Operación
maletín
Mercedes
Gallego
Título:
Operación maletín
Autor:
Mercedes Gallego
Editorial:
Autoeditado
Páginas: 314
PVP: 0,99 €
MERCEDES GALLEGO
Tomado de su página web este retazo de biografía.
Siempre quise ser escritora porque para mí la lectura es una pasión;
por eso deseaba crear mis propias historias pensando en ofrecer a los demás las
mismas horas de placer que a mí me proporcionaban los libros que leía. Sin
embargo, el tiempo iba pasando y mi sueño aparecía lejano porque mis días
estaban al servicio de la supervivencia. Hoy por fin puedo hacerlo.
Si quieres saber más sobre ella entra en su página pinchando AQUÍ
Una mujer en la policía postfranquista
ARGUMENTO
Candela
trabaja en el Ministerio de la Gobernación. Hasta que un día ve un
anuncio para crear un Grupo Experimental de Policía Femenino. Y allí
que se presenta y consigue un puesto.
Las
cosas no van a resultarle nada fáciles, a pesar de que su jefe si
confía en ella. Una confianza que va a ponerse a prueba cuando se
cruza en su camino un complejo caso: una mujer aparece asesinada en
un hotel sin que nadie sepa nada. Trabajaba para una empresa para la
que transportaba un maletín junto a otras compañeras con ofertas de
trabajo.
OPERACIÓN
MALETÍN
Operación
Maletín es el primer libro en el que aparece Candela Luque. Una saga compuesta de momento por tres libros:
-Operación maletín
-Matar al mensajero
-La trampa
En torno a Candela Luque se articula la novela, de ahí la importancia que tiene su historia y su descripción.
-Operación maletín
-Matar al mensajero
-La trampa
En torno a Candela Luque se articula la novela, de ahí la importancia que tiene su historia y su descripción.
Porque
a través de ella Mercedes Gallego va a hacernos un retrato de la
España postfranquista, apenas desembarcada en una democracia que
empieza a dar sus primeros pasos y en los que la mujer aún estaba
relegada en muchos campos, y la Policía no era una excepción.
El
desarrollo como profesional de Candela es en cierto modo el avance de
la sociedad española. Porque Candela comienza desde abajo del todo:
Candela
había ingresado en el Ministerio de la Gobernación a mediados de
1970. Su primer destino fue duro: confeccionar carnés de identidad
en la calle Santaló, donde se hallaba la oficina central. Alguien le
habló de una vacante en el Archivo de la Brigada de Información;
empezaba entonces segundo de Derecho y era un buen sitio para poder
estudiar sin el cansancio que suponía atender a una cola
interminable cada mañana. También debía archivar el Boletín
Oficial del Estado, pero antes de hacerlo leía con especial atención
lo concerniente a la Policía.
Pero
no desaprovecha una oportunidad con la que el Ministerio de
Gobernación quiere ir de “moderno” solicitandovoluntarias para
crear un Grupo Experimental de Policía Femenino con el fin de
valorar la integración de la mujer a los cuerpos de seguridad:
Nunca
se había planteado algo así, sin embargo, se presentó voluntaria,
molesta por el enunciado: «a ver si la mujer servía». ¿Pero qué
se han creído estos tíos? —había pensado
Es
consciente de que es una excepción. Pero los retos, lejos de
amilanarla, la lanzan adelante:
Fue
cuando me presenté al Grupo Especial que convocó el ministro. Una
prueba para saber si las mujeres servimos para ser policías. ―Anda
¡qué gracia! ¿Por qué no íbamos a servir? ―Eso mismo pensé
yo, por eso me presenté. En Cataluña soy la única y en total,
éramos treinta y pocas. Tampoco es que haya tenido mucho éxito que
digamos. ―Desde luego que no. A ninguna mujer normal se le
ocurriría hacerse policía, puedes estar segura ―respondió Ana
contundente.
Una
lucha por seguir adelante difícil, porque no es solo contra el
machismo de los hombres, sino contra la indiferencia de las mujeres:
Ahí
radicaba el verdadero problema del feminismo, pensaba Candela: en la
mujer. Era la primera que debía concienciarse de que tenía los
mismos derechos y las mismas aptitudes que el hombre, pero no solo en
el aspecto laboral.
Es
esa lucha la que la mantiene completamente alerta, concentrada en un
único objetivo: convertirse en una gran profesional y resolver los
casos.
¿Sabes
una cosa, Candela? No te enfades, pero te encuentro demasiado
transcendental para la edad que tienes, no sé cómo decirte, te lo
tomas todo muy en serio… vaya, que te ríes poco y parece que estés
siempre en guardia.
Afortunadamente
para ella, no está sola: cuenta con la ayuda de su jefe, el
inspector Salgado. Gran pareja la de Salgado y Candela:
El
aspecto sombrío de un inspector jefe de policía amargado por su
profesión, su familia y su propia vida. Junto a él, una joven
estudiante de Derecho, aspirante a policía, desengañada de la
profesión antes de pertenecer a ella, que lo único que esperaba era
terminar la carrera para abandonarla, e incluso se planteaba cambiar
de ciudad.
Tenemos
los personajes. Tenemos también el retrato de una época poco
trabajada en nuestra literatura. Muy curioso ponerse en la piel de
unos personajes que no saben lo que está por venir, con todas las
desconfianzas frente a lo que parece un mero continuismo del
franquismo, con un cuerpo de lo “social” cuya finalidad no es
otra que perseguir a todo lo que huela a comunismo o a no estar de
acuerdo con el viejo régimen y que no está claro que pueda
convertirse en otra cosa ni abandonar sus viejos hábitos de tortura.
―Ya
sabes que hace un par de días el rey nombró un nuevo presidente de
gobierno, un tal Suárez. Me parece que volvemos a las mismas porque
este tío procede del famoso Movimiento.
Y
en esa mirada atrás, resulta curioso comprobar que hay temas que no
son nuevos, que han estado ahí siempre: la corrupción
Apuesto
un fin de semana por todo lo alto, si en 1986 no existe corrupción.
IMPRESIÓN
PERSONAL
Operación
maletín lo tiene todo:
personaje, ambientación e historia, todo narrado de un modo que hace
que la lectura sea muy entretenida.
Pero
sobre todo, Operación maletín
es original, no tanto por
el caso que se plantea, sino por elegir como protagonista a una
mujer, algo que no abunda precisamente en este tipo de novelas y por
remitirnos a los primeros años de la democracia española tras la
muerte de Franco.
Que
la acción transcurra en Barcelona (aunque parte de ella también
tenga lugar en Canarias) ya es más común, pero eso es lo de menos.
Me
recuerda, salvando las distancias a la serie de Tony Romano de Juan
Madrid en cuanto a la ambientación política. Salvando
las distancias porque una de ellas transcurre en Madrid y la otra en
Barcelona, y no es comparable la candidez e inocencia de Candela con
el estar de vuelta de Tony. Pero en ambas está presente la
reconversión de la brigada social en policía nacional, el paso de
los antiguos torturadores a policías “normales”.
Una
buena novela negra, aunque en realidad esté más cerca a las
denominadas de misterio o policiacas, con la que comienza una serie
que sin duda seguiré leyendo.