¿Rumbo
al sur? Vale
FICHA
TÉCNICA
Título:
La carretera
Autor
Cormac McCarthy
Editorial:
Mondadori 2007
Encuadernación:
Tapa dura
Páginas:
224
PVP:
18.90 €
LA CARRETERA
Riaza
(Segovia). Finales de marzo del 2010. Tras un duro invierno en el que
no ha parado de llover o nevar, el tiempo parece haber dado una
tregua y como un anticipo de la ya próxima primavera. El sol brilla
en medio de un cielo azul, un azul brillante y limpio que ya hubiera
querido para sí Cameron en la película Avatar. Recortadas contra
ese cielo las montañas cargadas de nieve, una nieve de un blanco
inmaculado, resplandeciente.
¡Qué
contraste tan brutal con el paisaje descrito en La
Carretera!
¿Qué
puede esperarse de un mundo donde la nieve es gris?.
Gris porque el mundo es pura ceniza. Llueven cenizas. Nieva ceniza.
Los ríos son negros. El mar es una inmensa masa oscura y muerta. Los
días son oscuros, pero la noche aún es peor, pues la oscuridad es
total. Ni la luna ni las estrellas son capaces de atravesar con su
débil luz la espesa capa de cenizas que cubre el cielo.
Echaron
a andar por el asfalto bajo una luz gris plomo, arrastrando los pies
por la ceniza, cada uno el mundo entero para el otro.
Tan
solo los sueños están llenos de color.
Desasosegante
Tu
crees que vamos a morir, ¿verdad?.
No se.
No nos vamos a morir.
Vale.
Pero no me crees.
No sé.
¿Por qué piensas que vamos a morir?.
No sé.
Deja de decir no sé.
Vale.
Pero tu no me crees.
No lo sé.
¿Tu crees que te miento?.
No.
Pero piensas que podría mentir sobre lo de morirnos.
Si.
De acuerdo. Quizá te mentiría. Pero no nos vamos a morir.
Vale.
No se.
No nos vamos a morir.
Vale.
Pero no me crees.
No sé.
¿Por qué piensas que vamos a morir?.
No sé.
Deja de decir no sé.
Vale.
Pero tu no me crees.
No lo sé.
¿Tu crees que te miento?.
No.
Pero piensas que podría mentir sobre lo de morirnos.
Si.
De acuerdo. Quizá te mentiría. Pero no nos vamos a morir.
Vale.
Sin
esperanza.
Ojalá
estuviera con mamá
Te refieres a que te gustaría estar muerto
Si.
No debes decir eso
Pero lo digo.
No lo hagas. No es bueno decir esas cosas.
No puedo evitarlo.
Lo sé. Pero procura no hacerlo.
¿Y cómo?.
No sé.
Te refieres a que te gustaría estar muerto
Si.
No debes decir eso
Pero lo digo.
No lo hagas. No es bueno decir esas cosas.
No puedo evitarlo.
Lo sé. Pero procura no hacerlo.
¿Y cómo?.
No sé.
Angustioso.
Un
hombre y un niño, Sin
nombres. Él
simplemente es el
hombre.
Avanzan por una carretera rumbo al sur, en ese mundo
en tinieblas.
Tu
tenías amigos.
Si.
¿Muchos?
Si, muchos.
¿Te acuerdas de ellos?
Si, me acuerdo
¿Qué les pasó?
Murieron.
¿Todos?
Si. Todos.
¿Adónde vamos?
Vamos al Sur.
Vale.
Si.
¿Muchos?
Si, muchos.
¿Te acuerdas de ellos?
Si, me acuerdo
¿Qué les pasó?
Murieron.
¿Todos?
Si. Todos.
¿Adónde vamos?
Vamos al Sur.
Vale.
Un
mundo postapocalíptico.
No se nos dice en ningún momento que ha pasado, pero claramente se
nos muestra el resultado del llamado invierno
nuclear, con un mundo devastado por los incendios y en el
que la capa de polvo, humo y cenizas impide el paso de la luz solar,
por lo que la vida vegetal desaparece de la faz de la tierra. Sin
plantas que comer, los animales herbívoros no tardan en desaparecer
y tras ellos los depredadores, sin presas que llevarse a lo boca.
Sólo queda el gran depredador: El
Hombre.
Al
final, agotadas las reservas de alimentos, solo queda un alimento
para el hombre: Otro hombre.
Rumbo
al Sur, como si
el Sur fuese distinto, huyendo del frío antes de que llegue el
invierno haciendo imposible la supervivencia, en un viaje que no solo
busca la supervivencia, sino que es en sí mismo el único motivo
para seguir luchando, para seguir viviendo.
Porque
no todos han tenido esa fuerza para seguir luchando, para seguir
sobreviviendo en un mundo de semejantes características. Es el caso
de la madre, que un día se rindió.
Por
la mañana el chico no dijo nada y cuando tuvieron el el
equipaje hecho y estuvieron
listos para echarse a la carretera se volvió y miró hacia donde
habían acampado la víspera y dijo. Se ha marchado ¿verdad¿ Y
el dijo: Si.
Cabría
esperar que tras el Apocalipsis, Dios se manifestara finalmente a los
hombres. Sin embargo nos encontramos en un mundo postapocalíptico en
que Dios ha desaparecido.
Dios no existe, no puede existir entre la oscuridad (Dios es luz), el
frío y la sinrazón de un mundo condenado a la muerte. A pesar de
ellos, algunos aún conservan los conceptos éticos, ese nosotros
somos los buenos que les impide dejarse
arrastrar por el mal.
En
esta carretera no hay interlocutores de Dios. Se han ido y me han
dejado aquí solo y se han llevado consigo al mundo.
Un mundo
silencioso,
apenas roto por algunas palabras, pues padre e hijo no son
precisamente habladores. Esos diálogos aquí reproducidos, son la
fiel reproducción de ese silencio, con ese remate casi permanente
por parte del niño en todas las conversaciones, ese vale.
Un mundo
triste, sin sentido del humor. Solo hay una pequeña
chispa de humor en todo el libro. Y a lo mejor no es tal y he sido yo
el que ha querido ver en la salida del niño una chispa para alumbrar
la negrura y la tristeza de las páginas de La
Carretera
¿Tú
sabes dónde estamos papá?
Más o menos.
¿Más más, o más menos?
Más o menos.
¿Más más, o más menos?
IMPRESIÓN
PERSONAL
Este
es uno de esos libros que te deja impresionado, que se sale de la
rutina de todos los libros. Pero sinceramente, no creo que sea
recomendable para cualquier tipo de lector, o para cualquier momento,
por esa infinita carga de tristeza y desasosiego que tiene.
Tampoco
es apto para cualquier momento, pues es desaconsejable si atraviesas
una mala racha y estás triste, desanimado o depresivo.
La
carretera no va a dejarte indiferente si lo lees.
Otra cosa es que luego te guste o no. Desde luego es
un libro que deja huella, que crea unas sensaciones que
perduran pasado el tiempo una vez que lo has leído.
Y
es que la lucha de un padre y su hijo contra la muerte que les acecha
en cada curva de la carretera, en cada recodo del camino, esa
capacidad de lucha, ese negarse a la rendición más allá de toda
lógica y esperanza, no pueden olvidarse con facilidad.
Todo
esto narrado con un lenguaje duro, seco, cortante, sin concesiones a
la palabrería. No la tienen tampoco sus personajes, con esos
diálogos tan secos que terminan con esa afirmación por parte del
hijo, ese vale,
unas veces aceptación, otras simple resignación.
Merece
no obstante la pena buscar ese momento adecuado para leer una novela
singular y diferente.
Vale.
COMENTANDO
EL FINAL
Desde
la primera página del libro, crees que el final es ya inminente, que
de un momento a otro el padre va a derrumbarse arrastrando
tristemente el carrito con sus pocas pertenencias carretera adelante,
en busca de ese Sur en el que ni él mismo espera encontrar una
oportunidad para sobrevivir, siempre adelante, porque sabe que si se
para, morirá como los tiburones cuando dejan de nadar, o se
derrumbará como el ciclista que deja de dar pedales en una subida.
Por
ello me parecía un milagro que pudiesen seguir adelante, aunque para
ello el autor el autor se sirva de pequeños milagros que hacen que
la agonía se prolongue un poco más si cabe, aunque en ningún
momento pude como lector dejar de sentir ese desasosiego, esa
tristeza por algo que sabes que no va a poder ser de otra manera.
De
hecho, ese final en el que aún queda un atisbo de esperanza para el
chico, en el que éste logra sobrevivir al padre que ha tirado del
pequeño con todas sus fuerzas hasta que la enfermedad ha podido con
él, me parece demasiado
optimista. No tiene sentido ese pequeño foco de esperanza
o de ilusión al final. Porque la humanidad, por lo menos a esas
alturas de hemisferio, no tiene ninguna oportunidad de supervivencia.
Irán quedándose sin alimentos y matándose unos a otros para
sobrevivir, hasta que ya no quede ninguno.
VALORACIÓN: 10/10
LA PELÍCULA
O dejo el trailer de la película:
Lo leí hace años y tienes toda la razón, es un libro que deja huella. La película también la he visto, me atreví a hacerlo porque había pasado mucho tiempo desde la lectura de la novela y es impresionante. Aunque tiene alguna cosa que no sale en el libro, es tan sólo algún detalle porque por lo demás, no sólo es fiel a la novela sino que recrea perfectamente esa angustia y los actores, especialmente Mortensen, están de quitarse el sombrero.
ResponderEliminarBesos.
Estuve mirando de leerlo cuando sacaron la peli, pero es que no es nada mi estilo
ResponderEliminarquizá me anime este año
un beesito
El libro lo he leído pero la peli tampoco la he visto. Es un libro que deja mucha huella, que te afecta, que te duele mucho. Y no me he animado a volver a sentir lo mismo viendo la peli...
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola! OMG necesito leer este libro, muchísisisisimas gracias por la reseña. ¡Saludos y felices lecturas!♥
ResponderEliminarPD: ¡Tienes una nueva seguidora!
Lo tengo pendiente desde hace muchísimo, a ver si me animo pronto con él.
ResponderEliminarUn beso!
Soy bastante reacio a leer algo cuando ya he visto la peli (que me encantó, por cierto), pero esta vez creo que me convenciste por lo bien que suena lo que cuentas, así que lo tendré que leer tarde o temprano.
ResponderEliminarUn abrazo ;)
A mi la película me gustó muchisimo, de hecho al he visto un par de veces. Pero desde hace un tiempo me he obsesionado con la idea de hacerme con el libro y leerlo, porque rara es la vez que no es mejor que la adaptación y parece que en este caso también se cumple. Asi que espero poder leerlo en algun momento y disfrutarlo... Por duro que sea.
ResponderEliminarUn beszo