No todos los hombres son iguales cuando van a cumplir 30 AÑOS
FICHA TÉCNICA
USE LA HOZ
Y tendríamos así un hombre, Sylvain Saury, un profesional del periodismo, aunque por eso de la crisis tenga que malvivir con una vida sin mucho futuro, a punto de cumplir los treinta años, pero con una mentalidad casi de adolescente. A punto estuve de dejar el libro, porque por más que la vida real esté lleno de ese tipo de personas con treinta años que viven al día como la cigarra, cual modernos Peter Pan en un mundo precario en el que continúan adelante a base de sexo y alcohol los fines de semana, viviendo al día porque el futuro les es negado, anclados en una perpetua adolescencia, no me apetece nada ponerme en la piel de uno de esos protagonistas.
Por cierto, mucho más adecuado hubiera sido el título de la novela que encuentra: Abierto por amor.
Al margen de una pequeña incursión en París, el escenario en el que transcurre la novela, con frecuentes paseos por otra parte de Sylvain es Madrid. Un Madrid por el que disfruta paseando, algo que no tiene muy difícil pues se instala en casa de unos amigos en la calle Rodríguez San Pedro, que para los que no conozcáis Madrid está en el barrio de Argüelles.
Un Madrid que pese a haber nacido en Barcelona, el autor parece haberse pateado a conciencia y del que en las páginas de esta novela destila una curiosa relación amor-odio (más amor que odio):
«Madrid es el lugar al que llega gente cargada de sueños y del que luego se va saturada o no se va.» (Página 27)
Un relato que además supone un cambio total en el registro hasta el que hasta ese momento se desarrolla la historia. Un personaje distinto que cuenta su vida en primera persona, de un modo totalmente diferente a como hasta ahora venía hablando Sylvain. Una demostración de que no es cuestión de que no me gustase como escribe Lahoz, sino que simplemente no me atrae esa historia.
De todos modos es una visión muy personal, que deriva de mi nulo gusto por ese tipo de literatura. He sido de los pocos que ha abominado públicamente de La vida imaginaria de Mara Torres y el principio de El año que me enamoré de todas parecía ir en esa línea.
Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles
VALORACIÓN: 6/10
FICHA TÉCNICA
Autor: Use Lahoz
Título: El año en que me enamoré de todas
Editorial: Espasa
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 303
PVP: 19,90 €
Editorial: Booket (2014)
Encuadernación: Rústica sin solapas bolsillo
Páginas: 304
PVP: 8,95 €
Título: El año en que me enamoré de todas
Editorial: Espasa
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 303
PVP: 19,90 €
Editorial: Booket (2014)
Encuadernación: Rústica sin solapas bolsillo
Páginas: 304
PVP: 8,95 €
USE LA HOZ
Nunca había leído nada de Use Lahoz, pese a que no es
esta la primera novela que publica.
De él nos dice la solapa interior del libro:
«Use Lahoz (Barcelona, 1976) es autor de Los Baldrich, novela aplaudida por
crítica y público por la que fue nombrado Nuevo Talento FNAC 2009, y de
La estación perdida, distinguida con el Premio Ojo Crítico de Narrativa 2012.
Ha publicado los poemiarios Envío sin cargo y A todo pasado y es coautor de
Volverán a por mí, obra galardonada con el Premio La Galera Jóvenes Lectores
2011.
Colabora habitualmente en El Viajero, suplemento semanal del diario El País,
y en otros medios nacionales y latinoamericanos.»
ARGUMENTO
«Camine hasta Bastilla y cogí el metro para llegar
cuanto antes a casa y terminar la maleta. Así empezó
el mejor año de mi vida. Y por más que hayan pasado varios desde entonces, para
mí aquel aún no ha terminado.
Era febrero de 2005» (Página 15)
Era febrero de 2005» (Página 15)
Sylvain Saurin es un joven parisino de madre española
a punto de cumplir los treinta años. Como es bilingüe recibe una propuesta de
trabajo de un periódico de esos que se reparten gratuitamente para ir a trabajar
a Madrid.
Pese a que el trabajo está mal paga, decide aceptar la propuesta e irse a vivir a Madrid. Entre otras cosas porque allí está viviendo ahora Heike Krüger, su exnovia alemana. Una página de su vida que Sylvain se niega a pasar, un capítulo que no quiere dar por cerrado, por lo que su viaje a Madrid es un intento desesperado de reconquista.
Pese a que el trabajo está mal paga, decide aceptar la propuesta e irse a vivir a Madrid. Entre otras cosas porque allí está viviendo ahora Heike Krüger, su exnovia alemana. Una página de su vida que Sylvain se niega a pasar, un capítulo que no quiere dar por cerrado, por lo que su viaje a Madrid es un intento desesperado de reconquista.
Nada suele salir como nos lo proponemos y el hallazgo
en la escalera de su casa con un manuscrito que contiene una bella historia de
amor, va a cambiar su moda de plantearse la vida.
LA NOVELA
El año en que me enamoré de todas es Premio Primavera de Novela 2013,
un premio que desde 1997 en colaboración con Ámbito Cultural, concede la
Editorial Espasa.
Voy en primer lugar a referirme al título de esta novela, que considero un error porque lleva a
confusión al posible futuro lector, pues da a entender que el libro tiene una
temática diferente a la que realmente nos va a presentar. El título está tomado
de una frase que aparece al final del libro y que dice El año que amé a
todas las mujeres presentes en...
No es lo mismo. No se trata de las andanzas amorosas de un casi treintaañero, que parece que se pasa un año como las mariposas picando de flor en flor, de mujer en mujer. En realidad el protagonista está obsesionado con una única mujer que le dejó y que le ha marcado de tal modo, que está obsesionado con ella, incapaz por ello de ver más allá de su propia nariz.
No es lo mismo. No se trata de las andanzas amorosas de un casi treintaañero, que parece que se pasa un año como las mariposas picando de flor en flor, de mujer en mujer. En realidad el protagonista está obsesionado con una única mujer que le dejó y que le ha marcado de tal modo, que está obsesionado con ella, incapaz por ello de ver más allá de su propia nariz.
Tras unas páginas iniciales de esas en que pensé que
me iba a encontrar un libro cargado de frases bonitas, un poco en plan
autoayuda, pasé a quedar totalmente desconcertado, pues parecía que el autor
había reinventado el género chick-lit, un género claramente femenino, con
mujeres como protagonistas, para hacer lo mismo pero con hombres.
Y tendríamos así un hombre, Sylvain Saury, un profesional del periodismo, aunque por eso de la crisis tenga que malvivir con una vida sin mucho futuro, a punto de cumplir los treinta años, pero con una mentalidad casi de adolescente. A punto estuve de dejar el libro, porque por más que la vida real esté lleno de ese tipo de personas con treinta años que viven al día como la cigarra, cual modernos Peter Pan en un mundo precario en el que continúan adelante a base de sexo y alcohol los fines de semana, viviendo al día porque el futuro les es negado, anclados en una perpetua adolescencia, no me apetece nada ponerme en la piel de uno de esos protagonistas.
Afortunadamente la vida de y el discurrir del libro
cambian radicalmente cuando encuentra el manuscrito de un futuro libro que como
tal nos es poco a poco introducido en la novela. Esta si que es una historia
interesante, diferente, original: el amor de un niño enamorado de su profesora
que se fija como objetivo llegar a casarse con ella, un empeño en el que no
cejará con el paso de los años.
Esta historia sirve al autor para mostrarnos dos concepciones totalmente distintas de la vida, en dos personas de la misma edad pero en la que uno parece un crío y el otro casi un viejo.
Esta historia sirve al autor para mostrarnos dos concepciones totalmente distintas de la vida, en dos personas de la misma edad pero en la que uno parece un crío y el otro casi un viejo.
Por cierto, mucho más adecuado hubiera sido el título de la novela que encuentra: Abierto por amor.
Que personajes más dispares Metodio y Sylvain. Metodio
que hace honor a su nombre:
«Metodio es un nombre griego que significa el que sigue su camino siempre hacia adelante, con método, con perseverancia, con tenacidad, que no se doblega jamás. Y yo soy así. Yo nunca me rindo.» (Página 173)
«Metodio es un nombre griego que significa el que sigue su camino siempre hacia adelante, con método, con perseverancia, con tenacidad, que no se doblega jamás. Y yo soy así. Yo nunca me rindo.» (Página 173)
Metodio y Sylvain tienen la misma edad. Pero mientras
Sylvain tiene un trabajo precario, sin un euro de ahorros en el banco y un
presente sentimental que es una ruina, Metodio tiene un próspero negocio
propio, una buena casa y una familia en la que no falta una hija adoptada.
Al margen de una pequeña incursión en París, el escenario en el que transcurre la novela, con frecuentes paseos por otra parte de Sylvain es Madrid. Un Madrid por el que disfruta paseando, algo que no tiene muy difícil pues se instala en casa de unos amigos en la calle Rodríguez San Pedro, que para los que no conozcáis Madrid está en el barrio de Argüelles.
Un Madrid que pese a haber nacido en Barcelona, el autor parece haberse pateado a conciencia y del que en las páginas de esta novela destila una curiosa relación amor-odio (más amor que odio):
«Madrid es el lugar al que llega gente cargada de sueños y del que luego se va saturada o no se va.» (Página 27)
IMPRESIÓN PERSONAL
Cuando publicaron esta novela me entró enseguida por
los ojos. Una de esas novelas que la publicidad consigue venderte muy bien.
Tras leer las primeras reseñas, mi interés decayó un tanto, pues veía que no
terminaba de entusiasmar a los que la habían leído. Por eso cuando finalmente
cayó en mis manos, el listón ya había bajado mucho. Afortunadamente, porque si
no la decepción hubiera resultado tremenda.
Y aún con eso, tras la lectura de los primeros capítulos estuve a punto de abandonar su lectura. No me gusta el chick-lit. Y esta novela parecía chick-lit para hombres, por más que en la contraportada digan que es una comedia romántica. Romántica tal vez, pero yo no vi la comedia por ninguna parte.
Y aún con eso, tras la lectura de los primeros capítulos estuve a punto de abandonar su lectura. No me gusta el chick-lit. Y esta novela parecía chick-lit para hombres, por más que en la contraportada digan que es una comedia romántica. Romántica tal vez, pero yo no vi la comedia por ninguna parte.
Afortunadamente aguanté un poco más, porque entonces
apareció el manuscrito que lleva por nombre ”Abierto por amor” y la
novela comenzó a ganar muchos enteros. No es una cuestión de que estuviera mal
escrita, ni mucho menos, sino que la temática tal cual se desarrollaba hacía
que la historia no me interesase para nada, algo que cambia con la introducción
de dicho relato.
Un relato que además supone un cambio total en el registro hasta el que hasta ese momento se desarrolla la historia. Un personaje distinto que cuenta su vida en primera persona, de un modo totalmente diferente a como hasta ahora venía hablando Sylvain. Una demostración de que no es cuestión de que no me gustase como escribe Lahoz, sino que simplemente no me atrae esa historia.
Es de agradecer que una historia vaya de menos a más,
porque la sensación que tienes al acabar el libro es otra, hace que valores la
novela más alto. El principio no hubiera llegado al aprobado.
De todos modos es una visión muy personal, que deriva de mi nulo gusto por ese tipo de literatura. He sido de los pocos que ha abominado públicamente de La vida imaginaria de Mara Torres y el principio de El año que me enamoré de todas parecía ir en esa línea.
Mi puntuación final no es alta. No puede serlo, porque
se acerca mucho al tipo de libros que no me gustan, pero probablemente si no
partes con un listón alto y te gustan las novelas “románticas”, probablemente
disfrutes mucho con este libro, que justo es reconocerlo, en ningún momento se
hace pesado.
Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles
VALORACIÓN: 6/10
CITAS
Os dejo alguna de las perlas que podéis encontrar en
esta novela:
«El corazón está para usarlo. No lo dejes en
barbecho.» (Página 14)
«La paciencia es un invento de los adultos.
Socialmente está mejor vista que la bebida, la defienden los que ya no pueden
tener más que paciencia. No hagas caso, tú, sin
miedo; lo importante es que llegues a mi edad con vivencias de las que
arrepentirte.» (Página 14)
«El amor trae un defecto de fábrica: se quiere a quien
te llena un vacío.» (Página 14)
«Para que te abran las puertas en este mundo hay tres
palabras: por favor, gracias y perdón.» (Página 43)
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Coincido contigo en que es la historia de Metodio la que salvó el libro y creo que es este punto hay unanimidad. Por alguna razón, la historia de Sylvain no termina de cuajar. No se si porque es demasiado superficial, el personaje con quien es díficil conectar o el tono de la novela. Afortunadamente mis expectativas también bajaron al leer críticas no muy positivas. También creo que el título nos lleva por un camino erróneo y a mi me intrigó su origen hasta la última página.
ResponderEliminarPues en principio me dejas que no sé qué hacer con ella, jaja. Comparto la opinión de que el titúlo induce a pensar que encontraremos una historia superficial, del estilo chick-lit que cuentas, y eso no ayuda mucho a inclinarse por leerlo, y más cuando las reseñas no han sido demasiado positivas aun siendo Premio Primavera.
ResponderEliminarPor otro lado, y aunque terminas diciendo que la novela va de menos a más, en tu reseña queda una impresión general de que su lectura no pasa mucho de ser mediocre (o así me lo parece a mí), con lo cual, creo que lo voy a dejar pasar.
Besos!
En la revista Qué Leer de este mes le hacen una crítica breve, pero espantosa, la verdad. Entre que no me acaba de llamar mucho y que además de la crítica de la revista ya he visto varias reseñas que no acaban de convencerme, creo que la descartaré. Un alivio para mi eterna lista de lecturas pendientes.
ResponderEliminarUn saludo.
Seguiré viendo reseñas, a ver si me decido o no, porque con tu reseña tan poco entusiasta se me han desinflado las ganas de leerlo, al verdad
ResponderEliminarMuy buena reseña y muy bien argumentada, me ha gustado mucho. A este libro le tengo ganas a pesar de que he leído buenas y malas reseñas, supongo que para comprobar por mi misma todo lo que se dice. Al igual que tú, sí me lo leo (porque ahora no sé muy bien qué hacer) partiré de expectativas muy bajas así que supongo no me disgustará tanto teniendo en cuenta que me gusta la romántica.
ResponderEliminarYo también he leído cómo han decaído las opiniones de esta novela, con lo que ya no tengo expectativas... No iré corriendo a buscarla, aunque si me tropiezo con ella puede que la lea. 1beso!
ResponderEliminarComparto tu opinión. Es más, de todas las historias de amor (o de relaciones personales) que cuenta el libro (y que son bastantes) la que menos me interesa es la de Sylvain. Yo creo que si Sylvain hubiera sido un personaje secundario, la novela nos huibera gustado más a todos.
ResponderEliminarUn beso!
La tengo pendiente de lectura. El género chick-lit tal y como nos lo quieren presentar aquí en España creo que no va por los mismos derroteros que utilizan en su país de origen. Mismo hay autoras que no les gusta que sus novelas sean tildadas como chick-lit. Es el caso de Rebeca Rus, por ejemplo. De ella leí Ginebra para dos y más bien la tomo como bien dice ella en las notas finales, una comedia romántica, con escenas rocambolescas y un final feliz. Me gusta la novela romántica como tal o aquellas novelas que encierran una buena historia de amor en su trama. La reseña me gustan los fundamentos que expones sobre esta novela. A ver lo que pasa cuando le llegue su turno. Saludos.
ResponderEliminarDesde luego nada que ver la historia con el título... La novela no me llama demasiado, el género me gusta, pero veo que tampoco ofrece nada que me llame especialmente la atención, y con una lista de lecturas pendientes que no para de crecer...
ResponderEliminarYo tampoco tengo mucho interés en leerla, he leído varias reseñas ya y ninguna me ha convencido del todo.
ResponderEliminarUn beso.
No me llama mucho la atención, así que no me apunto en mi lista de pendientes, pero si me topo con él, tampoco lo descartaré.
ResponderEliminarUn beso!
Nunca me atrajo este título y ahora con tu reseña lo tengo más que claro...
ResponderEliminarBesos,
Creo que esta no la voy a leer. En general, las críticas no son muy altas. Menuda pena, pues leí otra novela de este autor hace tiempo y me gustó bastante.
ResponderEliminarBesos.
NO es un libro que me llame la atención. Y viendo que tampoco hablas de él con mucho entusiasmo, lo voy a dejar pasar, que se agradece con tanto pendiente.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me llama la atención sobretodo el título... aunque las reseñas en general son bastante reguleras. Probablemente lo lea más adelante =)
ResponderEliminarBesotes
Bueno como yo digo hay que probar de todo que de vez en cuando las sorpresas positivas pesan más que las negativas
ResponderEliminarEl libro me gustó pero me esperaba algo más de él. Un libro entretenido.
ResponderEliminarPara no ser de tu estilo no está nada mal la puntuación recibida. Y lo que nos cuentas no me desagrada.
ResponderEliminarlo tengo en la estantería de casa, así que le daré una oportunidad ;)
Gracias por tu reseña.
Besos