La niña alemana
Armando Lucas Correa
FICHA
TÉCNICA
Título: La
niña alemana
Autor: Armando
Lucas Correa
Editorial: Ediciones B
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 448
Editorial: Ediciones Zeta bolsillo, 2018
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 448
PVP: 6,95 €
PVP: 6,95 €
ARMANDO
LUCAS CORREA
Esto es lo que de él nos cuenta la
editorial:
Armando
Lucas Correa
nació en Cuba. Escritor y periodista, actualmente es el jefe de redacción y
principal portavoz de People en Español, la
revista hispana de mayor venta en Estados Unidos, con siete millones de
lectores mensuales.
También
aparece con frecuencia en los programas de televisión en lengua española. Ha
recibido numerosos premios periodísticos, entre ellos el de la National
Association of Hispanic Publications y el de la Society of Professional
Journalism.
La niña alemana es su primera
novela y se publica de forma simultánea en inglés y castellano. Vive en Nueva
York.
Llámame Ana con J
ARGUMENTO de LA NIÑA ALEMANA
Berlin, año 1939. Hannah Rosenthal es
una niña judía que vive convulsos momentos, pues su familia, ha pasado de ser
una familia adinerada y respetada por todos, a ser objeto de oprobio por su
condición judía. Si bien su situación no es tan desesperada como la de otros
muchos, pues disponen de los medios y los contactos que les van a permitir
comenzar una nueva vida en Estados Unidos tras una escala en Cuba: viajarán en el St. Louis.
Nueva York, año 2014. Anna es una niña
que nunca conoció a su padre, una más de las víctimas de los atentados en las
Torres Gemelas. Su vida va a sufrir un cambio: va a viajar a Cuba a conocer a
su tía abuela, la que cuidó de su padre.
LA NIÑA
ALEMANA
En La niña alemana, vamos a
encontrar una novela que nos narra un episodio poco conocido de la historia: el
éxodo a Cuba de un grupo de alemanas en vísperas de la Segunda Guerra Mundial
que tratan de huir de Alemania, dejando atrás toda su vida y casi todo lo que
allí crearon y ganaron, para encontrarse con la sorpresa de que país tras país
les cierran las puertas.
St Louis |
No esperéis
encontrar la típica novela sobre el holocausto judío, porque no lo es. Va mucho más
allá. Porque si bien comienza narrando la persecución a la que son sometidos
los judíos en Berlín, termina dando un paso más:
«El Ogro se asoma orondo a la ventana, como todos los Ogros, feliz con la limpieza que se avecina –¡ya era hora!-, esa que él mismo ya iniciara en su barrio. Llegó el momento de aplastar a los indeseables, de triturarlos, de quemarlos, de asfixiarlos hasta que no quede uno vivo a su alrededor, nadie que dañe su perfección, su pureza». (Página 43)
Porque de la realidad alemana pasamos a
la cubana. Los extremos se tocan y en todas partes se persigue al que es
diferente:
«No estaba frente a una limpieza racial que buscara la perfección física, la medida y el color para lograr la pureza. Se trataba de una limpieza de ideas. Le temían a la mente, no al físico». (Página 376)
Curiosamente emplean la misma palabra en
Alemania y en Cuba: gusanos son los judíos; gusanos son los cubanos disidentes
del régimen. A ambos se culpa de todos los males del país.
Pero esta denuncia va más allá, porque
la familia Rosenthal no sólo será víctima del nazismo o vivirá la revolución
cubana. También otro de los miembros de la misma sufre otra de las lacras de la
intolerancia y muere en el atentado de las torres gemelas.
La historia está contada por dos niñas.
Ambas se llaman igual: Hannah y Anna, separadas eso sí por 75 años de edad.
Ambas empiezan a contar su historia con doce años, aunque solo una de ellas la
llevará hasta el final, hasta sus ochenta y siete años en los que ambas
coinciden.
Por eso la narración tiene que ir
cambiando el tono según va madurando o creciendo, hasta llegar a la visión de
una anciana que mira con calma los sucesos del pasado. Porque el dolor es inevitable
y está presente durante toda la novela, comenzando por el momento en que si
quieren salvar la vida tienen que dejar toda su vida atrás y abandonar el país
en que nacieron se criaron:
«Es inevitable sentir una marcha titulada “¡Allá vamos!” como una grosera patada. No sé qué pretende la agencia naviera: elevarnos el ánimo o hacernos olvidar que, desde el momento en que pongamos a un pie en el Sant Louis, nunca más volveremos a Alemania, el país al que tuvimos la estúpida ilusión de pertenecer». (Página 148)
Es la lucha por salir adelante en contra
del mundo:
«Vivimos en una isla con dos estaciones, la lluvia y la seca; donde la vegetación brota con rabia; donde todos se quejan y hablan del pasado. ¡Si realmente supieran lo que es el pasado! El pasado no existe, es una ilusión. No se puede volver atrás». (Página 293)
Pero también es algo más: es una conmovedora historia de amor: la de Hanna y Leo:
«Me echo a reír: es el único en el barco que consigue hacerme olvidar el pasado, porque él es mi presente». (Página 186)
IMPRESIÓN
PERSONAL
Nada especial esperaba de esta novela,
de ahí que La niña
alemana
haya sido una gratísima sorpresa, una novela que
va más allá del holocausto judío a través de una historia real: la tragedia de
los ocupantes del St. Louis.
Una historia contada desde el candor de
dos miradas infantiles, una de las cuales podremos contemplar como va cambiando
a lo largo de su vida, tratando de asimilar un pasado que no fue amable con su
familia. Como no lo es tampoco para una niña pequeña que nunca conoció a su
padre, víctima también del odio.
Una historia que te hace volar entre sus
páginas hasta uno de los finales más
conmovedores que he leído en los últimos tiempos. Avisado estás,
prepara unos pañuelos para las últimas páginas.
Al margen de ser una de esas historias
que van demostrando que la humanidad desgraciadamente se empeña en repetir
errores, que parece no aprender de ellos. Por eso es bueno leer novelas que nos
hacen ver como ese pasado sigue siendo actual.
Una sorpresa que os animo a disfrutar.
VALORACIÓN: 9/10
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Gracias por tan acertada reseña.
ResponderEliminarMe llegó hace pocos días y estoy deseando ponerme con ella. Besos.
ResponderEliminarEs la primera reseña que leo del libro pero creo que es de esas historias emotivas que disfrutaría muchísimo, sin dudarlo me lo llevo.
ResponderEliminarBesitos
Aún no me he puesto con ella...pero le tengo ganitas.
ResponderEliminarUn beso.
Me la apunto. Gracias por la reseña. Felices lecturas.
ResponderEliminarFantástica reseña, fantástica novela. No os decepcionará
ResponderEliminargran novela
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