Título:
París 2041
Autor:
Ezequiel Szafir
Editorial:
Ediciones B
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas:
341
PVP: 18,00 €
EZEQUIEL
SZAFIR
Esto
es lo que nos cuenta del autor la editorial en la solapa interior de
la novela:
Ezequiel
Szafir (Buenos Aires, 1971) es doctor en Psicología por la
Universidad de Tilburg, Países Bajos. Es también licenciado por la
facultad de Ingeniería de la Universidad Argentina de la Empresa. En
1996 se trasladó a Estados Unidos, donde cursó estudios de posgrado
en negocios en la ADL School of Management (Boston College) y fue
investigador en el Massachusetts Institute of Technology (MIT).
Comenzó su carrera profesional como periodista free lance para los
diarios Clarín y Ámbito Financiero, y publicó artículos en
revistas locales e internacionales.
Ha
vivido en Estados Unidos, Países Bajos y Esp0aña, y actualmente
reside en Luxemburgo, donde trabaja como vicepresidente de Amazon
Europa. Szafir es también autor de la novela Marina de Buenos
Aires (2004)
ARGUMENTO
París,
2041. “El
Partido”, como le llamaba la gente, gobernaba al autoproclamada
Sexta República Francesa desde hacía más de diez años, y había
entrado en un frenesí incontrolable de extravagancia bautismal,
cambiando los nombres de todas las calles que hiciesen referencia a
una Francia democrática y multicultural. (Página
46)
Una
dictadura se encarga de gobernar Francia. Judíos y musulmanes son
perseguidos casi por igual. Han sido “encerrados” en un gueto en
el interior de París, detrás de unos gruesos muros cuya entrada
está restringida y controlada.
Pero
no todos los franceses están de acuerdo en continuar con esta
dictadura y están preparando el día D, en el que se levantarán
contra un régimen opresor.
PARÍS
2041
El
título de la novela nos da ya dos pistas importantes de lo que
podemos encontrarnos en ella: La acción transcurre en París y la
acción se traslada a un futuro próximo: al año 1941.
Estamos
pues ante una distopía, por lo que creo conveniente primero aclarar
un punto:
¿Qué
es una distopía? El
término distopía surge como contraposición al de utopía. Las
distopías nos trasladan a un futuro, no necesariamente muy lejano y
nos describen sociedades en las que las tendencias actuales han
desembocado en un mundo indeseable.
El
trasladar la acción a un mundo futuro no implica que estemos ante
una obra de ciencia ficción, pues no necesariamente la sociedad ha
tenido que avanzar tecnológicamente, pues en muchas ocasiones la
sociedad que contemplamos es la consecuencia de una situación
postapocalíptica.
Podríamos
incluir a París 2041 entre
esas distopías que están muy lejos de ser ciencia ficción. Lo
único que ha cambiado en ellas es el panorama político, o mejor
dicho, vemos una posible evolución a la que nos puede llevar la
situación actual.
Comienza
la novela situando al lector directamente en el mundo en el que va a
transcurrir la acción:
Corría
el mes de octubre de 2041 y el otoño castigaba a los parisinos con
una llovizna constante, tan fina como gélida. París amanecía
siempre envuelta en un un manto de niebla, en que cada farola tenía
su propia aureola, como los santos en las pinturas medievales. Las
calles estaban vacías salvo por los drones, que las sobrevolaban a
baja altura.
La
presencia de esos drones es el único avance a la modernidad que
vamos a ver en toda la novela, una evolución del ojo del Gran
hermano de George Orwell,
una presencia constante espiando todo y a todos. Algo que por otra
parte no está tan lejano, por que ya veréis lo poco que tarda la
DGT en sustituir sus carísimos helicópteros Pegasus por drones que
sobrevolarán permanentemente las carreteras españolas filmando y
multando a todo conductor que sobrepase la velocidad o se rasque la
nariz.
De
hecho, creo que es un tanto exagerado trasladar la acción a 2041.
Por una parte en veinticinco años creo que la evolución tecnológica
tendría que ser mucho mayor y eso es algo que ni siquiera intuímos
a lo largo de toda la novela. Y por otra parte, tampoco son
necesarios tantos años para que la situación política evolucione a
la situación que nos plantea la novela. Con haberla trasladado diez
o como mucho quince años hacia el futuro creo que ya habrían sido
suficientes.
Incluso
creo que pierde fuerza la novela, porque manda demasiado hacia el
futuro hechos que pueden tener lugar en un plazo muy breve. De hecho
los recientes sucesos de Francia con ataques a musulmanes y judíos,
de los que la publicidad de la novela se encargan de señalar que
esta novela se adelanta al futuro, son una prueba de que esa realidad
es mucho más próxima de lo que indica su título.
El
punto de partida, ese análisis de la situación europea se puede
encontrar en cualquier página de opinión de la prensa actual, como
por ejemplo cuando habla de la moneda:
Lo
sorprendente es que Francia y Alemania hayan compartido alguna vez
moneda.
¿A quién se le ocurrió semejante aberración? ¿Realmente alguna
vez pensaron que iba a funcionar? Compartir moneda es estar juntos en
las buenas y en las malas; una unión monetaria es a la economía lo
que un matrimonio es a la gente, ¡la mitad terminan en divorcio!
(Página 24)
Este
pensamiento sobre los alemanes se le puede escapar a cualquier
político:
Mucho
ha llovido desde aquellos días en que los alemanes y los judíos
controlaban nuestra economía, cuando los extranjeros ocupaban
nuestros puestos de trabajo y los musulmanes mataban a nuestros
hermanos y hermanas. ¡Ahora por fin somos libres! (Página
82)
Y
los ciudadanos de a pie, no podemos dejar de pensar que quien
gobierna en nuestro país no es nuestro Gobierno sino Alemania:
La
crisis económica nos ha obligado a claudicar nuestra
independencia. No hemos podido evitar que Alemania se trasformase una
vez mas en nuestro Gran Hermano, igual que sucedió tantas veces en
nuestra historia reciente. Alemania se hizo con nuestros bancos,
dictó nuestras políticas fiscales y monetarias, hasta
que nuestros gobiernos terminaron reportando al canciller alemán de
turno.
(Página 200)
De
ahí que no sea raro que la solución que se adoptó en Francia, por
más xenófoba que pueda parecer, no la hayamos escuchado no
solamente en Francia, sino a vecinos de nuestro país:
Estamos
protegiendo a Francia de ella misma, y de todos sus enemigos
externos, es lo único que podemos hacer. Estamos haciendo todo lo
necesario para que cada francés tenga un puesto de trabajo, y para
ello hemos
necesitado recuperar aquellos empleos ocupados por extranjeros.
Ellos también son responsables de haber caído presos de la
violencia y el extremismo de sus líderes. (Página
202)
El
análisis que se hace del pensamiento político, podría muy bien ser
el que podría aparecer hoy día. De hecho, llevar la acción a 2041
no deja de ser un recurso para criticar con una cierta distancia la
situación actual. Toma como ejemplo un pasaje de El
mercader de Venecia en el que encontramos el Skahespeare
más rancio para el que judíos y musulmanes son seres inferiores:
Las
ideas parecían haber cambiado muy poco desde 1596, cuando
Shakespeare escribiera El mercader de Venecia, hasta el año 1933 en
Alemania, o el 2041 en Francia. La tecnología había evolucionado,
pero la idiotez humana se mantenía intacta.
(Página 45)
Es
cierto que detalles como la quema de libros que se nos narra, no se
han dado (todavía). Pero el ataque a la cultura es un hecho
constante (4% de IVA para el porno; 21% de IVA para libros)
En
la pantalla, la
imagen mostraba a un hombre joven
sosteniendo en su mano un libro del escritor francés Marc Levy,
mientras gritaba a la cámara “¡Francia Libre, Francia Libre!”,
y lo
tiraba a la hoguera. Libros de otros autores -como Orhan Pamuk, Paul
Auster y Khaled Hosseini- se unía al de Levy en un viaje medieval
hacia la fuerza purificante de la hoguera y sus trágicos
cuatrocientos cincuenta y un grados Fahrenheit.
(Pagina 160)
París
2041 es necesariamente una reflexión sobre la libertad,
entendiendo como tal no sólo la de tener un gobierno democrático,
sino viendo que nos estamos rodeando de cosas que no nos hacen más
libres, sino más dependientes, que nos alejan en vez de acercanos a
los demás sin permitirnos disfrutar de la vida.
Ahora
apenas tengo para comer, y me visto con lo que hay, que no es mucho.
Pero soy libre, porque ya no dependo de nadie ni aspiro a nada. Las
aspiraciones son tiranas, ¿sabe? Son lo que nos mantiene siempre
insatisfechos; un espejismo, la zanahoria que nunca alcanzamos. En la
Zona Libre nos han quitado todas las aspiraciones e ilusiones por
decreto, de un día para otro, y eso nos ha hecho libres y más
felices que nunca. (Página 134)
Al
mismo tiempo, Paris 2041 es también una reflexión sobre el heroísmo, sobre aquellos que se juegan la
vida para conseguir para sí mismos y para los demás un mundo mejor,
más justo. Seres que por otra parte son absolutamente normales y en
nada parecen diferenciarse de los demás. Así son los tres
protagonistas principales de la novela, esa joven musulmana que se
juega la vida como contacto en la Zona Libre, ese periodista que
además se sabe vigilado y utilizado por el poder y su amigo
encargado de entrar el material prohibido en la zona libre:
¿Qué
necesidad tiene una persona anónima, uno más entre millones
de seres iguales, de poner en riesgo su vida por la de otros, cuando
quizá nunca nadie lo vea, lo entienda, lo sepa, o se lo agradezca?
¿Cuál es la lógica de los héroes anónimos?
(Página 48)
Aunque
sin duda, lo que prevalece sobre todo lo demás, sobre la historia de
amor, sobre la acción que va creciendo a lo largo de la novela, es
el análisis que se hace de la Europa total a través de esa Europa
que nos presenta en un futuro cercano:
Europa
es así, como un péndulo que va del iluminismo al oscurantismo
con el mismo ímpetu, con la misma ceguera, con la misma intensidad.
Quizá todas las otras naciones del mundo, en todas sus guerras,
desde que el hombre es hombre, no hayan matado tanto como los
europeos. Porque Europa es eso, la cuna de todo, de lo bueno y de lo
malo. (Página 281)
IMPRESIÓN
PERSONAL
Parece
que vuelven a estar de moda las distopías, un género que a mi me
gusta mucho y al que pertenecen un par de novelas que se han
publicado en España hace menos de un año.
-Oscuridad
de Amelia Noguera.
-Khimera
de César Pérez Gellida.
Creo
que París 2041 no defraudará a los aficionados al género, en ese
analizar el presente a través de un posible mundo futuro no muy
lejano, aunque insisto, en que ese mundo que nos anticipa para el
2041 parece mucho más cercano en el tiempo.
Una
novela que atrapa por el mundo que recrea, porque desgraciadamente
parece demasiado real, demasiado posible, aunque no tanto por la
acción, que parece un tanto desordenada, pues nos va mostrando
retazos de la realidad sin que tengamos muy claro qué es exactamente
lo que ha pasado. Han de pasar muchas páginas para que se nos defina
exactamente qué es la Zona Libre, cómo se llegó a su creación,
que supuso para los que pasaron a vivir obligatoriamente en ella.
Por
eso mismo, no está clara cuál es la misión de los dos jóvenes
protagonistas, cuál es el fin de la misma, por qué se están
jugando en realidad la vida.
Está
claro que Szafir opta por
una línea más analítica que por otra en que predomine la acción,
porque la novela se presta a ambas cosas y sin embargo la acción
pura y dura, apenas ocupa unos capítulos. No así el sentimiento de
opresión, de persecución, de sentir como los protagonistas están
en el filo permanentemente, que en cualquier momento pueden ser
descubiertos, si es que no lo han sido ya y son un mero instrumento
del poder que los está utilizando sin que ellos lo sepan para
destruir sus planes de desestabilización del poder.
Quizás su aspecto más débil sea la historia de amor, que a mí no me pareció muy creible, aunque para gustos los colores y no es lo más importante del libro.
Quizás su aspecto más débil sea la historia de amor, que a mí no me pareció muy creible, aunque para gustos los colores y no es lo más importante del libro.
El
resultado final me ha gustado, he disfrutado con el libro, aunque es
de esas novelas que te dejan con la sensación de que aún podían
haber dado más de sí.
Gracias
a Ediciones B que me
facilitó un ejemplar de París 2041
para su lectura y reseña.
A grandes rasgos me ha resutlado muy entretenida y estoy de acuerdo en algunos de los puntos que señalas. También en lo del romance que es un poco innecesario.
ResponderEliminarHe disfrutado leyéndola y, como tu, la historia de amor no me ha convencido
ResponderEliminarLa apuntaré en pendientes porque no me desagradan las distopías :)
ResponderEliminarBs.
Yo tengo curiosidad por ella y ya he visto algunas opiniones contrapuestas. No sé si finalmente me decidiré.
ResponderEliminarUn beso.
Es cierto, el punto de partida es muy similar al de la Alemania nazi: recuperar Alemania para los alemanes. Algunos historiadores coinciden en la actualidad que la crisis económica europea actual y sus dependencia crediticia de Alemania, no deja de ser otra "opa" hostil de los germanos, aunque esta vez sin tanques y sin bombas, se han dado cuenta de que la "ocupación" financiera sale más a cuenta.
ResponderEliminarInteresante ese punto de partida, y además me encantan las distopías, y no salen zombis, así que apuntada me la llevo. Bss
Tienes razón en que no había que haberse ido a un futuro tan lejano. Una lectura entretenida y de la que esperaba algo más. Besos.
ResponderEliminarNo termina de convencerme por esta vez, quizás para más adelante, besotes
ResponderEliminarTengo libros en mi lista de pendientes que me apetecen más que este a lo mejor en el futuro le de una oportunidad, un beso
ResponderEliminarNo me termina de llamar.. lo he visto muchas veces reseñado pero es que no creo que me guste mucho
ResponderEliminary tengo tantos pendientes, que de momento no me animo
Me encanta el tema y me encantaría leerla. Me parece interesante. Creo que la leeré en cuanto pueda y llegue a mis manos.
ResponderEliminarEste no me termina de convencer... =)
ResponderEliminarBesotes
Me llama la atención, pero no lo suficiente para darle prioridad entre los libros que tengo pendientes por leer.
ResponderEliminarUn beso!
A mi no me llama la atención por lo tanto...
ResponderEliminarYo la he leído y estaba todo l tiempo pensando que si lo hubiera ambientado en 1941 hasta habría sido mas coherente. Hay una gran cantidad de detalles que carecen de sentido y por momentos parece un panfleto más que una novela. Lo que han dicho de los avances técnicos es cierto.
ResponderEliminarCon el tiempo esta novela tendrá mucho d realidad digamos 15 años .esta ya en el ambiente.
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