En busca de la identidad perdida
FICHA
TÉCNICA
Título:
La buena reputación
Autor:
Ignacio Martínez Pisón
Editorial:
Seix Barral, 2014
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas:
636
PVP:
21,90 €
IGNACIO MARTÍNEZ PISÓN
De
él nos cuenta la editorial en la solapa interior:
Es
autor de más de quince libros entre los que destacan las siguientes
novelas:
-La
ternura del dragón (1984), Premio Casino de Mieres
-Carreteras
secundarias (1986), llevada dos veces al cine
-Dientes
de leche (Seix Barral, 2008) galardonada con el Premio San
Clemente 2009 y el Premio Giuseppe Acerbi 2012
-El
día de mañana (Seix Barral, 2011), por el que recibió entre
otros premios el de la Crítica 2011 y el Ciudat de Barcelona 2012.
Su
obra está traducida a una docena de idiomas.
ARGUMENTO
La
buena reputación es la historia de la familia formada por Samuel, de
origen judío y Mercedes, de origen católico. Una historia que
comienza en Melilla en 1950, aunque se remonta hasta poco antes de
comenzar la guerra civil española y llega hasta la actualidad,
mostrándonos la compleja trama de relaciones familiares y la
búsqueda de la identidad de Samuel y su familia.
LA
BUENA REPUTACIÓN
Al
margen de tratarse de una saga familiar, La
buena reputación podríamos
considerarla como una novela
histórica, porque
si bien no aparecen en ella personajes históricos, si son históricos
los hechos que en ella se nos narran. Unos hechos por otra parte no
demasiado conocidos (he de confesar que no sabía nada de ellos),
como es la historia de la comunidad judía asentada en Melilla. Una
comunidad que prosperó en tiempos franquistas sin necesidad de
ocultarse, entre otras cosas porque fueron ellos los que financiaron
los barcos con los que las tropas de Franco pasaron a la península
al comienzo de la guerra civil. Su intervención fue por tanto vital
para el triunfo de las fuerzas rebeldes y tal vez por ello el
gobierno franquista, si bien los tenía controlados, incluso hizo la
vista gorda al tráfico de judíos clandestinos con rumbo al nuevo
estado palestino. Algo que tuvo su punto final con la tragedia del
hundimiento del Pisces, punto fundamental en el devenir de uno de los
personajes de esta novela.
Singular
sin duda la ambientación
de la novela en Melilla. Una
Melilla no muy conocida la que se nos presenta en
esta novela en una época convulsa pues coincide con la
descolonización del Norte de África. No es el único escenario en
el que transcurre la acción de La buena reputación, pues también
se pasea el autor brevemente por Málaga y no tan brevemente por
Zaragoza.
La novela está
dividida tras un prólogo en cinco partes, cada una de ellas
protagonizada por uno de los personajes de la novela, comenzando por
Samuel, siguiendo por su mujer Mercedes, su hija Miriam y finalmente
los nietos Elías y Daniel.
De
este modo, la acción es continua aunque en cada una de las partes
sea uno de los personajes el principal, aunque evidentemente los
otros sigan presentes, pues no en vano es una familia y todo está
relacionado.
El
motivo común durante toda la novela es el de la búsqueda
de identidad de
los personajes. Samuel es judío, creyente aunque no practique
totalmente todos los preceptos de la ley judía. Su religión no fue
un obstáculo para casarse con Mercedes, una mujer católica y
permitir que sus hijas se educasen en dicha religión y fuesen a un
colegio católico. Sin embargo, el paso de los años y los
acontecimientos que la vida le pone por delante hace que finalmente
vuelva a buscar sus orígenes, allí de dónde venía. Y otro tanto
podríamos decir de Mercedes, que finalmente vuelve a Zaragoza, la
tierra de donde proviene. El
círculo lo termina de completar Miriam, que regresa a Melilla, la
tierra en la que se crió y donde se sintió feliz.
IMPRESIÓN
PERSONAL
Dos
son las novelas que he leído de Ignacio
Martínez Pisón: Dientes
de leche y El día de
mañana (considerada por muchos su mejor novela). Las dos
me encantaron, de ahí que tuviera mucho interés en leer su nueva
novela, que no me ha defraudado.
No
es una novela para aquellos que estén acostumbrados a capítulos muy
cortos, pues en la práctica está dividido en seis capítulos. Pero
por contra, en La buena reputación encontraréis una novela con un
increíble desarrollo de los
personajes,
algo como sabéis muy difícil de encontrar. No solo es que los
personajes estén muy bien dibujados, sino que van cambiando a lo
largo de su vida en función de los acontecimientos que les toca
vivir. Poco tiene que ver el Samuel que conocemos al principio de la
novela (y eso que es ya un personaje maduro) con el que veremos más
adelante, porque la vida que vivimos nos va cambiando, en muchos
casos hasta transformarnos en algo diferente.
Pero
no es sólo Samuel el que está perfectamente dibujado. Lo están
todos y cada uno de los personajes de la familia, incluso aquellos
como las hermanas de Samuel que tienen un pequeño papel. Algo que es
extensible a todos los personajes que van apareciendo a lo largo de
la misma.
Por
eso, no debes perderte La
buena reputación si te
gustan las novelas de “personajes”. Es difícil
encontrar hoy día una novela tan bien escrita como la presente, que
sin recurrir a las técnicas de los besstsellers, es capaz de atrapar
al lector entre sus páginas por la hondura de sus personajes y la
historia que nos cuenta.
Gracias
a Seix Barral por
facilitarme un ejemplar para su lectura y reseña.