Siempre se ha dicho que el Premio ePlaneta es un premio “comercial” (aunque lo comercial no tiene por qué necesariamente ser malo), en muchas ocasiones se ha dado el caso de que era mucho mejor la novela finalista que la propia ganadora. En el Premio Planeta de este años, la novela ganadora fue La marca del meridiano de Lorenzo Silva, una buena novela y el reconocimiento a la trayectoria de un gran escritor, por lo que con que la novela finalista estuviera a su altura, ya sería una gran novela.
Con ese ánimo empecé a leer esta novela y el que os presento a continuación es el resultado de su lectura.
MARA TORRES
Nada conocía de Mara Torres, la autora de la novela. Podría sonarme, porque escucho la SER y algo si veo en la televisión, pero no es así. Por eso os dejo lo que en la contraportada del libro se dice de ella:
«Mara Torres (Madrid 1974) es periodista y escritora. Completó su formación de posgrado y doctorado en el departamento de Lengua y Literatura. En 2008 comenzó estudios de Literatura Comparada en la Facultad de Filología de la UCM.
Ha desarrollado su trayectoria profesional en la Cadena SER, donde dirigió el programa ”Hablar por hablar” entre 2001 y 2006, convirtiéndose en líder de las noches radiofónicas. De ahí pasó a TVE para presentar “La 2 Noticias”, que acumula más de ciento cincuenta galardones y se ha convertido en el informativo más premiado de España.
Entre otros reconocimientos, Mara Torres ha obtenido la Antena de Oro y el Micrófono de Plata. En 2004 publicó el Libro “Hablar por hablar. Historias de Madrugada”, y en 2006 “Sin ti. Cuatro minutos desde la ausencia” (Finalista al IV Premio Setenil al Mejor Libro de Relatos) ambos de no ficción.
”La vida imaginaria” es su primera novela.»
ARGUMENTO
Fortunata Fortuna (vaya nombrecito) más conocida como Nata por sus amigos, acaba de contemplar como su vida sentimental se ha ido al garete cuando su novio Beto la ha dejado. ¿Dónde ha quedado ese «No hay nada imposible en el mundo, Nata, solo hay una cosa imposible: que deje de quererte.»
Con el corazón hecho pedazos va a tener que intentar reorganizar su vida, con sus amigas de toda la vida, quizás con un nuevo amor que devuelva la esperanza a su alma. Pero siempre con su imaginación desbocada que tan malas pasadas la juega.
LA NOVELA
Un lenguaje supersencillo (o sea) un tanto pijo, y con unas cuantas palabras mal sonantes en boca de la protagonista, que como dice su abuela, habría que lavarle la boca con jabón. No deja de ser un reflejo del lenguaje empleado hoy por la gente joven, aunque este concepto de joven es un tanto relativo, porque algunos mantienen ese estado de juventud/adolescencia por encima de los treinta años, como es el caso de los personajes de este libro.
Un lenguaje sencillo que se lía en algunas ocasiones con trabalenguas que parecen más propios de Mariano Rajoy que de una autora premiada. Sirva de ejemplo el comienzo de la novela, uno de esos arranques que frenan los ímpetus de los que comienzan la lectura de un libro:
«La vida es una mierda. Que yo no digo siempre, digo ahora. Que yo no digo que la vida sea una mierda desde que nací, yo digo estos días, estas semanas, estos meses.»
En realidad, salvo cuando a Nata le da por ponerse a divagar llevada por su imaginación, parece una de esas historias que oyes a la gente contar sin pudor a través del móvil mientras viaja en el metro o el autobús. Vamos, que de milagro no aparece lo de “Jo, tía, que fuerte, me dejó”.
El problema de la novela es que gira permanentemente en torno a Nata. Y si no consigues empatizar con Nata... Pues eso, como en mi caso, que lo llevas crudo con esta novela. Y no consigo empatizar con Nata, no tanto por la situación que está pasando: la crisis tras un abandono, sino porque no consigo en ningún momento entenderla. Claro, que no creo que sea un problema mío, sino de la propia Nata. Incomprensibles e injustificables las numerosas decisiones que va tomando a lo largo de su vida.
Lo único claro para mí del personaje es que me recuerda al Felipito de Mafalda viviendo en un mundo de fantasía que le impide conectar con la realidad del día a día. Algo que queda muy claro desde el principio. La diferencia es que Felipito es un niño de seis años y se supone que Nata es un ser adulto
«La imaginación es libre, puedo pensar lo que quiera, como si quiero pensar que en ese preciso momento sueltas la bolsa de papel llena de croasanes te pones de rodillas, me dices que soy el amor de tu vida y somos felices y comemos perdices.» (Página 16)
Imaginación llevada al límite al comenzar el capítulo 2:
«Hoy por la noche no podía aguantar más y, antes de dormir, he ido volando con mi cama hasta tu casa y me he presentado allí si avisar.He entrado por la ventana, he aparcado la cama en tu salón y me he quedado a ver qué hacías.» (Página 24)
Una frase muy original y muy publicitada, pero que al menos en mi caso me dio una imagen falsa de por dónde iba el libro.
IMPRESIÓN PERSONAL
La contraportada del libro es muy engañosa:
«¿Qué pasa por tu cabeza cuando la persona la que quieres se va? ¿Qué haces con tu vida cuando tienes que pensarla otra vez? ¿Te la inventas? El mundo de Nata se llena de preguntas cuando Beto la deja. Pero el tiempo no se detiene y los episodios que Nata cuenta de su propia historia la van llevando hacia un lugar donde todo vuelve a ser posible.»
En principio parece dar mucho juego el tema, porque hoy día el mundo está lleno de personas que acaban de separarse, de tener una dura ruptura sentimental. Una circunstancia siempre difícil de asimilar y que puede permitir al autor un profundo análisis de la personalidad humana. Claro, que si ese análisis se limita a decirnos que ha perdido contacto con el mundo y lo único que sabe es estar en la barra de la discoteca con la mano metida en el bolsillo mientras sus amigas bailan...
El problema fundamental para mi de esta novela, es que es chick.lit. No lo dice en la contraportada ni en las solapas, ni su portada es la típica que suele venir en este género. Pero lo es.
El resultado es que probablemente se pierdan esta novela aficionados al género y nos tropecemos con ella gente a la que no nos gusta nada, con lo cual por más que queramos, nuestra crítica será negativa. Especialmente si como en mi caso eres hombre.
Porque como dice la wikipedia «Chick-lit es un género dentro de la novela romántica escrito y dirigido para mujeres jóvenes, especialmente solteras, que trabajan y están entre los veinte y los treinta años.»
Ni me gusta la novela romántica, ni soy mujer, ni estoy soltera, ni estoy entre los veinte y treinta años, con lo que lo único que podría gustarme es la comicidad con la que suelen estar escritas estas novelas. Y por ahí tampoco, porque solo hubo un párrafo que me arrancó una sonrisa.
«He conducido por la Castellana escuchando música tan tranquila, porque desde que en la radio sólo dan noticias malas puedo ponerme un disco sin sentirme culpable por llegar a la agencia sin tener ni idea de la actualidad. Si ten encuentras con alguien y sale el tema, dices: "Lo están hacendo fatal" y,aunque te lo inventes, sabes que lo clavas.» (Página 49)
No todo es negativo, porque he de reconocer que su letra grandes, espaciada, con numerosos capítulos y espaciado entre ellos, hizo que la novela me la leyera en un visto y no visto, lo cual para no haberme gustado es mucho decir.
Resumiendo, una novela solo apta para aficionados al chick-lit. El resto, mejor abstenerse.
Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles
FICHA TÉCNICA
Editorial: Planeta
Encuadernación: Tapa dura
Páginas:251
PVP: 19,50 €
VALORACIÓN: 3/10