancia los pasé en Breña Baja, muy cerca de donde
ocurren buena parte de ellos.
Y junto a esa ambientación, el clima opresivo que sabe crear en la novela. Esa
sensación que provoca la angustia claustrofóbica de sentirse encerrado sin
posibilidad de huir.
Es Los Milagros prohibidos mucho más que
otra historia sobre la guerra civil. Es la historia de un duelo en el que, las
motivaciones políticas son la excusa para dar rienda suelta al odio.
De verdad, no os perdáis esta novela, mi primera valoración 10 de los libros publicados este
2017.
Pues apuntada la tengo desde que leí otra reseña. aún no he leído a este autor pero tengo en casa hace tiempo "La otra vida de Ned Blackbird" que me gustaría leer primero.
ResponderEliminarBesos
No me importaría leerlo. Un besote
ResponderEliminarMe encanta el autor y he tenido la gran suerte de conocerlo en persona. Es encantador y un gran profesor. Espero leer el libro cuanto antes.
ResponderEliminarAbrazos.
¿Cómo no leerlo tras tu reseña? El género me chifla y el autor está bien avalado por la crítica.
ResponderEliminarUn beso.
Completamente de acuerdo Pedro, para mí también es de cinco estrellas sin ninguna duda. La historia, los personajes y la forma de narrar son sublimes. Hay que leer más a Ravelo.
ResponderEliminarUn beso
Completamente de acuerdo Pedro, para mí también es de cinco estrellas sin ninguna duda. La historia, los personajes y la forma de narrar son sublimes. Hay que leer más a Ravelo.
ResponderEliminarUn beso
Un libro con tan buena valoracion no hay que dejar pasar, me lo apunto.
ResponderEliminarBesos
Ya lo tenía anotado de otra reseñas reciente pero veo que tú también lo has disfrutado muchísimo Pedro...además te ha servido para volver un poco a tu infancia, que eso siempre es bueno ;)
ResponderEliminarBesitos
Con esa nota, no le digo que no.
ResponderEliminarExcelente reseña.
Biquiños.
Ostras, pues de entrada no me llamaba, pero tras leerte me has hecho cambiar de opinión =)
ResponderEliminarBesotes