Muerte y vida: La venganza de Victoria Bergman
FICHA
TÉCNICA
Título:
Trauma
Autor:
Erik Axl Sund
Editorial
Penguin Random House, 2015 (Roja & Negra)
Encuadernación
Tapa blanda
Páginas:
406
PVP:
19,90 €
ERIK AXL SUND
Esto es lo que nos cuenta de ellos (sí, son dos autores) la editorial en la solapa interior:
Erik Axl Sund son dos autores en uno, pues detrás de tal nombre se esconden en realidad Jerker Eriksson (1974) y Hakan Axlander Sudnquist (1965) . Hakan es ingeniero de sonido, músico y artista. Jerker fue productor de la banda de electropunk de Hakan, iloveyoubaby!, y actualmente trabaja como bibliotecario en una prisión.
Como Erik Axl Sund han publicado hasta la fecha tres novelas: Persona, Trauma y Catarsis; juntas forman la trilogía de Los rostros de Victoria Bergman.
ARGUMENTO
Al
tratarse de una segunda parte, para evitar posibles spoilers, esta
vez voy a poner directamente el argumento que nos da la editorial en
la contraportada.
La
detective Jeanette Kihlberg está haciendo terribles esfuerzos para
resolver los casos de asesinato de unos jóvenes inmigrantes, Sin
embargo la investigación es interrumpida cuando un exitoso hombre de
negocios aparece bfrutalmente asesinado -a modo de ritual- en el
centro de Estocolmo. Todo parece indicar que es un acto de venganza,
pero ¿cual es el sentido de esta venganza? La psicoterapeuta Sofia
Zetterlund es arrastrada a enfrentarse al perfil del asesino.
Paralelamente,
hay un caso muy complejo que también mantiene ocupada a Jeanette: la
desaparición de la misteriosa Victoria Brgman, una mujer con un
pasado muy turbio. La investigación la llevará a una exclusiva
escuela en Sigtuma y también a Dinamarca, donde parece residir parte
del misterio.
TRAUMA
Trauma
es la segunda entrega de la trilogía Los
rostros de Victoria Bergman, una novela
negra con un altísimo componente de thriller
psicológico. Las novelas que componen esta trilogía son:
-Trauma
-Catarsis
¿Cuánto sufrimiento puede infligir un ser humano a los demás antes de dejar de ser humano él mismo y convertirse en un monstruo? (Persona, página 48)
Creo
que esta cita, aunque sea tomada de Persona,
el primer libro de la trilogía, define bastante bien lo que vamos a
encontrarnos en Trauma.
Porque el dolor deja huella, pero el sufrimiento injustificado aún
deja una marca mayor, una cicatriz imposible de cicatrizar. De ahí
que una posible salida para el damnificado, la única solución que
en muchos casos ve para poner fin a ese ciclo sea la venganza:
La
bola está en movimiento. Para ella el tiempo no cuenta, pues no cura
las heridas.
El
odio no se derrite. Al contrario, se endurece en cristales de hielo
cortantes que rodean toda su persona. (Página 11)
Es
muy fácil hablar de perdón. Siempre y cuando no seas tú la
víctima, claro:
Perdonar
lo perdonable no es perdonar, piensa. El auténtico perdón consiste
en perdonar lo imperdonable. Algo de lo que solo Dios es capaz.
(Página 12)
Y
si algo hace Trauma, es
profundizar en las consecuencias del
Mal, así con mayúsculas sobre las víctimas más
inocentes, los niños:
Hoy
se ha comprendido como traumatizan a la víctima esos abusos. La
autodestrucción y los intentos de suicidio están a la orden del
día. De adultas, todas las víctimas sin excepción sufren angustia
y trastornos de sueño, y si a eso le sumas una presión psíquica
que hace difícil un relación amorosa normal, comprenderás por qué
se reclaman unos daños y perjuicios tan elevados. El acto del adulto
perseguirá al niño a lo largo de toda su vida.
(Página 346)
En
Trauma hay un cambio
evidente frente a Persona y
es que Jeanette pierde importancia en la novela frente al papel de
Sofia, la psicoterapeuta, que se nos rebela como un personaje
complejísimo, consecuencia de los mecanismos de defensa de su mente
ante todo el mal que ha sufrido. A medida que va transcurriendo la
novela, vamos descubriendo más y más aspectos de su pasado que va
aflorando en el presente llevando a Sofia a una dificilísima
situación en la que puede perder el control de su propia mente y sus
acciones.
Son
aún más patentes los aspectos psicológicos en esta segunda entrega
que en la primera, los saltos al pasado son más numerosos y así la
acción va transcurriendo en dos planos en los que el pasado se va
haciendo imprescindible para poder comprender el presente.
Sofía
comprende que su personalidad está hecha a partes iguales de
masoquismo y disociación.
Sigue haciéndose daño enfundándose las características de su alma
maldita y reviviendo así su propio infierno.
(Página 275)
Un
presente en el que la estrecha línea que separa la cordura de la
locura, amenaza con desaparecer:
Ella
no está loca. Los demás sí. (Página 227)
Un
presente en el que el caso policial que fue el eje vertebrador de
Persona, se complica con la aparición de nuevos cadáveres,
relacionados entre sí y con el de un misterioso personaje: Victoria
Bergman. Alguien que en principio nadie sabe quién es y que ha
desaparecido.
IMPRESIÓN
PERSONAL
La
acción en Persona
quedaba cortada de tal manera, que se hacía casi imprescindible
seguir leyendo Trauma su
continuación, sin descanso de ningún tipo. Y esa es la primera
advertencia: Hay trilogías en las que pueden leerse libros sueltos
de la misma sin problemas. No es el caso de Los
rostros de Victoria Bergman, porque dudo mucho que pueda
leerse Trauma sin haber
leído previamente Persona.
Y además, aunque parte de la acción queda resuelta en Trauma, está
claro que queda sin cierre, que es preciso leer Catarsis.
Por
lo menos, su salida al mercado ha sido muy seguida, porque solo hay
que esperar hasta septiembre para poder leer Catarsis,
el cierre de la trilogía.
Trauma
frente a Persona, es una novela en la que los aspectos psicológicos
cuentan mucho, porque todos los sucesos del pasado terminan por
reflejarse en el presente. Todo hecho tiene su consecuencia
posterior, máxime si afectan profundamente a la mente humana:
Todo
es muy evidente, piensa Jeanette. Es una ley de a naturaleza humana,
Lo que se esconde en el fondo del alma humana lucha por salir a la
luz. (Página 391)
Sobre
todo cuando sus personajes sienten que no tienen escapatoria:
El
pasado siempre nos atrapa. (Página 179)
Me
ha gustado Trauma, un libro que consigue un equilibrio entre la
acción y la reflexión de sus personajes. Unos personajes que poco a
poco van desnudándose ante el lector, mostrando su lado oscuro, su
compleja personalidad, los mil y una personalidades que cada uno
puede llevar dentro de sí.
Por
eso me atrevo a definir Trauma
como un thriller psicológico.
Sorprendente, porque juega con el lector haciéndole pensar que todo
es muy evidente, que es más listo que el autor y ya sabe cuál va a
ser el desenlace. Y el gran mérito de Trauma,
evitando desvelaros nada, es el sorprendente
final que el autor os tiene reservado. Sin engaños, sin
trampas, solo jugando con la mente del lector.
Una
trilogía de la que estoy a la espera de que a la vuelta del verano
pueda conocer su desenlace, pero hasta ahora puedo decir que es muy
recomendable para los aficionados al género.
Gracias
a Penguin Random House que
me ha facilitado un ejemplar de Trauma
para su lectura y reseña.