La
analfabeta que sabía leer, el monárquico que quiso una República,
los gemelos que no existían y la bomba atómica que nunca se
contabilizó.
FICHA TECNICA
Título:
La analfabeta que era un genio con los números
Autor:
Jonas Jonasson
Editorial:
Salamandra, 2014
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas:
413
JONAS
JONASSON
Tras
una larga carrera como periodista, consultor de medios y productor de
televisión, Jonasson decidió empezar una nueva vida y redactar la
novela que llevaba años queriendo inscribir. Se instaló entonces en
Ponte Tresa, un pueblecito junto al lago de Lugano, en Suiza, donde
escribió El abuelo que saltó por la ventana y se largó, que
ganó el Premio delos Libreros en Suecia, se tradujo a treinta y
cinco idiomas y ha vendido seis millones de ejemplares.
En
la actualidad, Jonasson vive en Suecia, en una pequeña isla en el
mar Báltico.
ARGUMENTO
La
historia comienza en los años setenta en Soweto, el famoso gueto de
Johannesburgo, con el apartheid en todo su apogeo. La protagonista
se llama Nombeko, una niña que trabaja en las letrinas y a la que su
afán de conocimiento la lleva a aprender a leer
«Nombeko transportaba mierda, nada de leña o agua. Sin embargo, no había motivos para pensar que aquella delicada jovencita algún día crecería y frecuentaría a reyes y presidentes. O aterrorizaría a algunas naciones. O influiría de forma determinante en la política internacional.
Nada de eso hubiera ocurrido si ella no hubiera sido como era.
Pero lo era.» (Página 14)
Comienza
así una vida repleta de increíbles aventuras que la llevarán muy
lejos del lugar que nació.
LA
ANALFABETA QUE ERA UN GENIO CON LOS NÚMEROS
La
analfabeta que era un genio con los números es la
improbabilidad hecha literatura,
donde lo improbable es el pan nuestro de cada día y lo real parece
más falso que la ficción.
La
analfabeta que era un genio con los números sigue el
mismo esquema narrativo que empleó Jonas
Jonasson en El abuelo que
saltó por la ventana y se largó, en el que se mezcla la
realidad histórica con la vida del protagonista. Una protagonista
casi tan peculiar en esta novela como aquel abuelo dinamitero que un
día decidió largarse de la residencia en que lo tenían “encerrado”
y que servía de pretexto para contarnos desde un punto de vista muy
peculiar toda la historia del siglo XX.
En
este caso el abuelo es sustituido por una niña negra dotada de una
inteligencia nada común, cuyo ingenio la hace salir adelante en una
vida condenada a la miseria, en la que no solo como reza el título
es un genio con los números, sino con todo aquello que se ponga a su
alcance, gracias también en parte por su afición a la lectura que
la lleva a leer todo lo que encuentra por delante.
Conoceremos
de su mano la evolución del apartheid en Sudáfrica, así como parte
de la historia reciente de Suecia.
En
la primera parte del libro, los dardos del autor van dirigidos sin
duda contra Sudáfrica y su apartheid:
«La policía local escuchó con sumo interés los argumentos de los estudiantes y luego se pronunció a favor del gobierno a la manera de las fuerzas del orden sudafricanas: abriendo fuego.» (Página 52)
«En el ámbito de la política exterior, las cosas eran más complicadas. El mundo malinterpretaba constantemente las ambiciones del país. Por ejemplo, había quejas furibundas porque Sudáfrica actuaba a partir de la sencilla premisa de que quien es blanco nunca lo será.» (Página
56)
Una
cultura que daba por sentado que todos los negros eran analfabetos.
Por no tener, no tenían ni nombre, pues a pesar de los años que
estuvo con él, el ingeniero sudafricano no consigue nunca recordar
el nombre de Nombeko, que para el es
Comoquiera que se Llamara:
«Pero entonces descubrió que Comoquiera que se Llamara de hecho leía los libros que se llevaba, lo cual resultaba aún mas intrigante, pues la lectura no era precisamente un rasgo distintivo de los analfabetos de la nación.» (Página 58)
En
una segunda parte, la protagonista se traslada a Suecia y en un
primer momento, las comparaciones con Sudáfrica son constantes.
«Si no existes sólo porque no existen papeles que lo atestigüen, no puedes imaginar cuántos sudafricanos tampoco existen.» (Página 173)
Pero
una vez que la novela avanza y con ello el enfoque internacional de
la protagonista, los dardos del autor se dirigen no sólo a la
política sueca sino a la internacional:
«Las vicisitudes que rodearon las elecciones presidenciales del país más desarrollado del mundo también fueron dignas de un folletín, a tal punto que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos tardó varias semanas en establecer por cinco votos a favor y cuatro en contra, que el candidato más votado había perdido, Así, George W. Bush se convirtió en presidente del país, mientras que Al Gore quedó reducido a un mero agitador ambiental al que ni siquiera los anarquistas de Estocolmo prestaban demasiada atención. Por cierto, luego Bush invadió Iraq para acabar con todas las armas que Sadam Hussein no tenía.» (Pagina 292)
Y
hablando de la situación sueca, no deja de ser curioso en estos
momentos que se ha desatado en España el debate entre monarquía o
república, los pensamientos de uno de los protagonistas empeñado en
acabar con la monarquía sueca.
IMPRESIÓN
PERSONAL
No cabe duda de que
el momento lector de cada cual es fundamental a la hora de evaluar
una novela, y tengo la impresión de que el mío no es muy bueno,
porque después de una serie de novelas muy llamativas, he entrado
(son ya tres seguidas) en una fase en que la que lo que leo no
termina de convencerme.
Este ha sido el caso
de La analfabeta que era un genio con
los números. Un libro entretenido
y por momentos divertido. Pero no ha terminado de
convencerme.
Quizás todo se deba
a que un poco de improbabilidad es aceptable, pero tanta termina por
cansar. O que al final la novela termina ha terminado pareciéndome
una serie de gags, más o menos acertados pero inconexos.
O simplemente que la
propia acumulación de improbabilidades hace que no termine de
empatizar con los protagonistas, que en el fondo me de un poco igual
lo que pase con ellos. Terminan pareciendo personajes de dibujos
animados, que aunque se tiren de un helicóptero a tierra sin
paracaídas llegarán a tierra sin un rasguño. ¿Será esa escena un
“homenaje” al disparate literario que aparece en Ángeles
y demonios de Dan Brown?
La diferencia es que en una novela pretendidamente seria como la de
Dan Brown no cuela, y aquí
la aceptas como el resto de la historia.
Me he reído, me he
entretenido, pero me he quedado con la impresión (sumamente
personal) de que la historia hubiera podido ir por otros derroteros
más interesantes, con unos personajes más de carne y hueso.
La
analfabeta que era un genio con los números lleva semanas
entre los libros más vendidos de este país, por lo que
probablemente estos comentarios no muy positivos, sean solo el
resultado de un bache personal.
Lectura facilitada
por la Biblioteca Municipal de
Móstoles
VALORACIÓN:
7/10
No he leído el abuelo y esta novela también me genera mis dudas. si acaso me estrenaré con el autor con el primer título.
ResponderEliminarA mi me da la impresión que Jonasson ha hecho más de lo mismo, por eso no me apetece leerla, me resultaría repetitiva después de leer El abuelo... Quizá, como dices, para otro momento.
ResponderEliminarBesos
Si, quiza hay mucha "fantasia" entre sus paginas. Yo no he leido la novel anterior, aunque tenia pensado hacerlo. Esta queda en la recamara para un futuro, a la espera de comprobar si ha sido un bache personal tuyo o simplemente es que no acaba de llegar. Besos
ResponderEliminarNo he leido nada del autor, pero El abuelo... está pendiente desde hace tiempo. Este titulo llamó mi atención y aunque seguro que lo acabo leyendo, prefiero estrenarme con el primero.
ResponderEliminarBesos
Por lo que dices, me llama más la atención la del abuelo, así que me estrenaré con el autor con esa.
ResponderEliminarUn beso!
Lo tengo en el kindle para leerlo en cuanto los pendientes me dejen. saludos
ResponderEliminarEl anterior lo dejé a la mitad, así que como que no sigo leyendo más de este autor.
ResponderEliminarNo he leído todavía el anterior, aunque quizás e llama más este, besotes
ResponderEliminarNo he leído el anterior aún. Y éste no me llama mucho...
ResponderEliminarBesotes!!!
Leí El abuelo...y me lo pasé bastante bien, este lo tengo apuntado. Besos
ResponderEliminarEl abuelo me encantó y La analfabeta está esperando a que le haga un hueco, espero que no me defraude.
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