LA VOZ DORMIDA (DULCE CHACÓN)

Escuchando la voz callada




EDIFIONES ALFAGUARA S.A. GRUPO SANTILLANA
Encuadernación: Tapa blanda
384 páginas
18,15 €

PUNTO DE LECTURA 2006
Encuadernación: Tapa dura
432 páginas
9,95 €

PUNTO DE LECTURA 2006
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
432 páginas
9,20 €

DULCE CHACÓN

Dulce Chacón Gutiérrez (Zafra, Badajoz 1954 - Brunete, Madrid 2003)Desgraciadamente la reclamaron con sus historias muy lejos de aquí y con apenas 49 años nos dejó, de ahí que apenas sean cinco las novelas que ha publicado:

-Algún amor que no mate (1996)
-Blanca vuela mañana (1997)
-Háblame, musa, de aquel varón (1998)
-Cielos de barro (2000)
-La voz dormida (2002)

Dulce, antes que novelista, fue poetisa. Y eso no hay duda que se nota en su manera de escribir, de plantear sus novelas, porque ese lado poético, esa manera tierna y comprensiva de ver las cosas, no hay duda de que está relacionada con su manera no solo de ver la vida, sino de concebirla como poesía.

Eso es lo que bace que La voz dormida sea una novela tan especial.

LA VOZ DORMIDA

Hay libros que te hacen sufrir, que te hacen llorar, si bien ese sentimiento queda mitigado porque sabes que se trata de ficción, por más que te hayas metido en la vida y en los sentimientos de sus protagonistas.
Pero en este libro no existe esa posibilidad de escape. Sabes que las historias que en él se cuentan, tendrán los nombres cambiados pero son todas reales, sucedieron a personas con nombre y apellidos.

Llorarás, sufrirás, te indignarás, reirás, odiarás, perdonarás, te emocionarás, porque todo en este libro es un derroche de sentimientos.

Leí curiosamente este libro en el momento en que se estaba aprobando la ley de Memoria Histórica, que no tengo muy claro qué es ni qué pretende y en el momento en que se han beatificado a numerosos españoles asesinados en la contienda.
Nada tengo en contra de esa beatificación, quizás no oportuna en el momento, pero que muestra una realidad: la de aquellos que murieron por no querer renegar de su fe y sus creencias. El único problema es que solo son una cara de la moneda, una cara parcial, pues también en el otro bando cayeron por defender la misma fe.
Este libro nos muestra la otra cara, la de aquellos que cayeron defendiendo otra fe, su fe. No la fe cristiana, sino la fe en el progreso del hombre, la fe en un mundo más justo con hombres iguales. Equivocados o no, errados en sus medios o en sus fines, estos hombres y mujeres cayeron por defenderlos.
O simplemente porque alguien no les quería o les odiaba y les denunció, fuera o no fuera cierta la denuncia.

Y hablando de coincidencias, en el libro se hace mención a la historia de las 13 rosas, de actualidad por la película de dicho nombre. Pero no es oportunismo, porque este libro fue publicado en el año 2002.


Es una historia de perdedores. Porque no solo perdieron la guerra, sus vidas, su futuro, sino que no se han dado cuenta de que la guerra en la que siguen inmersos también está perdida. Luchando por que no acabe esa guerra, creyendo que las grandes potencias les ayudarán cuando acabe la Segunda Guerra Mundial a acabar con la dictadura franquista. Perdiendo por pagar la incompetencia, las rencillas y afanes políticos de gente que no está en España y que no ve la realidad: Que el pueblo está tan harto que solo quiere paz, aunque no sea la paz que ellos quieren.

Sorprende oír a un político español de talla europea (por el cargo, no por nada más) decir que en época de Franco se vivió una gran placidez. Tiene razón, este libro se la da, pues se vivió la paz de los muertos. Muertos tras el "enterado" del dictador, con el cual se consideraba firme la sentencia y se fusilaba al preso. Muertos por el simple hecho de comprar una gallina (por alimentar al enemigo). Muertos por no querer denunciar a un compañero. Muertos de hambre y necesidad. Muertos por "adhesión a la rebelión", cuando la república era la legalidad.

Es la historia de una guerra, contada por las que más la sufren: Las mujeres. Ellas son las auténticas protagonistas de este libro. Desde Reme, la inocente, Elvira la niña que irá creciendo y endureciéndose, Hortensia la que va a morir y no lo sabe todavía (no desvelo nada, pues así comienza el libro), Pepita la hermana de Hortensia, cobarde pero entregada a su hermana y sobreponiéndose al miedo todos los días.

Y acompañando a las mujeres sus hombres. Felipe, el marido de Hortensia, el que no quiso darle más que un fugaz beso cuando se despidió de ella para partir al monte. El chaqueta negra, hermano de Elvira y peleando con Felipe en el monte. Fernando, el médico que dejó de trabajar harto de tanta sangre como vió correr en Paracuellos.

Una historia de amores difíciles, separados por la cárcel. Amores a distancia. Amores apoyados en una causa común. Amores fugaces en una breve visita al año. Amores distantes. Amores triunfantes.

Una historia del dolor y sufrimiento en el Madrid de la postguerra. Una historia hecha de pequeños detalles, de pequeños y grandes sufrimientos, de grandes soledades, de grandes solidaridades.

Una obra de Dulce Chacón con la sensibilidad que solo las mujeres pueden poner en su escritura y en sus textos (qué más quisiéramos los hombres), una obra que permite recuperar la voz dormida, la que tanto tiempo calló sus penas, miedos y pesares. "Quizá el tiempo se mida en palabras. En las palabras que se dicen y en las que no se dicen. Si, el tiempo es también la duración del silencio" (Página 232)

Un libro que te recomiendo encarecidamente que leas, con una caja de clínex al lado eso sí, pero léelo, porque además quedarás enganchado a la vida de estas mujeres.

¿A cuántos les he dado la valoración de 5 Búhos? A muy pocos, y este es uno de ellos, porque a diferencia de un libro sobre el mismo tema como es "El corazón helado" de Almudena Grandes, su lectura es muy sencilla, apta para cualquier tipo de lector y con un número de páginas (387 páginas) mucho más asequible.

Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles.

VALORACIÓN: 10/10

LA PELÍCULA

Al acabar la proyección de La voz dormida, un silencio sepulcral se extendió por toda la sala del cine. Un silencio sólo roto por algún aspirado de fosas nasales en un vano intento de absorber las lágrimas que intentaban salir por cualquier sito, mientras los pañuelos entraban en acción para secar los ojos.
Dicho silencio, es el comentario más elocuente de hasta qué punto todo el público se había emocionado con las imágenes que acababa de contemplar. Duras, muy duras. Con una violencia solo muy ocasionalmente explicitada en breves segundos, pero que sin embargo golpea al espectador por la crudeza de las situaciones que se viven en la pantalla.
Porque es muy duro enfrentarse a la muerte. Y más duro aún cuando esa muerte es totalmente injusta y viene de la mano del mismo hombre atribuyéndose una justicia divina que no deja de ser un ejercicio de arrogancia extrema.


Y si la angustia que transmiten las imágenes no es aún mayor, es gracias a la intervención del personaje de Pepi, por el que María León obtuvo la Concha de Plata del Festival de San Sebastián a la mejor actriz. Es realmente una de las mejores interpretaciones que he visto últimamente en el cine, bordando el papel de una joven ingenua, temerosa, pero al mismo tiempo cargada de fuerza para sobreponerse a sus miedos y repartir una sonrisa y una esperanza a aquellos que la rodean.


Es una película me ha gustó aunque no sea perfecta. A mi mujer, que es una entusiasta de la novela, también le gustó.

¿Quiere decir eso que la recomiendo? Pues si, la recomiendo pero con reservas. Esta es una película que hay que ver pero conviene escoger el momento en que vas a hacerlo pues tienes asegurado el gasto de una caja de clínex y, no siempre es lo más conveniente.


Os dejo el trailer de la película

 

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