Orfancia
Athos
Zontini
FICHA
TÉCNICA
Título: Orfancia
Autor: Athos
Zontini
Traducción: Isabel González-Gallarza
Editorial: Destino, 2017
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 272
ATHOS ZONTINI
Nada decía la editorial de este joven autor. Sin embargo, de cara a la presentación del libro me ha mandado esta brevísima biografía del mismo junto con una fotografía del mismo que es la que aquí aparece:
Athos Zontini nació
en Nápoles en 1972. Ha trabajado en radio y en la actualidad escribe guiones
para la televisión. Orfancia es
su primera novela.
ARGUMENTO DE ORFANCIA
«Cada día es una lucha. Dicen que crezco débil y enfermo, que no soy normal porque no tengo un gramo de grasa en el cuerpo, que comparados conmigo, los otros niños parecen gigantes. Dicen que tengo que comer, que no es posible que un niño de mi edad no tenga apetito. Yo no quiero comer. Pero mi madre no se resigna, sigue dándome de comer como si ella estuviera muerta de hambre». (Página 17)
Esta es la historia de un niño. De un
niño que no quiere comer. Está convencido de que los niños cuando llegan a un
determinado tamaño, son comidos por sus padres. Y él, no quiere acabar así.
«-Bueno, ¿qué?, ¿por qué no comes?-No quiero crecer –contesto casi sin darme cuenta, y él se me queda mirando con la misma cara de estupefacción que pondrá cuando su madre le rebane la garganta con un cuchillo». (Página 96)
ORFANCIA
Hay libros difíciles de etiquetar y Orfancia es sin duda uno
de ellos. Porque por una parte podríamos considerarlo un libro de narrativa,
pues no deja de contarnos la historia de un niño. Pero en muchos momentos de su
lectura, no deja de parecer como un cuento.
Y mucho hay de cuento en él. De hecho se
mencionan en la novela algunos cuentos populares, pero no se hace referencia a
uno en el que no he podido dejar de pensar desde un primer momento: Hansel y
Gretel (La casita de chocolate) el cuento recogido por los hermanos Grimm. ¿Cómo no pensar en aquella bruja que tiende a
los niños una trampa con su casa de chocolate y caramelos para luego
engordarlos en su interior hasta que están lo suficientemente gordos como para
comerlos? ¿Cómo no recordar aquel niño que le daba el hueso de pollo a tocar
para que la bruja medio ciega no viera que si estaba engordando? ¿Cómo no
pensar en el chocolate como una trampa para que los niños engorden? Porque esos
elementos están presentes durante toda la novela.
Porque lo que en un principio parece un
niño anoréxico, que odia la comida, que vomita por los rincones a escondidas, va
derivando a la lucha de un niño por no comer, cuando descubre que la comida
puede ser un placer (máxime cuando su madre es una gran cocinera). Y de entre
todos los alimentos, es justamente el chocolate el más irresistible.
Pero no solo de alimentación va la
novela. Orfancia es también un retrato del
mundo infantil.
Y no es precisamente un retrato amable del mismo, pues nos muestra ese lado un
tanto sórdido de la infancia con su crueldad, con su rechazo al diferente. El
tema del acoso escolar está muy
presente en estas páginas.
El niño protagonista de la novela, al
que creo que no se dice su nombre en ningún momento, tiene la peculiaridad de
caer bien y mal a la vez. Por una parte sufría con él cuando es perseguido,
cuando es rechazado. Pero por otra parte, como padre, llegaba a odiarlo
profundamente con esa actitud suya de rechazo a la comida y el sufrimiento que
eso puede provocar en un padre que piensa que su hijo puede morir.
Aunque por otra parte, no es que los
padres, especialmente el padre me caigan precisamente bien, solo dispuesto a
querer a su hijo en la medida en que este cumpla sus expectativas, sea como él
quiere que sea.
Orfancia es también un
retrato de la pérdida de la inocencia, pues a lo largo del año de la vida del
niño que se nos narra, con cuatro capítulos que se titulan como cada una de las
estaciones del año, vemos la evolución de éste hacia una pérdida de la
inocencia. Un cambio no precisamente hacia mejor, sino en el que el lado oscuro
de la vida va ganando fuerza en el interior del niño.
Y así, de un modo súbito, ya estamos en
el final del libro. Un final impactante, en el que el
aspecto de fábula o cuento con su moraleja vuelve a hacerse muy presente pero
que yo, sin entrar en comentarios que puedan destriparos tan espectacular final
(de esos que merece la pena comentar por privado), veo como una imagen de la
pérdida definitiva de la inocencia, en la que el niño es finalmente devorado
por los placeres y al lado primitivo del mundo, para renacer en un nuevo ser
que ya ha dejado atrás su infancia para pasar a ser un embrión de adulto, con
unos pensamientos que ya no son los suyos, sino los marcados por una sociedad
que ha dejado atrás la niñez.
Aunque la acción transcurra en Italia, lo que se nos cuenta muy bien podría suceder en España. De hecho, salvo por los nombres de los personajes, que por otra parte al ser italianos tampoco nos suenan muy raros, en ningún momento tenía la impresión de que se me estuviese contando una historia de otro país.
IMPRESIÓN
PERSONAL
Orfancia es desde luego un libro que
difícilmente deja indiferente al lector. Para bien o para mal. No es desde
luego un libro “amable”. La infancia está lejos de ser un mundo idílico para
ser una lucha por la supervivencia, frente a los padres, frente a los
profesores, frente a los compañeros.
Porque pese a que en algunos momentos la
historia pueda parecer un cuento, está llena de realismo. Un realismo que nos
muestra el lado más cruel de la infancia y de los niños.
Si has tenido además niños que no se han
caracterizado precisamente por comer bien, como es mi caso, que durante buena
parte de su infancia han estado muy por debajo de su peso normal, la actitud
del niño, no puedo menos que sentir ganas de retorcerle el pescuezo (en sentido
metafórico) a este niño que hace del momento de la comida una tortura y una
guerra psicológica con sus padres.
En fin, una novela que creo que merece
la pena leer, algo que por otra parte se hace en un suspiro. Un consejo, no
tengas cerca de ti chocolate mientras la leas. Caerás si no en la tentación.
VALORACIÓN: 8/10
Si quieres comprar el libro pincha en la imagen correspondiente:
Parece un libro sorprendente en todos los sentidos. La portada me da un poco de miedo porque me da la sensación de dolor. Curioso
ResponderEliminarSaludos
Pues este me lo llevo. Vi una reseña hace poco y me hizo tilín pero tus impresiones me han acabado de convencer. Y eos que no conozco de nada al autor. Bss
ResponderEliminarYa lo he dicho en otra ocasión, pero me repito: le tengo ganas al libro, me atrae mucho. La portada me desconcierta pero me atrae, eso significa que acabaré con hacerme con él seguro.
ResponderEliminarUn besito
Yolanda
Uyyy, yo también he sufrido con las comidas de mi hija. Comentaremos ese final por privado cuando llegue el momento. Besos.
ResponderEliminarOtra que ha sufrido con las comidas de mi hija... Pero parece que hay mucho más que problemas con la comida en este libro. Apuntadísimo me lo llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo no tengo hijos pero mi hermana fue una niña complicada en el tema comidas y sé lo mal que se pasa...Creo que es una novela muy interesante desde el punto de vista psicológico así que me encantaría leerla.
ResponderEliminarBesitos
Pinta interesante esta historia asi que me la llevo apuntada, un beso
ResponderEliminarMmmm qué interesante. Me lo llevo bien apuntado. Besicos
ResponderEliminarDe lectura fácil y con moraleja pero un bodrio, que muy repetitivo en muchas ocasiones
ResponderEliminar