El
regalo
Eloy
Moreno
FICHA TÉCNICA
Título:
El regalo
Autor:
Eloy Moreno
Editorial:
Ediciones B
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas:
439
PVP: 17,00 €
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 448
PVP: 12,95 € €
ELOY
MORENO
Nada
nos dice la editorial sobre el autor en la primera ni en la segunda
novela. Así que, al igual que hice en la segunda, os dejo lo que el
propio autor nos dice en la solapa interior del libro:
Aprovecho
este pequeño espacio para darte las gracias a ti, lector, lectora.
Porque cada vez que lees uno de mis libros, cada vez que hablas de
ellos, cada vez que los recomiendas, que los regalas..., me ayudas a
seguir creciendo en este bonito mundo de la literatura. Gracias por
estar ahí.
Me
encantaría que me hicierais llegar tu opinión sobre este regalo.
eloymo@gmail.com
Twitter:
@eloy_moreno
Facebook:eloymoreno.escritor
Tres
son las novelas que hasta el momento ha publicado Eloy
Moreno:
-El
regalo
Abrázame
y no me digas nada, solo abrázame
ARGUMENTO
Aquel
era aparentemente un día más de su vida. Su mujer tenía que salir
de viaje y él también, por lo que dejarían a la niña con los
abuelos.
Salió
del garaje con su flamante coche nuevo, aquel que durante tanto
tiempo había deseado y en una lluviosa mañana partió hacia el
destino que su jefe le había indicado.
Pero
todo se torció cuando entró a tomar café en un restaurante de la
autovía. Van a robarle su coche, ese en el que ha dejado buena parte
de sus ahorros y, con él van a cambiar definitivamente su vida.
EL
REGALO
-¿Me
cuentas un cuento?
-Así
que no eres tan niña, ¿eh?
-¿Sólo
se les pueden contar cuentos a los niños?
-No,
tienes razón, te cuento uno. (Página 16)
Aunque
El regalo es una novela, es evidente que en muchos momentos de su
lectura no podía dejar de pensar que en realidad se trata de un
cuento. Un cuento para adultos,
pero cuento al fin y al cabo.
Como
cuento que es, al final del mismo tendrá su moraleja. La diferencia
entre un cuento para niños y otro para adultos, es que a los niños
hay que darles todo muy mascado, mientras que a los adultos, la
moraleja más que una conclusión, debe abrirle caminos y puertas a
la reflexión. Cada cual sacará su conclusión al final del mismo.
Entre otras cosas, porque cada vida es muy diferente, tiene
necesidades diversas y planteamientos de vida que nada tienen que
ver.
Como
diferente es la visión del futuro de un joven, de aquel que se
encuentra en las últimas fases de su vida, aquellas en las que es
consciente de que el tiempo se acaba, que apenas hay tiempo para
nada:
-Cuando
te jubiles se te habrán pasado las ganas de todo, no querrás hacer
nada, salvo descansar y sobrevivir con la mierda de pensión que te
habrá quedado. ¿Sabes que cuando a la gente mayor se le pregunta
cuáles han sido los dos grandes errores de tu vida, la mayoría
coincide en los mismos?
-¿En
cuales?
-En
haber hecho lo que se esperaba de uno en lugar de haber hecho lo que
realmente quería hacer, y en no haber pasado más tiempo con sus
padres y sus hijos. (Página 216)
Hay
algunos momentos de esta novela que se acercan mucho al planeamiento
de Albert Espinosa en su
reciente novela El mundo azul, ama tu
caos, aunque no llevados hasta el extremo de la misma (un
joven al que por culpa de un cáncer le quedan días de vida). Pero
sí que plantea la necesidad de plantearnos cada día como si fuera
el último:
Durante
los dos años que transcurrieron entre la muerte de mi madre y la de
mi padre, recibí varias cartas suyas, unas cartas que lo leía con
la ilusión de un enamorado, Unas cartas en cuyo remite siempre venía
la misma fase: Si hoy fuera tu último día, ¿qué estarías
haciendo? (Página 35)
Y
nos conmina a hacerlo ¡ya!, sin la excusa de algún día, ese algún
que nunca llega:
-¿Cuándo?
-le preguntaba yo siempre.
-Algún
día, algún día... -me contestaba.
Y
aquel algún día, en mi infancia me parecía un ya, pero un ya que,
lamentablemente, nunca llegaba. Conforme fui creciendo me di cuenta
de que cuando un adulto dice algún día, significa nunca.
(Página 36)
a
pesar de ser una novela completamente diferente a Lo
que encontré bajo el sofá, hay varios puntos en común
con ella. Por una parte, al igual que en la anterior me recordaba a
la famosa novela de El diablo cojuelo
en el que un diablilo levantaba los tejados de las casas madrileñas
para que el protagonista pudiera ver lo que ocurría en el interior
de las viviendas, Lo que encontré bajo el sofá tenía muchas escenas en las que nos
mostraba habitaciones de diferentes casas y la realidad de lo que
allí pasaba. Un retrato de la crisis y de aquellos que la padecían.
También en El
regalo aparecen esas escenas puntuales de la vida
de una serie de personajes con un punto en común: en un momento dado
decidieron cambiar sus vidas.
El
otro punto en común es, pese al aparente tono almibarado de la
novela (volveré sobre el tema más adelante pero no os dejéis
engañar por las frases sueltas que van apareciendo en la red) una
crítica social muy dura, no solo contra los gobernantes, sino contra
todos aquellos que ven pasar de un modo indiferente lo que está
pasando. Por ejemplo:
-Sí,
supongo, ahí afuera hay demasiado idiota. Y
no hablo solo de políticos, hablo de los propios padres, muchos
irían antes a una manifestación para que su equipo de fútbol no
bajase de categoría que a una protesta para que mejoren las
condiciones del colegio de sus hijos. (Página 239)
El
regalo es desde mi punto de vista, como aquellas grajeas
recubiertas con caramelo para ser tragadas de un modo agradable, pero
que al cabo de un tiempo (a eso se le llama retrogusto) vuelve a la
boca el sabor amargo que intentaban esconder.
Sí,
El regalo es uno de esos
libros que tiene muchos párrafos que sin duda merecen ser subrayados
(o marcados con postit como es mi caso). Frases bonitas, que apelan a
nuestros más dulces sentimientos. Frases que son las que he visto
unas cuantas publicadas en Internet y que sin duda muchos colgarán
en sus muros (nada nuevo, el propio autor lo dice en uno de esos
párrafos):
-La
vida está llena de gente que mueve la mente pero deja quietos los
brazos, que leen miles de frases del tipo “cada día hay que
vivirlo como si fuera el último”, o “dedícate a aquello que te
haga feliz”, frases que comparten en Internet, con sus amigos, que
ponen en las paredes de sus casas..., pero después no hacen
absolutamente nada por cumplirlo, ese es el problema.
(Página 217)
Pero
solo es una fachada, el modo de atrapar al lector, que, sin apenas
darse cuenta se verá metido de lleno en una historia que a no mucho
tardar terminará interpelando no digo a su conciencia, sino a la
propia realidad de su vida. ¿Qué vida? ¿A qué llamamos vida?
Porque para eso también hay en la novela una frase demoledora (esta
sin azúcar):
A
todo se le puede llamar vida, claro que sí, como puedes llamar
comida al bocadillo de un aeropuerto. (Página 323)
A
lo que Eloy Moreno llama al
lector con esta novela es a despertar, a reaccionar, a tomar
decisiones como única vía posible para alcanzar nuestra felicidad y
la de aquellos que están con nosotros:
La
mayoría de la gente se pasa más tiempo hablando de sueños que
persiguiéndolos..., porque hablar es sencillo, apenas requiere
esfuerzo. El problema bien cuando les preguntas por qué no intentan
hacer realidad esos sueños... En esos momentos sacan su escopeta,
esa que tienen cargada de excusas y te apuntan con rabia.
(Página 317)
Una
novela repleta de personajes, pues junto a nuestro sufridor
protagonista, son muy numerosos los personajes que con él
interaccionarán en su peculiar descenso a los infiernos. Sí, porque
lo que no sabe cuando sale esa mañana de su casa es que, su vida va
a cambiar completamente, que va a perder prácticamente todo aquello
que ha sido su vida hasta ese momento.
ALGUNAS
FRASES
Ya
os he dejado algunas frases, pero antes de rematar la reseña, quiero
dejaros algunas que a modo de reflexión nos ofrece la novela:
La
primera de ellas está relacionada con el hecho de la escritura:
A
veces me pregunto adónde fueron a parar todas esas palabras que
pensamos y nunca dijimos. ¿Quién sabe?, quizá se habían quedado
flotando en el aire a la espera de caer algún día sobre el papel
adecuado, a la espera de un disfraz de tinta que las hiciera
visibles. (Página 37)
Por
cierto, me ha hecho presente una antigua canción de Silvio
Rodríguez, porque buena parte del libro es una reflexión
sobre las cosas que hemos ido perdiendo por el camino de la vida. Y
de todas ellas, quizás la más importante son nuestros sueños.
Adónde
van las palabras
que
no se quedaron
adónde
van las miradas
que
un día partieron
Acaso
flotan eternas
como
prisioneras de un ventarrón
o
se acurrucan entre las rendijas
buscando
calor.
Acaso
ruedan entre los cristales
cual
gotas de lluvia que quieren pasar
acaso
nunca vuelven a ser algo?
acaso
se van
y
adónde van
adónde
van?
¿Adónde
van? (Silvio Rodríguez)
Y
hablando de palabras, una que se va quedando en nuestro interior sin
salir:
Te
quiero, dos palabras tan sencillas como complicadas, tan presentes
como esquivas, tan pequeñas como el amor cuando se olvida, tan
grandes como la felicidad que trae una nueva vida.
(Página 39)
IMPRESIÓN
PERSONAL
He
de confesar que tenía una cierta desconfianza, a pesar de lo
muchísimo que me gusto Lo que encontré bajo el sofá, a la hora de enfrentarme a El
regalo, porque las frases promocionales de las que está
plagada Internet, rezuman dulzura con toque de libro de autoayuda,
algo que no es precisamente santo de mi devoción.
Pero
no es eso precisamente El regalo,
pues me ha dejado su lectura un tanto noqueado, pues tras su aparente
dulzura es una interpelación al lector para reflexionar sobre su
vida, sus sueños, su familia, el amor. Y en esas reflexiones no
siempre he podido salir indemne.
Se
lee con rapidez, aunque esa lectura no está desprovista de mucho
sufrimiento (al margen de lo que pueda interpelar o no a cada uno de
los lectores) y es que al pobre protagonista no paran de sobrevenirle
una desgracia (al menos en apariencia) detrás de otra. Ya decía que
yo que la novela no es tan “dulce” como en principio pudiera
aparentar.
Una novela que, cuando la termines, desearás abrazar con todas tus fuerzas a tus seres queridos.
Una novela que, cuando la termines, desearás abrazar con todas tus fuerzas a tus seres queridos.
Gracias
a Ediciones B que me ha proporcionado un ejemplar de El regalo para
su lectura y reseña.
Pues paso un poco por encima que lo tengo esperando en casa y quiero ponerme con él en breve.
ResponderEliminarBesos
Es la primera reseña tan buena que leo. Casi todas han puetso algún pero y así pero ya veo que para ti es perfecta. Me alegro porque su primera novela me encantó pero la segunda...se quedó algo en el límite para mi y no sabía que hacer respecto a esta.
ResponderEliminarUn beso!
Voy a comenzar a leerlo hoy.
ResponderEliminarBesos
De este autor leí El bolígrafo de gel verde y la verdad es que me gustó. Tengo pendiente la segunda y esta que hoy nos traes. Ya veremos qué me parece.
ResponderEliminarBesos
No he leido nada de este autor la verdad, pero creo que tampoco me llama mucho la atención. No me gusta en exceso las novelas con moralinas, así que dudo mucho que lo lea.
ResponderEliminarLlevo la mitad y me está gustando mucho. No puedes evitar reflexionar sobre muchas cosas
ResponderEliminarMe ha encantado...y me ha hecho plantearme demasiadas cosas. Aún lo estoy asimilando. Duele
ResponderEliminarUn abrazo
Es una de mis lecturas pendientes. Besos
ResponderEliminarPues temía este libro por lo mismo que tú, me daba la impresión de ser de autoayuda sobre todo. Pero veo que no. Que voy a tener que leerlo. Aunque aún tengo el anterior del libro pendiente en la estantería.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues tengo sus dos anteriores novelas en casa, Pedro, y aún sin leer, así que antes leeré lo que tengo y ya si me gustan me hago con esta nueva novela.
ResponderEliminarbsos!