viernes, 6 de junio de 2014

PRESENTACIÓN EN MÓSTOLES DE "LA SONATA DEL SILENCIO" DE PALOMA SÁNCHEZ-GARNICA

Presentación en Móstoles de "La sonata del silencio" de Paloma Sánchez-Garnica


Casi en el último momento (tres horas antes del evento), gracias al aviso de Isabel Santos de Editorial Planeta, me enteré de la presentación de La sonata del silencio de Paloma Sánchez-Garnica en el Conservatorio Municipal Rodolfo Halffer de Móstoles. Hubiera tenido gracia que para una vez que tengo una presentación en “casa”, me la hubiera perdido.

La presentación corrió a cargo de D. Daniel Ortiz Espejo, Excelentísimo Alcalde de Móstoles, que expresó el agradecimiento de nuestra ciudad (vivo en Móstoles) a Paloma Sánchez-Garnica por haber dado a conocer Móstoles al mundo entero gracias a su novela anterior Las tres heridas, cuya acción arrancaba en la emblemática fuente de los peces de nuestra localidad. Ahora junto a ella hay una placa de agradecimiento a la autora.
No sólo dio a conocer nuestra localidad por algo diferente al levantamiento del 2 de mayo frente al invasor francés, sino que en La sonata del silencio, la novela que venía a presentarnos, se hace mención a la localidad en algunos momentos del texto.


La presentación de la novela a cargo de la autora, comenzó de un modo muy peculiar, recordando la letra de Un ramito de violetas, la conocida canción que en el año 1975 popularizó Cecilia:

Era feliz en su matrimonio
Aunque su marido era el mismo demonio
Tenía el hombre un poco de mal genio
Y ella se quejaba de que nunca fue tierno.

(...)
Y cada tarde al volver su esposo
Cansado del trabajo la mira de reojo
No dice nada porque lo sabe todo
Sabe que es feliz, así de cualquier modo.


Una canción que reflejaba la situación de la mujer en el matrimonio en el año ¡1975! Tan solo han pasado cuarenta años, apenas un suspiro, que hacen aparecer la letra de esta canción como algo trasnochado, imposible hoy día, con una mujer que se conforma con cualquier cosa con unas relaciones de pareja en la que los sentimientos son contenidos, no se manifiestas (aún menos por parte del hombre)
¿Exagerado? Pues afortunadamente estaba comenzando a cambiar una legislación, vigente desde después de la guerra civil, que hizo retroceder los derechos y la mentalidad de la mujer por lo menos unos cincuenta años, hasta comienzos del siglo XX.
Así, hasta el año 1961, si una mujer se casaba podía ser causa justificada de despido. También hasta el año 1961 no se aprobó una ley que prohibía la discriminación laboral y salarial por el hecho de ser mujer (aunque la ley dice una cosa y las empresas siguen haciendo otras, que apenas hace unos días una sucursal de El Corte Inglés ha perdido un juicio por discriminar a las mujeres en el sueldo)
Las mujeres no podían acceder a determinados puestos como el de juez.
Pero el tema iba aún más allá: no podía trabajar sin el permiso de su marido o padre (en función de su edad), no podía abrir una cuenta, no podía aceptar una herencia... Para todo dependía de su padre o marido.


De todo esto nos hablaba la autora, así como de la situación del Madrid de 1946 en el que se ambienta la novela. Un Madrid en el que la norma general era la escasez, el racionamiento y el estraperlo.
Un tiempo en el que la Iglesia marcaba el ritmo de vida de los españoles: Así en Semana Santa, ni cines, ni música, ni juegos de niños. No podía haber la más mínima manifestación de alegría, pues el Señor estaba muerto.

Una iglesia y un estado que marcaban las directrices para las mujeres, que debían estar dedicadas a la educación, el cuidado y el servicio (las únicas profesiones en las que de un modo natural se las consentía el trabajo). Unas mujeres cuyo fin era el de dar a luz y criar a los hijos para una nueva España grande y libre.


La sonata del silencio es la historia de una mujer que renunció a su sueño de ser una gran concertista de piano tras casarse, pero que en un momento dado, con tal de sacar a su familia adelante, retoma parte de los sueños del pasado y comienza a trabajar, desatando los recelos y las maledicencias de sus vecinos.

Para Paloma Sánchez-Garnica, la esencia de la novela es el ser humano en busca de su felicidad, de ser amados. Pero es abatido por frustraciones, envidias, maledicencias.

La base de la novela es la consecuencia de la amistad de dos hombres, que condiciona a sus familias. La salvación de uno es la condena del otro. Lo que uno tiene es lo que el otro desea.
La historia de una amistad basada en la lealtad en la que al mismo tiempo, manteniendo esa lealtad, los dos son traidores al mismo tiempo.


Es La sonata del silencio una novela que, escuchando a la autora, daban ganas de comenzar a leer inmediatamente, salvo en mi caso, en que asistía por primera vez a la presentación de una novela habiéndola leído previamente.


La presentación no podía acabar de otra manera que con un pequeño recital, que para algo estábamos en el Conservatorio Municipal de Móstoles a cargo de alumnos del mismo.
Pues La sonata del silencio es una novela en la que la música tiene una gran importancia, llena de momentos musicales que interpretan sus protagonistas. Música de la que Paloma Sánchez-Garnica reconoce que no es una entendida, pero que tiene la virtud de emocionarla. Música que tiene gran efecto tanto sobre los que la componen como sobre los que la interpretan, justo lo que ocurre con algunos de los protagonistas de esta novela, que no podrían vivir sin la música.

En el recital, tras leer un fragmento de la novela en la que se hacía referencia a un tema musical, podíamos escucharlo interpretado por los alumnos.

Los temas interpretados fueron:
-Nocturno en mi bemol mayor Opus 9 nº 2 (Andante) de Chopin
-Preludio de la Suite 1 para violonchelo de Bach
-Claro de luna de Beethoven
-Meditación de Thaïs de Massenet

Os dejo el enlace al primer tema y el fragmento al que hacía referencia:


Apoyó las manos en el alféizar y respiró el aire viciado del patio como si fueran miasmas procedentes de las entrañas del infierno; luego alzó los ojos al cielo. La luna llena estaba a punto de culminar su fase y el cielo oscuro reflejaba su blanquecina luminosidad sin ocultar del todo las estrellas. Por un momento pensó que estaba en la cima del mundo prisionera de un mal fario que la impedía sonreír, pero su príncipe azul se acercaba por el horizonte a lomos de la suave melodía de violín y la salvaba de aquella inmunda prisión.
De pronto, como si de un milagro se tratara, la música de Chopin con su Nocturno en mi bemol mayor Opus 9 nº 2 Andante, ascendió como una bendición para acompañar su soledad.



Móstoles 28 de Mayo de 2014


Si quieres leer la reseña de La sonata del silencio pincha AQUÍ






7 comentarios:

  1. La tengo apuntada por tu reseña, así como Las tres heridas, lo que no se por cual me decantaré primero, besotes

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  2. La tengo ya en la estantería, necesito hacerle un hueco ya! Están saliendo muchos libros que parecen muy buenos y no me da tiempo a todos jeje.

    Un beso

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  3. Gracias por compartir con nosotros tan bonita presentación!
    Besos

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  4. Si que hubiese estado bien que estando tan cerca no te hubieses enterado. Tuvo que ser un encuentro magnifico. Ayer tuvimos la suerte de estar charlando con la autora en la Feria del libro y me dejó con unas ganas tremendas de empezar con esta Sonata del silencio. Besos.

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  5. Vaya ganas tengo de hacerme con este libro, tienen muy buena pinta y estoy viendolo por los blogs....saludos

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