Cabrones: Todos tenían un plan
David J.
Skinner
Óscar F.
Camorro
Rafael Estrada
Título: Cabrones
Autor: David J, Skinner, Óscar F.
Camporro & Rafael Estrada
Editorial: Autopublicada
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 172
SKINNER, CAMPORRO & ESTRADA
Esto es lo que nos cuentan de
sí mismos en el interior de la novela:
DAVID J. SKINNER
David J. Skinner cuenta con varios relatos y
cuentos publicados en diversas antologías o revistas, tanto en formato digital
como físico.
Entre sus novelas, la mayoría
de género negro y policiaco destacan Los crímenes del ajedrez; August, Pecado mortal (finalista del III Premio
Oscar Wilde) y Una herencia problemática (ganadora II Premio
Narrativa organizado por la Editorial Libros Mablaz)
OSCAR F. CAMPORRO
Oscar F. Camporro ha publicado tres novelas,
todas de la serie Riverthree: Márchate de Riverthree (ganó el II Concurso Manuel
Díaz Vargas y finalista en el XIII Premio Felipe Trigo de Novela y en el I
Premio de Novela Primun Fictum), Regreso a Riverthree y Volved a Riverthree.
También ha publicado varios relatos
en antologías con otros autores.
RAFAEL ESTRADA
Rafael Estrada es autor de Ángeles de sangre (Primer Premio
Megustaescribir del Grupo Random House) y Carne de primera; ambas forman parte de una
trilogía policial que se cierra con Delirio en rama.
También ha publicado como
autor e ilustrador de Literatura Infantil y Juvenil. Sus trabajos han sido
traducidos a más de diez idiomas.
Tarantino cañí
ARGUMENTO de CABRONES: TODOS TENÍAN UN PLAN
Óscar (Skinner)
Óscar está harto de su mujer.
Menos mal que todo va a terminar ese mismo día. Porque tiene el plan perfecto
para acabar de una vez con todo y largarse a disfrutar a una isla paradisiaca:
El banco de la esquina le está esperando.
Rafa (Camporro)
Lo de Rafa es proteger. O dar
mamporros con su puño que es como una bola de demolición. Todo depende de qué
lado estés. Y ese día le va a tocar repartir unos cuantos.
David (Estrada)
Mustafá David es un experto
cultivador de María, que se dedica a traficar con creciente éxito en un mundo
de yonquis en el que hay que ser un auténtico cabrón para sobrevivir.
CABRONES: TODOS TENÍAN UN PLAN
Portada de la autoedición |
A partir de ahí, tres
autores, tres estilos, tres relatos muy diferentes entre sí con otro punto en
común que los une: nos narra la vida de unos auténticos cabrones, aunque hasta
en eso hay diferencias, porque Óscar no deja de ser un pobre desgraciado, mucho
menos inteligente y espabilado de lo que se cree. Rafa es…
especial, muy especial hasta el punto de que terminé tomándole mucho cariño y
sin saber si es un cabrón, o es la vida la que lo ha convertido en lo que es. Y
Mustafá es, este sí, un auténtico cabrón con pintas, el peor de todos ellos,
porque la excusa de que lo único que hace es sobrevivir, no justifica lo que
hace.
Tres
relatos, tres historias muy diferentes. La de Óscar es la historia de un atraco
a un banco, en el que la ineptitud de algunos de los componentes de la banda
hacen que todo tome un cariz muy diferente al que pensaban que iba a ser una
jornada gloriosa. Sangre y tiros a raudales correrán a raudales en esta
historia.
La de Rafa
es una historia de fuerza bruta, la que hace falta para seguir al frente de un
negocio de “protección” ante el empuje incontenible de un grupo de rusos. Lo
increíble, es el cariño que puedes coger a Rafa, ese peculiar hombre que tiene
que escribir una lista con lo que ha de hacer a lo largo del día para luego no
olvidarse de nada, un hombre de una simpleza “demoledora”.
La de
Mustafá David es la historia de un emigrante que ha ido creciendo y haciéndose
fuerte a base de trapicheos con una droga que cultiva él mismo y que es de
buenísima calidad. Pero todo lo que tiene su hierba de buena, lo tiene el de
malo.
Una
historia que por otra parte nos introduce en el mundo de los yonquis, que
describe con toda su crudeza:
«Un yonqui no suele ser consciente de su comportamiento autodestructivo, porque no desea arruinar su vida, solo quiere disfrutar el momento, un momento que puede llegar a durar años o décadas, según el tiempo de reacción de cada cual».
Para más información, mirad este archivo que he conseguido rescatar y que al parecer le ha costado la vida a un periodista:
IMPRESIÓN PERSONAL
Dicen que
la unión hace la fuerza y en este caso así es. Porque por separado, son tres
relatos autónomos que, cada uno en su estilo, están muy bien. Pero es la unión
de los tres, con ese final en que de nuevo vuelven a confluir, donde los tres
crecen hasta convertirse en algo diferente, donde todo está relacionado:
«En ese jodido día de perros todo tenía que estar relacionado, porque las casualidades no existían, según dijo un actor caracterizado de policía en una película».
Lo cierto
es que, estos tres "elementos" antes presentados, han conseguido crear una novela
que es como el anuncio de esas patatas fritas, que una vez que las empiezas no
puedes parar. Una novela que no da respiro al lector, con un cierto toque "gamberro", con un ritmo trepidante
que no puede dejar de recordar a esas películas de Tarantino que por momentos
parece inspirar las tres narraciones, con sus toques de humor absurdo, su
sangre, sus disparos, sus puñetazos.
Pero eso
sí, un Tarantino muy autóctono, con un humor muy nuestro, de ahí que haya
definido esta historia como Tarantino cañí.
¿Te
atreves a empezarla?
Una reseña magnífica.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en todo.
no lo conocía, gracias por la reseña.
ResponderEliminarBeso
Excelente reseña. Gracias, Pedro.
ResponderEliminarBuena reseña
ResponderEliminar