Primer Episodio Nacional de Almudena Grandes
Título:
Inés y la alegría
Autor:
Almudena Grandes
Editorial:
Tusquets editores
Encuadernación: Tapa blanda.
Páginas: 729
PVP: 24 €
Encuadernación: Tapa blanda.
Páginas: 729
PVP: 24 €
ARGUMENTO
El
tirano tiene los días contados, la operación Reconquista de España
ya está en marcha. Después de liberar el sur de Francia del terror
nazi, el victorioso ejército de la Unión Nacional Española se
apresta para cruzar la frontera y restaurar la República y las
libertades. (Página 101)
Este
es el comunicado de Radio Pirenáica que daba cuenta del inicio de la
acción.
Volvamos
unos años atrás a Madrid, poco antes del comienzo de la guerra
civil. Un Madrid muy distinto al de ahora, en el que todo el mundo
participaba y se implicaba en la vida política.
En aquella época, en Madrid todo el mundo militaba, los patronos y los obreros, los señores y los muertos de hambre, las señoras y sus doncellas, todos pertenecían a este partido o al contrario, todos contribuían a sus causas (…) Todas menos yo que ni siquiera salía de casa los días que mamá no se encontraba con ánimos para pasear. (Página 60)
En aquella época, en Madrid todo el mundo militaba, los patronos y los obreros, los señores y los muertos de hambre, las señoras y sus doncellas, todos pertenecían a este partido o al contrario, todos contribuían a sus causas (…) Todas menos yo que ni siquiera salía de casa los días que mamá no se encontraba con ánimos para pasear. (Página 60)
Inés
es hija de una familia rica y burguesa, pero la falta de libertad que
vive en su casa, la llevan al quedarse aislada de padres y hermanos
en Madrid, a decantarse y trabajar para aquellos que proclaman
libertad para todos
Acabada la guerra, sólo pertenecer a una rica familia muy comprometido con el régimen posterior, la libra de sufrir las más funestas condiciones, aunque a cambio de ella pierde su preciada libertad. Sólo le queda un refugio: la cocina.
Desde que desperté bruscamente del sueño donde había sucedido lo mejor de mi vida, la cocina era el único lugar donde aún sentía que tenía una piel, donde la piel aún me daba alegrías.
Acabada la guerra, sólo pertenecer a una rica familia muy comprometido con el régimen posterior, la libra de sufrir las más funestas condiciones, aunque a cambio de ella pierde su preciada libertad. Sólo le queda un refugio: la cocina.
Desde que desperté bruscamente del sueño donde había sucedido lo mejor de mi vida, la cocina era el único lugar donde aún sentía que tenía una piel, donde la piel aún me daba alegrías.
Por
eso cuando escucha el anuncio de la invasión, no duda en huir para
unirse a ellos. Unos invasores que llevaban años de lucha, primero
en España, luego en Francia contra los nazis, pero siempre con la
vista puesta en España, en volver:
Habíamos luchado en Francia, pero no por Francia. En Francia, pero no para Francia. En Francia o donde fuera, pero sólo para volver, para volver a casa. (Página 333)
Habíamos luchado en Francia, pero no por Francia. En Francia, pero no para Francia. En Francia o donde fuera, pero sólo para volver, para volver a casa. (Página 333)
El
problema es que la invasión está destinada al fracaso (nada desvelo
al decirlo, que la historia es la que es), porque en España todo ha
cambiado:
Los españoles que nosotros conocimos ya no existen. Están todos muertos, o en la cárcel, o tienen tanto miedo que no saben ni cómo se llaman. (Página 446)
Los españoles que nosotros conocimos ya no existen. Están todos muertos, o en la cárcel, o tienen tanto miedo que no saben ni cómo se llaman. (Página 446)
Y
tras la derrota de nuevo el exilio en Francia, y vuelta a empezar con
la lucha.
INÉS
Y LA ALEGRÍA
¡Ay
de los vencidos! Porque los vencedores escribirán
y reescribirán la historia.
Una vez leído Inés y la alegría, tendría que decir que no sólo la escribirán o reescribirán, sino que en algunos casos ni siquiera la escribirán, como es el caso presente del hecho real narrado en esta novela por Almudena Grandes: la invasión por antiguas tropas republicanas de territorio español en Arán durante la segunda guerra mundial.
Una vez leído Inés y la alegría, tendría que decir que no sólo la escribirán o reescribirán, sino que en algunos casos ni siquiera la escribirán, como es el caso presente del hecho real narrado en esta novela por Almudena Grandes: la invasión por antiguas tropas republicanas de territorio español en Arán durante la segunda guerra mundial.
Comienza Almudena Grandes con esta novela un proyecto de nuevos Episodios Nacionales, a semejanza de los que en su día escribió Benito Pérez Galdós, al que por cierto se cita (al igual que a sus Episodios Nacionales) en esta novela (en Las tres bodas de Manolita también lo hace).
Un proyecto constituido por seis libros, cuyos títulos se nos presentan ya en la primera entrega, que nos mostrarán episodios desconocidos de nuestra reciente historia.
- Inés
y la alegría: Nos narra la olvidada incursión durante la
Segunda Guerra Mundial de un grupo de antiguas tropas republicanas al
valle de Arán. (Pirineo de Lérida, 19-27 de octubre de 1944)
- El
lector de Julio Verne: Conoceremos la situación de la guerrilla
en las sierras de Jaén a través de los ojos de un niño que vive
con su familia en el cuartel de la Guardia Civil. (Jaén, Sierra Sur,
1947-1949)
-
Las tres bodas de Manolita (Madrid 1940-1950)
- Los pacientes del
doctor García (Madrid-Buenos Aires, 1945-1954
-
La madre de Frankestein (Manicomio de Ciempozuelos, Madrid,
1955-1956)
- Mariano en el Bidasoa (Castuera-Eibar, 1939-1964)
La alusión a Benito
Pérez Galdós nos da una idea de lo ambicioso del
proyecto, aunque a diferencia de dichos episodios, no habrá una
continuidad argumental entre ellos, lo cual no significa que alguno
de los personajes no aparezca en más de una. No es difícil, porque
son tantas las historias y los personajes que aparecen, que muchos de
ellos dan para mucho más.
Otra diferencia está en su extensión, pues Almudena Grandes no ha sido precisamente comedida en la extensión.
Nos
cuenta la autora que cada libro lo ha desarrollado a partir de una
imagen inicial en torno a la cual ha crecido la historia. En el caso
de Inés y la alegría, esa
imagen es la de una mujer montada a caballo con una sombrerera
cargada con cinco kilos de rosquillas.
A
diferencia de otras novelas de Almudena Grandes, Inés y la alegría
es mucho más sencilla de leer, porque no hay esos
saltos adelante y atrás en el tiempo sin separaciones visibles que
tan complicada hacen la lectura hasta que te centras en la
historia.
Tampoco nos encontramos con un aluvión de personajes imposibles de asimilar todos a la vez. Sólo tres: Carmen de Pedro, Jesús Monzón y La Pasionaria.
Tampoco nos encontramos con un aluvión de personajes imposibles de asimilar todos a la vez. Sólo tres: Carmen de Pedro, Jesús Monzón y La Pasionaria.
La
novela comienza con lo que no deja de ser una larga introducción de
cincuenta páginas en la que se nos cuenta parte de la historia de La
Pasionaria, que lejos de esa imagen de mujer enlutada,
cara que de puro seria parece cabreada, mientras cierra el puño con
fuerza y lo levanta mientras se dirige a un pública entusiasta y
entregado. Pura imagen y fachada diseñada por el partido para vender
una imagen de La Pasionaria como nueva madre del pueblo (el pueblo
necesita una madre, por lo que se sustituye la Virgen María como
madre del Hijo de Dios y madre nuestra, por la de La Pasionaria).
Pasada
esa introducción, que poco tiene que ver con la emotividad del resto
de la novela, Almudena entra directamente en Materia con Inés,
una mujer que en muy pocas líneas me cautivó. Porque ya desde antes
de que la guerra por fuerza la convierta en una mujer, hay algo en su
espíritu que no cambiará a lo largo de los años y determinará su
futuro: sus ansias de libertad.
Un deseo que la hace ir detrás de aquellos que la proclaman y dicen
defenderla.
Me quedo sorprendido por la rapidez con la que en muy breves páginas se nos cuenta sus vivencias durante la guerra civil y los primeros años de postguerra. Tanta brevedad y concisión conlleva una altísima emotividad.
Podría escribirse una novela entera con la vida de Inés justo antes, durante la guerra y al acabar esta. Pero por muy bien escrita que estuviese, no dejaría de ser más de lo mismo, poco podría aportar frente a otras novelas como La voz dormida de Dulce Chacón
Mucho mejor de esta manera, mucho más original.
Me quedo sorprendido por la rapidez con la que en muy breves páginas se nos cuenta sus vivencias durante la guerra civil y los primeros años de postguerra. Tanta brevedad y concisión conlleva una altísima emotividad.
Podría escribirse una novela entera con la vida de Inés justo antes, durante la guerra y al acabar esta. Pero por muy bien escrita que estuviese, no dejaría de ser más de lo mismo, poco podría aportar frente a otras novelas como La voz dormida de Dulce Chacón
Mucho mejor de esta manera, mucho más original.
El
protagonista masculino es Galán,
que no es nombre ni apellido sino mote. Habrán de pasar muchas
páginas hasta que Inés y el lector sepan su nombre completo y
verdadero.
Dos cosas me han gustado. La primera es que a diferencia de otras novelas suyas, Almudena Grandes separa por capítulos cada vez que cambia de narrador, sin hacerte líos cada vez que este cambia.
Muy bien me ha parecido el mostrarnos la guerra desde dos puntos de vista distintos, porque aunque Inés y Galán compartan el mismo ardor revolucionario, la mirada y los sentimientos de una mujer frente al horror la muerte y el dolor que la guerra provocan, son distintos y complementarios.
Dos visiones que además se van entremezclando, contando el mismo hecho desde dos ángulos distintos, completando uno los datos y detalles que faltan en el otro.
Distintas a la fuerza tienen que ser las visiones, como distinto es el estrecho lazo de amistad que se establece entre las mujeres, unidas por la angustia de poder perder a sus seres amados, y la camaradería que se establece entre hombres que saben que lo que pueden perder en cualquier momento es la vida.
Dos cosas me han gustado. La primera es que a diferencia de otras novelas suyas, Almudena Grandes separa por capítulos cada vez que cambia de narrador, sin hacerte líos cada vez que este cambia.
Muy bien me ha parecido el mostrarnos la guerra desde dos puntos de vista distintos, porque aunque Inés y Galán compartan el mismo ardor revolucionario, la mirada y los sentimientos de una mujer frente al horror la muerte y el dolor que la guerra provocan, son distintos y complementarios.
Dos visiones que además se van entremezclando, contando el mismo hecho desde dos ángulos distintos, completando uno los datos y detalles que faltan en el otro.
Distintas a la fuerza tienen que ser las visiones, como distinto es el estrecho lazo de amistad que se establece entre las mujeres, unidas por la angustia de poder perder a sus seres amados, y la camaradería que se establece entre hombres que saben que lo que pueden perder en cualquier momento es la vida.
El
relato va ganando en intensidad y emotividad según van pasando las
páginas. Imposible ya desengancharse de la lectura.
Cuando
la narración llega a su punto emotivo máximo, una interrupción en
la lectura para retomar la vida de La Pasionaria.Es como si en mitad
de una película te ponen el "making off", un documental
del cómo se hizo, que por muy interesante que sea, te destroza el
clímax que habías alcanzado.
El caso es que este paréntesis es muy interesante. Pero si te lo saltas y lo lees cuando termines el libro, probablemente saldrás ganando, por lo menos en cuanto a ritmo emotivo y narrativo.
El caso es que este paréntesis es muy interesante. Pero si te lo saltas y lo lees cuando termines el libro, probablemente saldrás ganando, por lo menos en cuanto a ritmo emotivo y narrativo.
Una
aclaración que creo conveniente: Es
muy peligroso leer este libro en ayunas, hasta el punto de
que en lugar de llamarse el libro Inés
y la alegría, bien podría llamarse Inés
y la cocina.
No es difícil llegar a la conclusión de que alegría y cocina son sinónimos.
No es difícil llegar a la conclusión de que alegría y cocina son sinónimos.
También podría haberse llamado el libro como el restaurante:La cocina de Inés. Lo cierto es que ya muy avanzado el libro, veo hasta que punto el título resalta una de las características de Inés y del libro: la alegría. Nada hay más triste que la derrota en la lucha por ideales. Pero lejos de abandonarse en la tristeza de la derrota, Inés lucha por conservar la alegría de las cosas buenas que da la vida, el disfrutar de cada momento como si fuese el último, algo que la clandestinidad convierte en una probabilidad demasiado alta.
Y haciendo bueno el dicho de que las penas con pan son menos penas, o mejor aún si son las rosquillas de Inés, ésta se lanza a una desenfrenada carrera de elaboración de platos, que ni la guerra, ni las penas, ni siquiera las alegrías pueden afrontarse con el estómago vacío.
IMPRESIÓN
PERSONAL
Teniendo
en cuenta que son seis novelas en un plazo corto de tiempo, me
esperaba una novela corta, por lo menos para lo que acostumbra
Almudena Grandes, de ahí
mi sorpresa de encontrarme en lugar de con una novela de trescientas
páginas, con otra de más de setecientas, que aunque no tan densa la
letra ni los textos como en El corazón
helado, no dejan de ser setecientas páginas.
Aprovecho
para decir que hay dos ediciones
distintas de la novela. La primera es una edición en tapa
blanda. La segunda cuesta cuatro euros más, es de tapa dura y viene
guardada en una funda de cartón.
El número de páginas y el tamaño de la letra es exactamente igual en las dos ediciones, por lo que pagar cuatro euros más por el cartón a mí me parece excesivo. De hecho compré la edición de menor precio (que no barata, pues son 24 euros).
El número de páginas y el tamaño de la letra es exactamente igual en las dos ediciones, por lo que pagar cuatro euros más por el cartón a mí me parece excesivo. De hecho compré la edición de menor precio (que no barata, pues son 24 euros).
En ambos casos en la FNAC venía acompañado por un pequeño recetario con las recetas de Inés.
A
la hora de daros mi impresión final, vaya por delante que este
es un libro que recomiendo de todo corazón. De todo
corazón pero con algunas puntualizaciones. De hecho pese a
recomendarlo encarecidamente, mi puntuación no es de cinco estrellas
sino de cuatro.
Almudena
Grandes explica en una entrevista el por qué de la
estructura narrativa que ha escogido y en parte no me queda más
remedio que darle la razón. En esos capítulos insertos en el libro
que yo he llamado paréntesis (de hecho entre paréntesis viene su
nombre de antes, durante o después), son interesantísimos porque
nos muestran un lado desconocido de la Historia, en especial de la
Historia del comunismo español.
Los personajes de la novela actúan en muchos momentos a ciegas, cumpliendo órdenes que ni entienden ni saben su finalidad. Sin estos capítulos, probablemente como lectores estaríamos igual que ellos sin entender el por qué de sus acciones, sus problemas, sus temores.
Los personajes de la novela actúan en muchos momentos a ciegas, cumpliendo órdenes que ni entienden ni saben su finalidad. Sin estos capítulos, probablemente como lectores estaríamos igual que ellos sin entender el por qué de sus acciones, sus problemas, sus temores.
El problema es cómo compaginar esa información necesaria e interesante con el hilo narrativo de la novela. Este es a mi gusto (más correcto sería decir a mi disgusto) el fallo de Inés y la alegría, el que me impide darle las cinco estrellas, pues con lo difícil que es conseguir en una novela enganchar al lector, disparar sus sentimientos, hacer que se meta dentro de la piel de los personajes, que sea uno con la novela, cortar con ese ritmo por culpa de esos paréntesis es es equiparable a la frustración de un coitus interruptus.
Aparte
de esta nota negativa hay otros aspectos de la novela que la hacen
muy interesante, como su contenido
histórico. No se trata sólo del hecho de haber rescatado
un hecho de nuestra historia que pudo haber cambiado la realidad
histórica que conocemos de nuestro país.
Se trata también de conocer una parte de la realidad de los exiliados españoles en Francia. Y digo una parte, porque en realidad es la historia de los exiliados comunistas, tanto en Francia como en España reconstruyendo desde la clandestinidad el partido comunista en nuestro país.
Si bien es cierto que la autora no oculta una gran simpatía hacia ellos, también muestra los errores que han llevado a un partido político constituido por grandes luchadores y amantes de la libertad, a ir perdiendo poco a poco su poder e influencia en España.
Se trata también de conocer una parte de la realidad de los exiliados españoles en Francia. Y digo una parte, porque en realidad es la historia de los exiliados comunistas, tanto en Francia como en España reconstruyendo desde la clandestinidad el partido comunista en nuestro país.
Si bien es cierto que la autora no oculta una gran simpatía hacia ellos, también muestra los errores que han llevado a un partido político constituido por grandes luchadores y amantes de la libertad, a ir perdiendo poco a poco su poder e influencia en España.
En
cuanto al estilo
narrativo, este es uno de los libros más sencillos para
el lector de Almudena Grandes,
en los que a pesar de sus muy numerosos personajes, no te sientes
perdido. Contribuye también a esta mejor comprensión la clara
división en capítulos según quién sea el narrador.
Por otra parte, sólo en la segunda parte, en la historia del exilio, vuelve a utilizar la autora esos saltos en el tiempo que tanto te lían en alguno de sus otros libros.
Por otra parte, sólo en la segunda parte, en la historia del exilio, vuelve a utilizar la autora esos saltos en el tiempo que tanto te lían en alguno de sus otros libros.
Ha
conseguido también un libro cargado
de emotividad y que en todo momento despierta no
sólo tus sentimientos, sino también tus sentidos, tanto por sus
recetas culinarias como por sus sensuales (que no sexuales)
descripciones. Así describe Inés a Galán, atendiendo a su
olor:
Madera y tabaco, clavo y jabón, limones verdes y un grano de pimienta recién molida.
Madera y tabaco, clavo y jabón, limones verdes y un grano de pimienta recién molida.
Y
hablando de placer para los sentidos, pocos placeres mayores que el
de la comida. Aunque para Inés el placer no sea tanto la comida como
el hecho de cocinar. La cocina se convierte para Inés en una vía de
escape, en un modo de ganarse la vida y en un modo de manifestar su
amor por la vida.
Cocinar, pensé, cocinar, decidí, cocinar es lo importante, tengo que cocinar muchos platos salados, y dulces, contundentes y ligeros, de cuchara y tenedor, vaciar la despensa y volver a llenarla para conjurar el peligro, para proteger a los hombres que tienen que volver a casa a comérselo todo, para salvar mi amor, por amor, cocinar todo el día. (Página 427)
Cocinar, pensé, cocinar, decidí, cocinar es lo importante, tengo que cocinar muchos platos salados, y dulces, contundentes y ligeros, de cuchara y tenedor, vaciar la despensa y volver a llenarla para conjurar el peligro, para proteger a los hombres que tienen que volver a casa a comérselo todo, para salvar mi amor, por amor, cocinar todo el día. (Página 427)
Finalmente,
pero no menos interesante, Inés y la
alegría es una historia de
amor. En realidad más de una historia de amor, algunas
incluso reales como la de Dolores Ibarruri.
Difícilmente encontrarás una gran novela sin una gran historia de amor. Inés y la alegría tiene esa gran historia.
Difícilmente encontrarás una gran novela sin una gran historia de amor. Inés y la alegría tiene esa gran historia.
Una novela que nos acercará a una historia desconocida. Un homenaje a gente que murió defendiendo aquello en lo que creía:
Ciento veintinueve, algunos más o muchos menos, los soldados de la UNE que no lograron salir vivos de Arán, murieron para que nadie lo sepa. La Historia con mayúsculas de los documentos y los manuales los ha barrido con la escoba de los cadáveres incómodos, hasta esconderlos debajo de la alfombra que marca el sendero que condujo a su patria hacia el futuro y allí siguen, cubiertos de polvo. (Página 484)
LA
COCINA DE INÉS
En
la FNAC, junto al libro, tanto en edición de tapa blanda como en la
de cartón, venía de regalo un librito titulado La
cocina de Inés, en el que Almudena
Grandes nos presenta su recetario particular, platos que
la autora prepara y cuya receta quiere compartir con sus lectores.
Son platos que aparecen en el libro. Por eso antes de la receta,
aparece la cita que hace referencia al mismo en el libro.
Son
un total de doce platos,
seis primeros, cuatro segundos y dos postres, entre los que se
incluyen sus célebres rosquillas:
-Croquetas
-Lentejas estofadas
-Cocido madrileño
-Sopas de ajo
-Pisto
-Migas
-Chipirones en su tinta
-Albóndigas de rape y langostinos de Sanlúcar
-Aleta de ternera rellena
-Paparajotes
-Rosquillas
-Croquetas
-Lentejas estofadas
-Cocido madrileño
-Sopas de ajo
-Pisto
-Migas
-Chipirones en su tinta
-Albóndigas de rape y langostinos de Sanlúcar
-Aleta de ternera rellena
-Paparajotes
-Rosquillas
Valiente siempre Almudena Grandes con sus historias.
ResponderEliminarMira que me gusta Almudena y aun no he leído ninguno de estos Episodios!
ResponderEliminarNO sabía que estos libros eran parte de una serie aunque supongo por lo que dices que no hay problema en empezar por cualquiera de ellos. Tengo pendiente en la estantería para empezar El Lector de Julio Verne. Anoto la "saga" completa. Almudena Grandes siempre es una garantía de éxito :)
ResponderEliminarBs.
No he leído nada de Almudena, y me esta pareciendo un delito, necesito más tiempo!!Besotes
ResponderEliminarNo me estrené con esta escritora. Este nuevo proyecto de Episodios nacionales parece muy interesante. Por lo que veo se pueden leer de forma independiente lo cual es de agradecer.
ResponderEliminarMe gustó esta novela pero estoy de acuerdo en la parte esa díficil de hilar y con la que la novela pierde mucho.
ResponderEliminarAún no he empezado con estos episodios pero está claro que no debo dejarlo mucho más.
ResponderEliminarBesos.
Dado que mi primera incursión en la obra de la autora dejó bastante que desear, me apetece leer algo totalmente distinto, pero que no sean estos episodios. Quizá me decanto por El corazón helado, de la que me han hablado muy bien.
ResponderEliminarUn abrazote.
Tengo muchas ganas de leer algo de la autora, con la que aún no me he estrenado. Esta serie de libros me interesa. 1beso!
ResponderEliminarEspero que pronto pueda hacerme con ellos, Almudena me ha enamorado!! Besos.
ResponderEliminarTengo muchas ganas de empezar esta serie. Espero hacerlo pronto.
ResponderEliminarVaya rapidez de lectura!! Cuando algo gusta se devora.
Un besote.
Con lo que me gusta la autora y aún no me he estrenado con estos libros... De este año no tiene que pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me encantó este libro pero, como tú dices, los paréntesis cortan el ritmo. Aún con todo, el personaje de Inés es de mis favoritos. Y como yo me llamo igual, siempre me ha encantado esa asociación de Inés a la alegría.
ResponderEliminarun beso
El tema de lo que llamas "paréntesis" es que Almudena nunca deja puntada sin hilo, deja poco margen para que el lector busque información, si ella puede darla y dejaro todo bien hilado, lo hará. Aunque tenga que meterlo así por medio. Yo todavía no sé si es algo que me gusta de ella o no me gusta, que no deje margen al lector, de tan masticado que lo da.
ResponderEliminarBuena reseña. Saludos.
Me encantó este libro, para mí es el mejor de Almudena junto a "El corazón helado". Aún no me he comprado el nuevo, pero caerá próximamente.
ResponderEliminarVi el domingo en página 2 la presentación que Almudena Grandes hacía de " Las tres bodas de Manolita", tiene muy buena pinta pero soy partidaria de leer las novelas en orden y considera que debo empezar por Inés y la Alegría, y tu reseña me ha convencido, en cuanto pueda me pongo con ella. Besinos.
ResponderEliminarYa tengo 'Las tres bodas de Manolita' en el "disparadero" de salida. La verdad que es una escritora tremenda y me encantan sus libros, su manera de escribir y el trato cercano que tiene con la gente. Estoy deseando disfrutar del nuevo episodio tanto como lo hice de 'Inés y la Alegría'. Un libro fantástico. Y sí, me gusta mucho que se puedan leer de forma totalmente independiente.
ResponderEliminar¡Muchos besos!
Me apunto los que me falta por conseguir.
ResponderEliminarMe encanta la autora, así que seguro que iré leyéndolos =)
Besotes
Proyecto ambicioso, como dices. No creo que lea ninguno, porque me daría un poco de 'pereza' leerlos todos, siempre con la guerra civil y sus consecuencias como telón de fondo. De momento, no me lo planteo pero no lo descarto al cien por cien.
ResponderEliminarBesos.
Empecé a leerla pero la dejé. Ahora estoy con Manolita. Besos
ResponderEliminarMe encantó este episodio, y tengo muchísimas ganas de hacerme con el último
ResponderEliminarPues acabo de leerlo y lo he disfrutado muchísimo. Seguro que también me animo con el resto. Espero poder conseguir el recetario, no lo conocía. Una idea fantástica, bueno, y tan de moda que está la cocina hoy en día. Besos.
ResponderEliminar